Los que se pelean se aman

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AMOR-ODIO

1231 PALABRAS

Nunca me he llevado bien con el comandante, sabemos comportarnos, pero realmente no nos soportamos, por eso odio cuando me llama a su oficina, generalmente estamos acompañados, pero cuando estamos solos nuestras tranquilas charlas de trabajo terminan en discusiones, yo lanzándole un libro, el gritándome lo odiosa que soy. El amable y correcto comandante Erwin Smith puede llegar a ser insoportable, nunca me agradó, nunca me gustó, siempre tenía un mal presentimiento sobre él.

Suspiro dirigiéndome hacia la oficina de Erwin, me llamó para resolver un tema con mi posición en la próxima misión fuera de las murallas, entro a su oficina sin tocar, lo veo sentado frente a su escritorio leyendo unas cosas, las hace a un lado cuando me ve.

—Al fin llegaste— se para y se dirige a un mueble sacando un papel enrollado, me acerco hacia su escritorio dejando que la luz de la luna que se cuela por un hueco entre las cortinas, me ilumine. Se ubica a mi lado extendiendo el papel por sobre el escritorio, veo las posiciones de la próxima misión dibujadas por el lienzo, pasa su mano por la hoja.

—Aquí iras tu— me indica con un dedo, hago una mueca, la posición no me agrada mucho debería ir más afuera para así proteger a mi grupo y el resto de soldados que van.

—No crees que iría mejor aquí— le señalo un punto más alejado del centro.

—Las posiciones ya están asignadas, no puedes cambiarlas— cierra el mapa frente de mí y se dirige al estante para guardarlo.

—¿No tengo derecho a ver mi posición? Por algo me llamaste ¿no?

—Si, tienes derecho a verla y ya te la mostré, precisamente para eso te llamé— me contesta en tono brusco.

La conversación comienza a subir de tono terminando en una discusión como todas las otras veces, el me recalca lo que odia de mí y yo le saco en cara lo insoportable que es.

—¡Eres una testaruda!— me grita.

—¡Te odio!— él se acerca hacia mí con pasos largos mientras lo miro con desagrado, de un momento a otro me besa, un beso cargado de odio y enfado.

Mi cabeza comienza a dar vueltas ¿del odio al amor no hay un solo paso? Una línea bastante estrecha que puede ser cruzada en cualquier momento y creo que el la cruzó esta noche, mi mente me juega una mala pasada recordando lo increíblemente atractivo que es, recordando cada momento en el que deje mi odio de lado admirando lo bien que se veía y esa noche se veía igual de bien que siempre, con su aura dominante y seria haciendo que le devuelva el beso.

Nuestros labios danzan juntos en un beso lleno de odio, pero también cargado de algo más, lo siento, siento algo diferente proviniendo de él, lujuria. Me agarra de la cintura alzándome, me sienta sobre su escritorio aun con sus labios en los míos, se separa del beso y comienza a atacar mi cuello, siento como sus labios y su nariz lo recorren, encendiendo algo en mí.

Algo me desconcentra de las sensaciones que produce su boca en mi cuello, un crujido, seguido por otro, algo rompiéndose, una tela siendo desgarrada, de un momento a otro mis pechos están completamente expuesto y la blusa blanca que llevaba puesta está completamente rota, Erwin manosea mis pechos sin ningún tipo de vergüenza, acerca su boca a uno de ellos y lo chupa con deseo, como si necesitara de el para vivir.

Inconscientemente lanzo mi cabeza hacia atrás disfrutando de la sensación, cierro mis piernas apretándolas con fuerza, la abstinencia sexual de los últimos meses me está jugando una mala pasada haciendo que cada roce de el contra mi piel me excite de una manera alarmante, siento mi respiración un tanto agitada, miento, está muy agitada, casi como esta cuando entreno.

Se separa de mis pechos y agarra mi cabello con fuerza atrayéndome hacia él, besándome con deseo, pero aun con enojo. Sus manos bajan desabrochando mis pantalones del uniforme y por inercia cierro mis piernas impidiéndole el paso, el enojado las separa con sus manos he introduce una de ellas por debajo de mis pantalones, siento sus dedos tocándome por sobre la ropa interior.

El mira hacia abajo concentrado en lo que hace, nunca me mira al rostro, para nada. Siento cada movimiento de sus dedos allí abajo, siento como hacen a un lado mi ropa interior sumergiéndose en mi intimidad, el suelta un pequeño gruñido al sentir lo húmeda que estoy. Saca sus dedos de dentro de mí y sube un poco, comenzando a moverlos en movimientos circulares sobre el punto más dulce de mi cuerpo, arqueo un poco mi espalda dejando inundarme por todas las sensaciones que me producen sus dedos y suelto un pequeño jadeo.

No tenía idea de que Erwin supiera complacer tan bien a una chica, tampoco sabía que el supiera todos esos puntos que hacen que me excite.

Saca su mano de mi entrepierna y observo como se deshace de mis pantalones en conjunto con mi ropa interior, vuelve a besarme mientras acaricia mis muslos, nunca me imagine estar en esta situación, completamente desnuda en la oficina de Erwin.

Comienza a desvestirse, su camisa cae al piso dejándome ver su torso descubierto, escucho el cierre su pantalón y siento como frota su miembro contra mi intimidad, entra en mi rápidamente el libera un gruñido, arqueo mi espalda al sentirlo llenarme y suelto un sonoro gemido que él calla con su mano.

Comienza a besarme nuevamente, sus brazos me rodean y me levanta, rodeo su cintura con mis piernas para no caerme, el camina conmigo y me estampa contra la pared, me duele un poco la espalda al chocar contra esta pero no me importa, comienza a moverse violentamente.

Lo abrazo y araño su espalda, lanzo mi cabeza hacia atrás jadeando, siento como comienza a estimular mis pechos, lamiéndolos y chupándolos, sus dedos se hunden en mis caderas agarrándome fuertemente, apoyo una mano en la pared para intentar sujetarme de algo,siento como sus cadera choca contra la mia, lo cual hace que me excite bastante.

Comienza a ir más rápidamente y siento como mi eyaculación se acerca, mi interior lo aprieta mientras me corro. Escucho su respiración agitada y disfruto las siguientes estocadas que me da, sale de mí y suelta un gemido ronco, siento como rocía su eyaculación en mis pechos y estómago, me tomo un minuto para regular mi respiración y asimilar la situación.

Apoyo las manos en su pecho y le doy un empujón apartándolo de mí, el me mira con confusión, me odio a mí misma por dejarme llevar por las sensaciones que me producía, culpo a la maldita abstinencia que tuve, debí haber tenido sexo con cualquier otra persona para poder evitar esto.

Me aparto de él y comienzo ponerme mi ropa bajo su mirada, miro mi blusa, está completamente destrozada, agarro la chaqueta verde que el tenía puesta en su silla y me la pongo, la abotono para poder cubrirme, me queda un tanto grande pero no importa.

—¿No dirás nada?— me pregunta mientras termina de abotonarse la camisa.

—Te devolveré la chaqueta luego— salgo de su oficina dirigiéndome a mi habitación. 

Cierro la puerta de mi habitacion detras mia y me froto la cara con las manos —Argh ¿Qué hice? ¿Qué hice? ¿Qué hice?- me pregunto a mi misma.

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⏰ Última actualización: Feb 20, 2022 ⏰

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One shots / Erwin SmithDonde viven las historias. Descúbrelo ahora