Cap24-.Todo era perfecto...

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Narra kaila

Llegué a casa a las nueve y mucho y no habia nadie. Ni Derek ni Adam. Algo raro. Supuse que Derek había conseguido sacar a Adam de casa y se habrían ido de fiesta. Me tiré en el sofá y estuve ahí con la mente en blanco sin hacer nada unos diez minutos. Luego, subí a mi habitación y me cambié de ropa. Me puse un pijama limpio de tirantes. Era rosa con nubecitas blancas y tenía unos pantalones cortitos cortitos. Me sente en la cama y cogí el movil. Tenia un mensaje.
"Tia, te has enterado de lo de wessel?"- Mila. 8:19pm
"Oye, estas ahi?"- Mila. 9:13pm
Miré la hora, dios que tarde las once. Mañana me tengo que levantar a las ocho tengo turno de mañana en el insti. Puse el movil a cargar al lado de la ventana. Me metí en la cama y no conseguía dormirme. Hasta que de pronto deje de estar consciente. Me quedé dormida. Soñé algo extraño. Algo que me dejó marcada.
Adam y yo eramos pequeños y estabamos jugando en el jardín de mis abuelos, en la casa de la montaña.
- Y si yo me muero como el perro, ¿que pasará entonces?- Decía Adam con voz de niño ingenuo.
- Yo no voy a dejar que te mueras...- Le contestaba yo empezando a llorar.
- No llores, kaila siempre vamos a estar juntos.- Adam me sonreía.- Todo va a estar bien.

NARRA ADAM

Llegamos a casa a las cinco de la mañana. Me tiré en el sofá y en seguida me quedé dormido, no se que hizo Derek, pero yo hasta la mañana siguiente no me levanté.

NARRA DEREK

En cuanto llegamos a casa subí las escaleras hacia el piso superior. Me pesaba todo el cuerpo. No podía más , sentía que me desplomaría en cualquier momento. No recordé siquiera que Kaila estaba en casa. Solo me fui a mi habitación y una vez allí me dejé caer suavemente sobre el colchón. No me moví de ahí hasta pasado el mediodía del día siguiente.

*******************

Me levante despacio. Apenas podía moverme. Menuda resaca que llevaba encima. ¿Si es que, quien me mandará a mi irme de fiesta un Martes? Miré el movil, las doce y treinta y seis. Me puse de pie y me fijé que llevaba la misma ropa de la noche anterior. Me acerqué al armario, lo abrí y saqué una camiseta ancha de manga corta. Unos pantalones largos de chandal; tambien anchos. Me puse la ropa y salí de la habitación. Al ir por el pasillo vi que la puerta de la habitación de Kaila estaba abierta. Ella no estaba dentro. Seguí caminando y bajé a la cocina. Cogí una taza grande y eché leche condensada, luego cogí el bote de café molido y me eché un par de cucharaditas. Le eché leche desnatada como ultimo paso y listo, café por la mañana.

-Así que por fin el señorito decidió despertarse...- oí la voz dulce de Kaila hablando detras de mi.
- Pues si, veras, es una historia muy larga- antes de poder girarme para mirarla kaila ya me habia dado una colleja.
- Esta, por volver mas tarde de las doce- y dandome otra colleja añadió- y esta por no llevarme.
- Perdona mamá, no lo volveré a hacer.

Si tu supieras Kaila lo que hice anoche, me hubieras pegado mas de dos collejas, te lo aseguro.
Entonces, sin esperarmelo, ella se puso de puntillas para alcanzar mi rostro y me besó. Era uno de esos besos. Esos tan suyos. Esos que sabian a amor. Pero no podía, la había sido infiel la noche anterior. No se como yo mismo era capaz de haberlo hecho. Espero que fuera todo por culpa del alcohol.
- Ya, kaila, que me vas a tirar el café- dije apartandola disimuladamente.
- ¿Sabes que...?- antes de que pudiera decirme nada bajando las escaleras estaba Adam.
- Bueno, luego te lo cuento- dijo Kaila para luego ir hacia donde estaba su hermano.
Di un sorbo al café y me preparé para verlos pelear(otra vez más). Para mi sorpresa; esta vez no hubo ni gritos, ni insultos. No hubo siquiera indirectas.

- Adam...- kaila parecía nerviosa.

NARRA KAILA

Estaba nerviosa, pero sabía que Adam lo tenia que saber. Me acerqué a él y le dije:
- Adam... Yo...- no me salían las palabras, estaba en blanco. ¿Como podía ser posible? Llevaba horas practicando lo que le iba a decir, pero nada. En blanco.
- ¿Si?- dijo adam. Sin enfadarse, ni gritarme. Ni siquiera me ignoró como llevaba haciendo meses.
Era el momento, tenía que hacerlo. Cogí aire. Estaba hecho.
- Yo, es que a ver como te digo esto... No puedes estar enamorado de mi; tu hermana; tienes que encontrar a otra -antes de terminar cogí aire de nuevo-, como he hecho yo que ahora estoy con Derek.

De repente se le abrieron los ojos como platos.
- Con Derek...- repitió lo que yo acababa de decir.
- Si, pero no te enfades con él, ha sido una decisión mía- dije sin pensarlo dos veces.

Adam no contestó, solo miró a Derek con una mirada fulminante. Me giré para ver a Derek quien acababa de dejar el café y se estaba alejando de Adam.
- con mi hermana...- repitió Adam.
- No, Adam lo puedo explicar- Derek se iba yendo cada vez mas hacia la terraza-. Anoche...y el alcohol...y la musica...y pues ya sabes...

Pero que está pasando aquí, no me estaba enterando de nada.
- Joder, Derek... Ya me contaras tu, porque si estas saliendo con mi hermana... Sabrina debe ser mi hermana perdida- adam estaba cada vez más furioso.
Espera, ¿Sabrina?¿quién es sabrina?
- D...derek, ¿de que está hablando?- dije tartamudeando.
- Tranquila, kaila, no es nada de lo que te tengas que preocupar- contestó Derek sonriendo y dandose la vuelta para salir huyendo de mi hermano.
- A no, no te vas a escapar habiendole sido infiel en mis narices- Adam salió corriendo detrás de él.
Se fueron a la terraza y tras dar unas cuantas vueltas, Derek saltó la valla y Adam detrás. Salí por la puerta a toda prisa-cogí las llaves de puro milagro- y salí corriendo detrás de ellos.
Derek saltaba todo obstaculo que se le cruzara. Saltó incluso a un perro que iba paseando con sus dueños. Lo peor, Adam iba detrás. Tras perseguirles durante una media hora los perdí de vista, pero seguí corriendo para encontrarlos en algun momento.

NARRA ADAM

Salí corriendo tras Derek. Ese cerdo. Y además era mi mejor amigo, eso es lo peor. Salté todo tipo de objetos intentando alcanzarle. Empezaba a notarse mi falta de forma fisica. Tanto llorar como una niña en lugar de ir a los entrenamientos me estaba costando caro. Pero no iba a dejar que se saliera con la suya. Seguí corriendo sin lograr alcanzar a Derek. Ya habíamos llegado al centro de Madrid. Vi a Derek cruzar una carretera y pararse en el otro lado. Vi la oportunidad perfecta. Le cogería. Estaba a punto de alcanzarle. ¿Por que no salía corriendo? De pronto vi una luz y recuerdo chucar contra el asfalto. No vi nada más.

NARRA DEREK

Fue lo más horrible que he hecho nunca. Me siento tan culpable... No, no hablo de serle infiel a Kaila.
Ella estaba en la acera de enfrente. Mirandome incredula. Con los ojos tan abiertos que cualquiera diría que había visto un fantasma.
Y yo no había hecho nada.
Entonces, esos ojos que días antes me habían seducido y me habían invitado a abrir puertas que ningun otro abia abierto, ahora me miraban vacios. Sin sentimientos. Como si fuesen de juguete. Como si no estuvieran ahi. Como si no fueran de verdad. Ahí fue cuando un grito me sacó de mis pensamientos.
- ¡No!- gritó Kaila.
Estaba de rodillas en el suelo. Llorando como nunca la había visto. Había muchísima gente al rededor de mi y de ella.
No fue hasta entonces que me di cuenta de que había alguien hablandome y de que estaba llorando. Caian lagrimas por mi cara. No podía creerlo. Había sido por mi culpa. Empecé a ponerme nervioso. No podía estar ahí más tiempo. Salí corriendo lo más lejos que pude.

Yo?... ¿Enamorada de ti?... ¡Jamas!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora