Whisky en las rocas y una chica linda, por favor.

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  EL BAR

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  EL BAR

1576 Palabras

Ha sido un día duro y estresante, el trabajo me ha mantenido ocupado y no he parado en todo el día, ya terminada mi jornada laboral salgo del edificio. Camino por las calles de la ciudad de camino a mi departamento, pasando frente a un montón de locales abiertos, restaurantes, bares, discotecas, cualquier cosa que podría estar abierto a las once de la noche, bueno, cualquier cosa que podría estar abierto acá en Las Vegas, me detengo frente a un resplandeciente local, una discoteca, he venido aquí antes, el bar es maravilloso, entro en el edificio dispuesto a beberme alguna que otra copa.

Las luces resplandecientes del local se ven por todo el lugar y la música resuena por todos lados, me adentro por en medio de la gente y consigo llegar al bar, me siento en uno de los taburetes que hay dispuesto a ordenar algo.

—Buenas noches, ¿Qué desea?- me saluda el bartender.

—Whisky en las rocas.

—Enseguida- el hombre se da la vuelta preparando mi bebida. —Gracias- contesto cuando me la da, pago enseguida y me doy la vuelta mirando hacia la pista de baile, hay un montón de gente en el local, bailando y divirtiéndose, mis ojos captan a una chica, bailando sola, me quedo mirándola, bebiendo de mi vaso, la detallo mejor, tiene unas tetas increíbles y un trasero para morirse.

Tal vez (muy probablemente) ella se dio cuenta de mis miradas porque me vio y continúo bailando con sus ojos sobre mí, la música cambió a algo menos movido, más provocador, su cuerpo se movía al son de la música, invitándome a que baile con ella, aunque no sea ese tipo de baile. En ningún momento dejo de mirarme, pasa las manos por su cuerpo disfrutando de la música como si esta le recorriera la sangre, me acomodo en mi asiento; esto ya era un duelo de miradas entre ambos, la música cesa volviendo al ritmo normal, me acabo todo el contenido de mi vaso y lo dejo en la barra, la chica se mueve entre la gente, aun mirándome, como si quisiera que capte el mensaje.

Me paro de mi asiento y la sigo, la veo entrar en el baño de chicas, vigilo si no hay nadie que pudiera fijarse que entré, me adentro en el baño, no hay nadie más allí, veo como la chica entra en uno de los cubículos, no voltea la vista hacia atrás como si supiera que la estoy siguiendo.

Entro en el diminuto espacio con suerte hay espacio para movernos, apenas cierro la puerta ella se abalanza sobre mí, besándome con deseo, sus dedos se enredan en mi cabello jalándolo, mis manos recorren su cuerpo sin ningún tipo de contención, agarro su trasero con fuerza dándole una sonora nalgada que hace que ella gima contra mis labios. Bajo las tiras de su vestido negro dejando al descubierto sus pechos ya que no llevaba sujetador, los toco sin pudor alguno llenándome las manos con ellos.

Comienzo a chupar cada uno de ellos, deleitándome con su sabor, muerdo, chupo y lamo sus pezones con deseo y necesidad, una de mis manos está en sus caderas atrayéndola hacia mí. No sé de qué manera ella logra separarme de su cuerpo y me empuja haciendo que me siente sobre el retrete, se inclina sobre mi besándome con lujuria, desabotona algunos botones de mi camisa y se arrodilla frente de mí, desabrochando con audacia mi cinturón y bajando mis pantalones liberando mi miembro.

One shots / Erwin SmithDonde viven las historias. Descúbrelo ahora