Hilo rojo (ItaSaku) EN PAUSA.

Capítulo 1- 5: ¿A esto le llaman amor?

Avanzaron rápidamente a la entrada principal tomados de la mano en todo momento, y con la adrenalina a flor de piel. Bajaron las escaleras, y avanzaron hasta la enorme pileta que tenían en el vasto jardín.

Observaron el agua, se reflejaba la luna llena en ella entregando una vista maravillosa.

—Como odio estas fiestas —. Admitió él.

El comentario hizo reír a la joven Sakura, quien agregó divertida: —Eso es muy irónico, su alteza, después de todo fue idea suya.

Itachi rió fuerte, ella tenía un punto.

—Solo quería volver a verle...

Sakura le observó sorprendida, no se esperaba nada de lo que acababa de escuchar.

Sus manos seguían unidas, sin embargo ninguno de los dos quería separarlas; Itachi la observaba de reojo, y Sakura estaba muy cohibida, sin decir nada, aún así Itachi sabía que debía ser un caballero de bien, y no incomodar a la joven.

—Discúlpeme, no quise ser atrevido

De a poco soltaron sus manos, dejando en ellas el calor que antes se posaba.

—No por favor, alteza, no estoy incómoda... Yo, también deseé volver a verle, solo por eso es que estoy aquí.

Itachi sintió sus mejillas con calor, moría de vergüenza, pero amó escuchar tales palabras, eso es lo que el esperaba, que Sakura le correspondiera.

Conversaron hasta altas horas de la noche sentados en el césped, al parecer tenían muchas cosas en común.

Nadie había venido por ellos, al parecer la ausencia de ambos jóvenes no era notoria, y lograron escabullirse exitosamente de la multitud, aún si Itachi era el festejado y todo.

Itachi sabía que su padre no iba a buscarlo, ¿por qué?, porque era muy probable que si Itachi desaparecía era porque ya tenía a la candidata perfecta para desposarlo.

Antes de ella partir Itachi le pidió volver a reunirse, ella aceptó, dejando la biblioteca de la ciudad como su punto de encuentro.

Así pasó un mes, donde Sakura acostumbró a escabullirse a la biblioteca para verse con Itachi de vez en cuando, como también al castillo de los Uchiha, junto a su padre.
Ahí solía conversar un buen tiempo con ambos príncipes, por separado.

Por única vez Sakura agradecía que su padre fuera una persona importante para el rey, nunca imaginó que eso le ayudaría a estar más cerca del hombre que ella quería.

1 mes después.

Ella llegó al castillo como de costumbre, su padre se separó para ir a ejercer sus labores, y ella se dirigió al jardín trasero, sabía que pronto aparecería uno de los hermanos.

Y tenía razón, Itachi se asomaba temprano por la puerta, sonriendo, sabía que ella ya estaría ahí esperando por él.

Tomó su mano, saludándole, ella le sonrió, contenta, y decidido él agregó: —Hoy quiero... Escapar.

Y tomando la mano de Sakura firmemente, le hizo hincapié para comenzar a correr lejos de la vista de todos. Ella reía fuerte, no temia su destino, confiaba en el más que en ella misma.

—¡Estas loco, Itachi! —Reían ambos, sin parar.

Se detuvieron, llegando a un barranco en señal de que era el final del camino.

Ambos observaron al frente, se veía un paisaje hermoso donde las olas del agua turquesa chocaba en rocas gigantes, junto al sol reflejando todo su esplendor.

Tomados de la mano él se volteo a verla, de frente, nervioso... ¿Era esta su oportunidad?, tenía miedo de arruinar todo lo que habían construido en todo este tiempo.

Se mordió el labio, ella le observaba intrigada, ¿va a suceder, lo que creía que iba a suceder?

—Voy a hacer algo que he querido hacer por mucho tiempo... ¿Me permites? —Puso su mano sobre el cuello blanquecino de la joven.

Ella observó sus labios... Sí, su primer beso venía en camino.
Se miraron a los ojos y asintió, nerviosa.

Itachi se acercó, lento, pero seguro. Cerraron sus ojos, y simplemente dejaron que sus labios se tocaran, despacio, sin prisa, siendo ambos inexpertos.

El beso no se detuvo hasta muchos segundos después.
Al separarse sentían sus corazones bombear muy rápido, casi que podían sentir como podía salirse de su pecho; seguían juntos, abrazados, dichosos.

Itachi juntó sus frentes, sintiendo la respiración de ambos hacerse una sola, y sonrió.

—¿Te casarías conmigo, Sakura?

Sakura simplemente tomó sus manos y asintió sin dudarlo.

—Sí, y mil veces sí.

«¿Así se siente amar a alguien?» pensaba Sakura, se sentía al igual como las muchachas de sus libros cuando describían el amor, emocionada, feliz, casi realizada.

—Prometo que hablaré con mi padre cuando regrese, solo esperame un poco más. Me costó un mundo encontrarte, y ahora no quiero dejarte ir...

Continuará...

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Notas del autor:
Espero que sea de su agrado la lectura y nos vemos en el próximo capitulo ♥️

HeeniUch.