cap 22-. Sit down please

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NARRA ADAM

seguí mirando la televisión por un rato. Solo hablaban de la nueva estrella y nada mas. Pero que le pasa al mundo. Solo piensan en el dinero. Serán impresentables.

Al cabo de un rato, aburrido ya de tanto farfulleo sobre la fama, apagué el televisor y empecé a centrarme en mis propios problemas.

Tengo que hacer las paces con kaila, pero no quiere ni verme lo cual hace las cosas un poco complicadas. Llevo unos cuantos días sin ir a entrenar lo cual me va a causar problemas porque soy el capitán del equipo.

- Bueno, ¿que vas a hacer con kaila?-. Como si me hubiera leído la mente Derek se sentó en el sofá a mi lado con una lata de bebida.

- La verdad...no lo se ni yo-. En realidad estoy hecho un lío.

Derek echó la cabeza hacia atrás y suspiró.

- Tienes que entenderlo, tío. Sois hermanos y punto, no puede haber nada más entre vosotros-.

Le miré de reojo para asegurarme de que no se estaba riendo de mi o tomandome el pelo y hablé.

- Ya lo se, pero no quiero aceptarlo-.

Mejor dicho no puedo, soy incapaz. Preferí omitir esos datos para no perder lo poco que me quedaba de orgullo.

- ¿Has oído lo de la nueva súper estrella que ha encontrado Marck Wessel?-. Preguntó Derek incorporándose para sentarse bien.

- Si, solamente hablan de eso en la tele-.Resoplé.

Me levanté para coger algo de beber. Fui a la cocina y abrí el frigorífico. Había dos o tres latas de cerveza, una o dos de limonada y una de coca-cola. Me cogí la que he mencionado ultima y la abri. Cogí un vaso y Vertí el liquido dentro del vaso.

NARRA KAILA

Seguimos en la mesa sentados una media hora más charlando sobre unas cosas y otras. Lo que había pasado en nuestro día. Tampoco faltaron los deberes que habían mandado en el insti para el día siguiente.

Al final cuando quise darme cuenta ya eran las ocho. Mire la hora en el móvil para asegurarme e interrumpí nuestra conversación de martes por la tarde-noche.

- Bueno, me ha encantado charlar contigo un rato, pero creo que va siendo hora de irme-. Le ofrecí mi mejor sonrisa. Andrew se la merece.

- Si, creo que yo también debería irme-. Me sonríe de vuelta.

Llamé a la camarera con un gesto de la mano para que viniera a cobrarnos, pero cuando fui a sacar el dínero...

- No, tranquila pago yo. Hoy invito a la señorita-. Andrew me miro fijamente con un destello de lujuria en sus ojos que pronto desapareció. Imaginaciones mías supongo.

Así es que dejó el dinero en la mesa y salimos de allí. Después me acompañó hasta la parada de autobús y allí esperó conmigo hasta que llegó un bus. Luego él se fue por su parte y yo por la mía.

Una vez en el autobus, puse musica con los cascos y me puse a mirar por la ventana. La gente que pasaba. Los adolescentes que corrían por la calle. Y pensar en lo mucho que iba a hechar de menos aquello en miami. A ver, supongo que vería algo similar, pero no lo mismo que en españa.
Me iba este jueves y no sabia aun como se lo iba a contar ni a Adam ni a Derek.

- Perdona, te importa si me siento.- dijo una señora de unos cincuenta años señalando el asiento que quedaba libre a mi lado.

Yo?... ¿Enamorada de ti?... ¡Jamas!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora