Capítulo 2- 2: NO.

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Sakura se encontraba arreglando su cabello mientras miraba por la ventana la ciudad que se veía lejana.

No sonreía desde hace días, tenía tanta pena en su corazón, casi difícil de describir, pero esa pena solo podía guardarsela para ella, no podía ser tan obvia.

Recordaba el extraño, y los divertidos encuentros que tuvo con Itachi. Recordaba el beso, la propuesta de matrimonio, su mirada, sus labios… Todo de él.

¿Había sido casualidad, o el destino?
¿Por qué tenía que ser tan cruel?

Quería volverle a ver, quería su protección, su alegría, sus roces, estar en sus brazos.

Unos leves toques en la puerta sobresaltaron los pensamientos de Sakura, observó al lugar, era la sirvienta.

—Sakura-San, su padre desea verle un momento.

Asintió y arregló su vestido para luego bajar las escaleras en busca de su padre.

—¿Ocurre algo, padre? —preguntó ella, agachando un poco la cabeza en señal de respeto al patriarca de la familia.
—Sí, sígueme a la sala, necesito comentarte una importante noticia —habló el jefe de familia, dirigiéndose a la sala principal con Sakura detrás —Toma asiento.
—¿Y bien? ¿Es algo malo? —preguntó ella después de haber acatado la orden de su padre.
—El rey… —Dudó —El rey ha fallecido.

Todos en el hogar se detuvieron, soprendidos, observando al cabecilla de la familia, incluso hasta los sirvientes.

—¿Qué?

Esto no podía estar pasando.
Sakura sentía que el aire no entraba muy bien por sus pulmones.

—Pero eso no es todo…

El entusiasmo en el hablar de su padre le traía una mala señal, la verdad es que no deseaba saber nada más.

—Como última petición el rey le ha pedido al nuevo heredero tu mano en matrimonio.
—¿Heredero? —Itachi seguía desaparecido…
—Sasuke, Sasuke Uchiha será el nuevo rey.

Su mente divagaba, no podía concentrarse en la noticia.
No podía ser cierta su mala suerte, nadie sabia de ella y de Itachi, y tampoco es como si pudiera decirlo en voz alta; tuvo encuentros a solas con un muchacho, y eso era un deshonor a la familia.

No iba a casarse, al menos no con Sasuke.
Mucho menos quería ser infeliz con alguien que no amaba, pero ella sabía que no tenía el derecho de exigir nada, mucho menos decidir con quién pasar el resto de sus días.

¿Qué podía decir?, estaba entre la espada y la pared.
El amor de su vida, quien le propuso matrimonio hace solo unos días atras seguía desaparecido, no iba a traicionarlo de esta manera.

—Padre, no deseo casarme todavía… ¿Esto es necesario?

Tenía una leve esperanza que a su padre se le ablandara el corazón, leve.

—¿Es que acaso escuché mal?, ¿estas loca, Sakura?

Pero no, todo lo contrario, ella había hecho que se enfadara.

—¡Como tu padre, NO permitiré que rechaces esta excelente oportunidad Sakura!, ¡estamos hablando del nuevo rey! Serás reina, tendrás una mejor vida que en esta casa, mayores comodidades... Y tendremos más poder.

El patriarca se puso de pie, molesto junto a la puerta, y ahí, apuntando a la joven con una cara agria le escupió las siguientes palabras: —Si osas rechazar esta propuesta ¡Ten por seguro que en mi casa tú ya no vivirás más, estarás muerta para nosotros, y simplemente te internaré en un conservatorio o te tiraré a la pocilga!

Y sin más, el hombre se marchó.

Si ella aceptaba seria burlarse cruelmente de Itachi, de su memoria, de su promesa, de su amor.
Pero si rechazaba la propuesta, su vida y la de su familia se tornaría un infierno, ¿quién osa rechazar la propuesta de un rey?

«Por favor Itachi, aparece…».

El funeral del monarca fue muy deprimente, se había ido joven y sin haber podido encontrar rastros de su hijo mayor.

Sakura se alejó un poco de la multitud, Sasuke la siguió y se sentó en la banca más cercana.

—Supongo que ya sabes cual fue la última petición del rey.

Sakura recordó las palabras de su padre y asintió en silencio.

—Si no quieres está bien… Aún así Sakura, me siento tan solo ahora.

Observó a Sasuke, el miraba el cielo, deprimido. Su hermano había desaparecido, su padre había fallecido, él definitivamente no la estaba pasando bien.

Observó el cielo imitando al joven.
Pensaba en Itachi, que ya no estaba con ella, aún así sabía que la estaría mirando desde el cielo, si es que él ya no estaba con vida, pidiéndole que continúe con ella, pero se sentía una mala persona al traicionar su memoria de esta manera. 

Ella prefería sufrir en silencio toda su vida, en soledad si era necesario, pero no podía ser capaz de irse a los brazos de otro hombre… ¿o si?

El honor familiar estaba en juego, su vida...
Porque si no era feliz con alguien que no amaba, tampoco lo sería en su hogar.

Sasuke tomó su mano, despacio, pero atrevido. Ella observó a la multitud, nadie más que sólo una persona los miraba, su padre.
El patriarca la miraba serio e hizo un gesto con la mano, en señal de estarla amenazando que ella estaría muerta para el.

Observó a Sasuke quien no decía nada, era como si solo quisiera sentir el contacto, el apoyo de alguien cercano, respirando tranquilo, solo mirando sus manos unidas. Ella no deshizo el agarre, solo observaba el contacto de manos.

—¿Y?, ¿le concederías la última petición a mi padre, Sakura? —Subió la mirada y se observaron por unos segundos, respirando nerviosos —Tú, ¿te casarías conmigo, siendo así mi nueva reina?

Observó a Sasuke, con ansiedad.
Observó a su padre, quien seguía mirándola amenazante.

Respiraba con dificultad, sentía pesado el aire; observó el cielo, bajando la mirada en unos eternos segundos y asintió, lento.

Sasuke respiró tranquilo, se sentía agradecido, quizás su nueva vida no sería tan difícil al lado de una maravillosa mujer, como lo era Sakura para el.

—Gracias, Sakura —El le sonrió, agradecido.

Ya estaba hecho, ahora solo quedaba asumir las consecuencias.

Continuará...

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Notas del autor:
Espero que sea de su agrado la lectura y nos vemos en el próximo capitulo ♥️

HeeniUch.

Hilo rojo (ItaSaku) EN PAUSA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora