"Cracks de nuestros rollplays vol. 3"

What if...?(1/??)

(Aclaración: Anoche tuve insomnio, así que se me ocurrió la loca idea de: "¿Qué pasaría si las cosas hubieran salido realmente mal en nuestros rollplays?"

Creo que hay bastante material, romperé bastante con las lineas del tiempo y la lógica de los sucesos pasados en cada rollplay. Mientras nada sea canon, todo es permitido)

What if: Capítulo Uno
Rollplay original
Dennnis traidor

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Un ensordecedor sonido metálico fue producido por la pesada puerta de acero al ser abierta, y una alta figura joven se hizo presente en la oscura habitación, caminando tranquilamente, calculando la velocidad de sus pasos y analizando a la persona herida en el extremo opuesto del cuarto. Una sonrisa suave se formó en sus labios al notar el evidente temblor en el cuerpo ajeno, dirigiéndose de inmediato hasta él, intensificando esa reacción que delataba un miedo genuino.

—¿Qué sucede, tío? —Un ligero tono de burla se apoderó de la voz profunda de Dennis, mientras acercaba una mano hasta el rostro de su familiar, provocando que este se apartara de inmediato— ¿Acaso le temes a tu sobrino favorito? ¿A tu Lev?

—¿P-Por qué haces e-esto? —Fue lo único que logró musitar el adulto, mientras intentaba acomodarse en el suelo para retomar la compostura y no verse tan inofensivo. En respuesta, el menor se carcajeó, lo que le produjo un estremecimiento en su espalda, escuchar esa inquietante risa otra vez, solo consiguió asustarlo aún más.

—Oh vamos, tú literalmente me serviste la oportunidad de traicionarlos en bandeja de plata y eso lo sabes bien —Contestó el de cabellos amarronados, para después sacar una navaja de su bolsillo y jugar peligrosamente con ella entre sus dedos. Su voz adquirió una tonalidad burlesca nuevamente y una drámatica expresión de angustia se formó en sus facciones— Una emboscada nos esperaría en el camino a la estación de trenes, impidiendo que lograramos dejar esta ciudad y nos quedaramos atrapados para siempre... Eso les pasa por confíar en mi idea de irnos de aquí, los guié como ovejas al matadero

—¡R-Responde mi p-pregunta! —Exclamó con improvista frustración el pelinegro, intentando acercarse a su contrario, pero fallando en el intento al tener sus manos y pies encadenados. Se desesperó al darse cuenta de lo perjudical que era para él el hecho de estar inmovilizado de esa manera, y si ningún tipo de protección cercana, pero aún así, hizo esfuerzos para aproximarse lo más posible a su sobrino— K-Katherine jamás t-te hizo daño, yo t-tampoco, r-repito... ¿Por q-qué haces e-esto? ¿P-Por qué hiciste eso...?

—Esa mocosa no es tan inocente como crees, siempre encontró la manera de dejarme a un lado y quitarme el cariño de todos —Habló con rencor el castaño y su mirada se ensombreció, volviendo a su semblante serio y distante de siempre, con unos ojos carentes de cualquier sentimiento que no fuera profundo odio. Se levantó para sacar un pañuelo del bolsillo de su pantalón, comenzando a limpiar con esmero la sangre salpicada en su rostro— Respecto a tu otra pregunta, esa maldita Beaufoy ya no será un problema para mi

—¿Y q-qué harás ahora, L-Lev? —Cuestionó casi en un susurro el mayor, mostrándose nuevamente atemorizado ante la frialdad presente en las acciones del otro. Pasó saliva cuando las apáticas orbes marrones se fijaron en él y retrocedió como pudo al ver como la mano peterneciente al otro se acercaba a su persona, agarrandole con brusquedad el cuello, obligandolo a soltar un quejido ahogado.

—Como tú mismo dijiste, eres de las pocas personas que no me ha hecho ningún daño, sería injusto lastimarte en ese caso, ¿no? —Los suspiros de dolor interrumpidos por la falta de aire y los forcejeos, aumentaron considerablemente cuando presionó con más fuerza, quería dejar una marca ahí y eso consiguería. Después de unos minutos, finalmente soltó el cuello contrario y sus ojos brillaron con satisfacción al ver las notorias huellas rojizas que sus dedos dejaron en la pálida piel ajena— Hey, ahora tenemos una igual

Se quedó en silencio, escuchando como su tío hacia esfuerzos para volver a respirar de manera correcta y no desmayarse gracias a todo el tiempo que estuvo sin acceso a oxígeno, dejandose caer al suelo con débilidad. El de 19 años hizo una ligera mueca de arrepentimiento, y atrajo el hombre hasta él, comenzando a acariciarle con delicadeza la espalda para regular su respiración— Calmate, ya no te dañaré más

—N-No... —Charles comenzó a toser y acarició su cuello, sentía unas dolorosas punzadas en esa zona, y gracias a los minutos de forcejeos, estaba seguro que algunas de sus heridas se habían abierto— N-No l-lastimes a L-Leslie, a e-ella n-no... P-Por favor...

—Con lo que sufrió hoy, ya es suficiente, por lo menos por ahora —Desvió su mirada con enojo y desquitó su molestia tironeando suavemente el cabello azabache del mayor, provocando un tenue quejido en él. Siempre odió la enorme atención que recibía su hermana de parte de sus familiares, a pesar de que se esforzaba en ser el "hijo perfecto", su padre, madre y tío parecían querer más a la Bennet menor o por lo menos, así era en su mente. Se sumió en sus pensamientos, recordando todos esos momentos en su adolescencia cuando se sintió desplazado, una ola de dolorosas reminisciencias se hizo presente en su cabeza, provocando que su mandíbula se tensara y cerrara con fuerza su puño. Siguió haciendo esa acción, hasta que un nuevo quejido rompió el ambiente taciturno en la habitación.

—¿P-Por qué d-dices que n-no me lastimarás y d-después lo haces c-como si nada...? —Preguntó el orbes esmeraldas sintiendo dolor en la zona alta de la cabeza, acomodandose lo más lejos posible del joven, frunciendo el ceño con cierta gallardía, intentando no pensar en el hecho de que el chico aún tenía un arma en su poder. Notó como la ira comenzaba a apoderarse de sus expresiones faciales, pero eso no lo detuvo— ¿Q-Qué es lo que p-planeas?

—Haces demasiadas preguntas para mi gusto... —Controló como pudo sus impulsos y se sentó en el frío suelo de cemento, apoyando su espalda en la pared, sumiéndose en silencio de nuevo, como ya era costumbre en él. Fijó su vista en su propia chaqueta y extrajo una foto familiar oculta en uno de los bolsillo interiores, dedicando unos momentos en analizar ese trozo de papel algo antiguo— Pero te responderé para que guardes silencio

—Haré pagar a cada una de las personas que arruinó mi vida... —Sostuvo la foto entre sus dedos mientras seguía hablando con voz vacía, y con su otra mano logró alcanzar un encendedor que estaba abandonado en  el piso. Encendió el artefacto métalico y dirigió la llama hasta una esquina de la fotografía, en donde se visualizaba la imagen de un hombre castaño de pecosa piel— Y ya sé quien será el siguiente

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