Conquistar a una Manoban

06

POV Jennie.

La cantidad de gente que hay en este lugar es impresionante. Las calles están llenas de autos aparcados y desde el jardín alcanzo a ver a un montón de personas, sin contar las que debe haber adentro de la casa.

Camino hasta la entrada. La verdad es que no he traído ningún regalo, pero sí que traje dos botellas de vodka; podría considerarse mi obsequio para quien sea que es el cumpleañero o cumpleañera.

—¡Jennie, por aquí! —me llaman.

Rodeada de otros chicos, Heejin sacude su mano en el aire para que pueda ubicarla. Me acerco a ella.

—Hola —saludo.

—Al final sí viniste —dice mi amiga.

—Sí, de todos modos mañana no hay clase —digo.

—Y trajiste armamento —Yerin, una de las chicas, se refiere a las dos botellas que cargo conmigo.

—Es solo un pequeño detalle —le guiño un ojo.

Volteo a ver a mi alrededor, entonces veo a tres mujeres bajando las escaleras del segundo piso, son Lisa, Rosé y Jisoo.

—Ahorita vengo —le aviso a Heejin y voy en dirección de las Manoban.

Quiero hablar con Rosé, seguro que esta es la oportunidad perfecta, digo, estamos en una fiesta, hay bebidas y un buen ambiente, dudo que no podamos pasar un rato agradable juntas.

—Jennie, hola —dice Lisa cuando me ve acercándome a ellas.

—Hola —saludo —. No pensé que fueras a venir —le digo a Lisa.

—¿En serio? Si hasta me acompañaste a comprar el regalo de Jisoo —me dice la pelinegra.

Oh.

Entonces la fiesta es de su amiga; no tenía ni idea.

—Entonces tú eres la del cumpleaños —me dirijo a Jisoo, quien asiente sonriendo —. Pues esto es para ti.

Jisoo recibe mis dos botellas de licor con una amplia sonrisa.

—Creo que este es el mejor regalo que me han dado —dice Jisoo. Lisa y Rosé voltean a verla con una mirada recriminante —. Tranquilas, chicas, sus regalos también fueron los mejores.

—Más te vale —dice Lisa con esos ojos afilados.

—Bueno, ¿puedes dejar esta en la cocina? —Jisoo le pregunta a Lisa pasándole una botella —. Yo subiré esta otra a mi habitación.

—¿Te acompaño? —Rosé le pregunta a Jisoo con una mirada cómplice.

—Por favor —Jisoo le responde a Rosé mostrando una sonrisa ladeada.

¿De qué me perdí? ¿Qué son esas miradas?

Ambas chicas suben de vuelta por las escaleras dejándome sola con Lisa.

—Voy a la cocina, ¿vienes? —pregunta Lisa sacándome de mi cuestionamiento interno.

—Sí —camino siguiéndola —. ¿Sabes dónde está? Parece que conoces bien la casa.

—He venido varias veces, Jisoo me ha mostrado cada rincón —dice Lisa.

—Oye, Lisa —la detengo antes de pasar el umbral a la cocina —. Tengo esta duda desde hace un rato...

—¿Cuál? —Lisa me mira esperando a que continúe.

—¿Es cierto que tienen paredes de oro? —pregunto finalmente. Lisa ríe fuertemente —. ¿Qué es tan gracioso?