Cap 23.- Las gemelas

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La señora se sentó a mi lado. Se acomodó y suspiró.
- ¿Esta usted bien?- le pregunté educadamente.
- Si, si, sol problemas de señora mayor como siempre.- me dedicó su mejor sonrisa.
- Tengo tiempo...-. Contesté sonriendo de vuelta.
- Pues veras, mi hija; Leire y su hermano mellizo; Samuel. Ultimamente son, demasiado amigos.- Fue desapareciendo poco a poco su sonrisa.
- Mientras ellos se quieran...-. Esa conversacion me hizo pensar.
Yo a Adam no le quería, pero el a mi si así que lo mejor sería separarme de él cuanto antes. Es decir, yo le quería, pero solo como hermanos; nada más.
- Se quieren, pero ¿y lo que pensará la gente?-.
- Que más da lo que piensen los demás, si ellos se quieren darán lo que sea por estar con el otro-.
- Tienes razón, niña. No se porque no me he encontrado contigo antes-.
Entonces el autobús pegó un frenazo y volví a ponerme los cascos. Poco rato después la señora del asiento conjunto al mío había desaparecido. Así. De repente no estaba.
No debería darle oportunidades, estaba decidido nada más llegar a casa se lo diría.

NARRA DEREK

Estuve un rato hablando con Adam y decidimos irnos de marcha. Asi se le pasaría un poco al menos lo de Kaila. De noche. Discoteca. Alcohol. Chicas borrachas. ¿Que más puede pedir?
Nos montamos en mi coche y nos fuimos a una discoteca a la que soliamos ir hace unos años.
- ¿Estais invitados?- nos pregunto un hombre muy musculoso que estaba en la puerta de la disco, digase, el gorila que controla quien entra y quien no.
Me acerque y le susurre al oido unas palabras.
- De acuerdo podeis pasar.- abrió la puerta y entramos.
Aquello era un mundo distinto. Lleno de gente. Eran solo las diez y ya había gente que iba completamente pedo. Me acerqué a la barra y me giré hacia Adam.
- ¿Que quieres beber? Yo invito.-
- Algo que me espabile un poco.- contestó quitando esa cara de muerto que llevaba.
Esperé a que una camarera me atendiera. Me atendió la chica rubia que llevaba el pelo en una trenza hacia atras.
- ¿Que vas a tomar guapo?.-
- Dos san Franciscos con alcohol por favor, para guapa tu.- le contesté guiñando un ojo.
Le di un codazo a Adam.
- ¡Embobao!- le grité- A ver si encuentras a alguna tia hoy.
- Ya...- asintió rodando los ojos y sonriendo levemente.
- Aqui estan, dos san Franciscos con alcohol. Son cinco euros.- la camarera me extendió un papelito que debia ser la factura. Le entregué un billete de cinco. Nuevecito, recién sacado del banco.
- Toma, aqui tienes tu bebida- dije dandole la copa a Adam.
- Tio "algo que me despierte" significa alcohol, no un San Francisco.-
- Es con alcohol tranqui.- le acerqué la copa de nuevo. Esta vez la cogió.
Estuvimos en la barra un rato bebiendo y hablando de unas cosas y otras. La gente empezaba a llenar la pista de baile. Las luces inundaban el recinto. La munsica reage perforaba los oidos.
- Hey, mira a esas dos de ahi.- dijo de repente Adam.
Al parecer enpezaba a animarse.
- ¿Cuales?¿las que no dejan de mirarnos?.-
- Si- contestó acercandose a ellas- vamos.
Yo simplemente le seguí.
- Hola chicas, ¿que tal?- dijo apoyandose en la barra-¿como es que dos bellezas tan grandes estan asi de solas?
Ay dios, ¿cómo acabará esto?
Las dos chicas se rieron a la vez. Eran identicas, si no llevasen vestidos de colores distintos, no sabría distinguirlas.
- ¿Gemelas?- pregunté para salir de dudas.
- Si- contestaron al unísono.
Volviendo a reirse despues.
- No se nota ¿no?- dijo la que llevaba el vestido rojo y el pelo recogido en una trenza hacia la izquierda.
- Puf en absoluto- prosiguió Adam.
- Yo soy Sabrina- dijo la otra del vestido blanco y la trenza de igual manera hacia la derecha- y ella en mi gemela Sia.
- Yo soy Derek y el es Adam.- dije yo antes de que Adam se inventase nombres. Ya le conocía, él siempre lo hacía.
- ¿Os apetece bailar?- preguntó Sia.
La verdad si se diferenciaban en otra cosa. Sabrina, tenia.... ¿Cómo decirlo suavemente?.... Muchas mas curvas que Sia.
- Vamos- se apresuró a decir Adam cogiendo a Sia del brazo.
- Pues a bailar se ha dicho- Sabrina me agarro del brazo y me saco a la pista.
Estaba sonando musica a todo volumen. Bailabamos como locos. De hecho hubo momentos en los que perdí de vista a Adam y Sia.
Paró la musica. Un anuncio.
- Les informamos de que un chico de por aqui ha perdido el movil, es un smart4 mini. Rogamos si lo encontrais lo entregueis en la barra.-
Pronto continuó la musica y seguimos bailando hasta que pusieron una canción lenta.
Sabrina me acercó a ella y colocó mis manos en su cintura. Después ella puso sus brazos alrededor de mi cuello. La musica sonaba y Sabrina cada vez se acercaba más y deje de ver a Sia y a Adam. Me alegré por él.
- Eh...esto, Sabrina ¿te importa si vamos a pedir algo de beber? Estoy seco- dije con mi mejor sonrisa.
- Si, yo tambien- contesto soltandome y yendo hacia la barra- Pero pago yo.
Se subio el vestido y saco veinte euros que llevaba guardados en el lateral del tanga.
- ¿y eso?- no sabía que otra cosa decir. Como se reacciona a semejante acontecimiento. ¿Enserio?
- Así me aseguro de que no me los roban.- se rió.
Pidió dos Martinis y algo de picar. Ya eran las doce y había hambre.
- Oye- dijo Sabrina de repente- ¿has visto a mi hermana y a Adam?
- No- contesté- seguramente esten en algun lugar de este local dando se el lote.
Bebí un trago de mi Martini y me apoyé en la barra.
- Si, probablemente- dijo ella riendose.
Era muy hermosa. No llegaba a distinguir de que color eran sus ojos con la poca luz que habia, pero brillaban mucho. Y ya no hablemos de sus "curvas" menudo culo, y que tetas.
- Me estas mirando raro..- solto de sopetón.
- Eh... ¿Ah si?...pues...- yo y mis respuestas absurdas en momentos incomodos.
- ¿Las quieres ver?- se acercó mas a mí.
Como yo era más alto no podía evitar mirar hacia abajo si quería mirarla a la cara.
- ¿Qué? ¿Estarás de coña?- ¿pero que haces Derek?¿Que coño haces?
- No quieres, entonces tu te lo pierdes- dijo indignandose falsamente y mirandome de reojo.
¿Y ahora que digo?
- Claro que si que quiero...pero no aquí- el alcohol me está pasando factura.
De pronto la cara de Sabrima se iluminó y me miró con ojos deseosos.
- Pues vamos al baño- me cogió de la mano y me arrastró hacia el baño.
- un minuto- me acabé el Martini de untrago y dejé el vaso en la barra. Lo iba a necesitar.
- Ahora, vamos- y la seguí hasta los baños- ¿Al de tios o al de tias?
- Al de tios- contestó rapidamente.
Abrí la puerta y revisé que no hubiera nadie.
- Vacio- le dije.
Ella antes de entrar miró a los lados asegurandose de que nadie nos veia y pasó.
El baño era unico, es decir, entrabas y sólo había un retrete y un lavavo. He de reconocer que era muy amplio. Sabrina lo primero que hizo al entrar fue cerrar con pestillo la puerta.
- listo- se giró para verme- ahora si me disculpas solo un segundito.
Se dirigió hacia el vater y... ¿Se puso a mear?
- Lo siento, me estaba meando- sonrió.
Cuando terminó se puso en pie y se lavó las manos.
- Okay, ahora vamos a lo que hemos venido- me hizo una seña con el dedo para que me acercara a ella.
Me acerqué y la cogí por la cintura con una mano y con la otra le agarré del cuello. Me acerqué y la besé.
- Si pasa algo, no me hago responsable- sonreí y seguí besandola.
- Está bien- ella sólo me siguió el juego y ayudó a mi lengua a entrar en su boca.
Se apoyó en un saliente de la pared y yo la agarré por la cintura y la senté encima del saliente.
- Veo que vas a lo que vas- sonrió y me desabrochó el pantalón.
Yo la subí el vestido y puse mis manos en su trasero.
Ella siguió besandome y bajó mi pantalón.
- yu tambien vas a lo que vas...- dije mordiendo levemente su labio.
Ella se apresuró a quitarse el tanga y acercó una de mis manos a su organo.
- Ahora... Ya sabes...- siguió besandome como una desesperada y yo empecé a meter un dedo dentro de ella y después dos y llegué hasta los tres. Entonces de repente, como si algo me hubiera hecho volver en mi, me acordé de kaila.
Lo hecho ya estaba hecho, no podia parar ahora.
Me quité los boxers y ataqué. Al cabo de un rato estabamos los dos sudando y agotados. Ella puso su cabeza en mi hombro.
- Gra...cias- fue lo unico que consiguió decir.
- Un placer- la dije sonriendo- A proposito, todo esto a ocurrido porque me las querias enseñar y aun no las he visto.
- Cierto...- se rió.
Se desabrochó el vestido y se lo bajo hasta la cintura aun sentada en el saliente de la pared. Luego se desabrochó el sujetador. Tomo mis manos y las puso en sus enormes compañeras.
- Aah..-
Me acerqué a ella y volví a besarla. Mientras masajeaba con mis manos.

NARRA ADAM

Al cabo de u rato bailando, Sia me besó. No se porque, pero en ese momento me acordé de kaila. Como quería olvidarme de ella decidí ir mas lejos asique volví a besarla repetidas veces y más tarde ella me cogió de la mano y me sacó fuera de la disco. Nos apartamos un poco y en una esquina la puse contra la pared, no podia aguantar más, tenía que oovidarme de kaila. Allí mismo empezamos a morrearnos apasionadamente. Supongo que el alcohol hizo lo que tenía que hacer. Una cosa llevó a la otra y acabamos haciendolo en su coche.
- aah...¿como puedes ser tan bestia? Con la cara de bienecito que tenías- Sia me sonrió.
- Pues no eres la más indicada para decir eso- volví a besarla. Me había olvidado completamente de kaila.
- Ayudame- se apartó el pelo de la espalda y me indico que le abrochara el sujetador. Yo me subí el pantalón y me abroché el cinturón.
- Ahora la cremallera- le subí la cremallera del vestido.
- ¿querrías darme tu numero?- la pregunté rapidamente.
- Hombre, despues de esto no querría. Me encantaría- me cogió la mano sacó un boli y me apuntó su numero.
Después ella en el asiento del copiloto y yo en el del conductor nos hechamos hacia atras; estabamos agotados. ¿Sia? Pero que mujer. Pelo rubio y ojos marrones.

Yo?... ¿Enamorada de ti?... ¡Jamas!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora