Cerca de ti ↺ Jakehoon

OO9 | Final | Sinceridad

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(( 💌 ))⟶ ‧₊˚♡ (Corriendo hacía ti) !! ♡‧₊˚

Al día siguiente Sunghoon no asistió a clases y quiso quedarse en casa. Tuvo una noche terrible y no dejó de sentir demasiadas náuseas. No pudo conciliar el sueño y tenía grandes ojeras debajo de su rostro, tanto estrés y temor hicieron que cayera enfermo de fiebre alta, deseando que las horas fuesen eternas en el reloj y que no acabarán nunca para quedarse sin deber explicación a nadie.

¿Por qué le pasaban cosas malas? Nunca hizo mal a nadie y mucho menos se portaba mal y tenía una maldición encima de él que no deseaba soltarlo. Lo terrible del asunto que su primer intento por querer ser valiente y confesarse se había sido arruinado por completo por MinJun. Estaba tan avergonzado de sí mismo y no quería ver a nadie.

Ni siquiera a Jake y no porque no quisiera, al contrario, deseaba verlo pero no tenía el valor suficiente para enfrentarlo y explicarse. El día anterior se fue como todo un cobarde luego de afirmar que era el autor de las cartas y temiendo recibir un posible desagrado o insulto de por medio, mejor quiso irse.

¿Qué pensaría Jake de todo esto?

Imaginaba lo peor, seguramente creería que se burló de él y no era así, realmente lo quería demasiado y no era ninguna broma. Sí tan solo se hubiera fijado antes de irse, no se estaría lamento de sí mismo por su descuido y confianza. Desgraciadamente lo hecho, estaba hecho y quedaba afrontar su descuido, pero se sentía tan solo y vulnerable en esa casa tan grande y vacía, mientras que sus pensamientos no dejaban de torturarlo de la peor manera, haciendo que se sintiera bastante miserable al darse cuenta que había sido codicioso al creer que Jake lo seguiría luego de irse corriendo.

Que patético.

Ahora estaba en el patio de su casa, con la mirada perdida mientras sostenía un vaso de chocolate caliente y era testigo de cómo las hojas caían de los árboles y bañaban las calles de colores otoñales en esa tarde nublada de octubre.

¿Por qué creyó ser especial?

Puede que Jake ni siquiera lo consideraba como un amigo y solo como un conocido más en su vida. Sabía que confesarse sería el veneno que terminaría consumiendo su ser hasta dejar nada.

Había sido un idiota.

Todo se había arruinado, sus sentimientos ya no eran ningún secreto para nadie y era juzgado por ellos mismos sin antes ser escuchado.

─ ¿P-Por qué todos me odian? N-No hice nada a nadie para que me hicieran esto ─se lamentó de todo lo ocurrido. Si tan solo fuera diferente, le hubiera dicho todo lo que sentía a Jake desde antes y no se hubiera refugiado en cartas, pero desde que su mamá no estaba nunca fue valiente ─, d-detesto ser yo.

No podía dejar de llorar mientras se hacía bolita con su frazada y seguía maldiciendo lo mucho que se odiaba.  Está vez no le importaba si el frío se adhiriese a sus huesos y enfermara más de lo que ya estaba, lo único que deseaba era poder sacar todo lo que había mantenido encerrado por tanto años, sin importarle el tiempo que se llevará: La muerte de su madre, la ausencia de su padre en gran parte de su vida y el amor unilateral de más de dos años que sentía por Jake.