Capitulo 6: Un viaje por sorpresa

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-Una semana después-
Jordan

Llevaba ya una semana sin saber de Nadine, y creo que es por haberme comportado así de... No sé, como si fuera mi novia, aquel sábado. Pero no me pude aguantar esas descomunales ganas de besarla, de darle un abrazo. Aunque no salió como me hubiese gustado.

Nadine

Ya había pasado una semana de aquel maravilloso día que pasé con Jordan y ya no se nada de él. Pero todo por culpa Emily. Me dijo que caería en la trampa, que aunque seamos familia él no pararía asta conseguir lo que quería. Pero fue error mio haberselo contado. Cada vez, no sé, me siento como, feliz con él, ¿será que me estoy empezando a enamorar? No lo sé, pero si fuese así no me arrepentiría.
De pronto suena el timbre de mi casa. Fui a abrir y era Jordan. Me alegre de tal forma que sin dudarlo le di un abrazo y el lo siguió. Una vez más enloquecí con su perfume, esta vez era otro diferente, y olía mil veces mejor.
El me dijo que me hechaba de menos y yo le dije que también. Entónces me dio un beso en la mejilla y yo sonreí timidamente.
Ya me daba igual que dijese Emily, a mi me gustaba pasar las tardes con él y a él pasarlas conmigo.
Cogí los cascos y mi móvil y nos fuimos a un parque. Empezé a tararear la canción que estaba escuchando y él se reía.
-¿Qué escuchas? -Dijo mirando al suelo.
-¿En? ¡Ah! Pues escucho Green Day.
-¿Te gusta el rock?
-¡Me encanta el rock!
-Pues igual que a mi. Me encanta que tengamos cosas en común.
-Y a mi. -Me reía entre dientes. -Sabes... Me encantaría ir a un concierto de Green Day, y el próximo es en Amsterdam, pero nadie me puede llevar...
-A mi también me encantaría ir... Ya irás, no te preocupes. -Me dijo mientras me pasaba la mano por encima de los hombros.
-Algún día es muy tarde. -Se reía. -Ten paciencia Nadine Johnson, ten paciencia.
-Si voy, te vienes ¿vale?
-Me ofende la duda. Claro que voy.

-Unos días después-

Jordan

-¡Corre Juliet! ¡Que se agotan las entradas!
-¡Ya voy!
Llegamos a la tienda y justamente solo quedaban dos entradas. Las compré y las guardé en mi cartera. Nadine va a flipar cuando le de la noticia.
Me dirijo a casa de Nadine.
-¿Podemos hablar? -Le dije cuando me abrió.
-Claro, pasa. -Me dice amablemente.
-¿Qué pasa?
-Primero debo preguntarte algo pero respondeme sinceramente.
-Vale, dime.
-¿Te gusta Amsterdam?
Me mira extrañada y le enseño las entradas.
-¿Tú querías ver a Green Day en directo verdad?
-¿Que has hecho qué? ¡Jordan no bromeés con esto eh!
-Es totalmente cierto Nadime, ¡nos vamos a Amsterdam! Corre ve ha hacer la maleta, salimos mañana temprano.
Puso sus delicadas manos en su boca en señal de sorpresa y trás unos instantes, me abrazó diciendome «te quiero» varias veces.
Subió corriendo a su cuarto ha hacer las maletas. Yo me sentía muy feliz por verla tan contenta. Verdaderamente la amaba...

Nadine

Cuando Jordan me dijo lo de Amsterdam quedé en estado de shock, con los ojos abiertos de la sorpresa. Esto no tenía precio, a sido un detallazo por su parte.
-No me lo creo... ¡Nos vamos a Amsterdam!
-¡Creetelo porque mañana será un gran día cuando lleguemos!
Esa noche no dormí absolutamente nada, no me lo acababa de creer.
A la mañana siguiente me duché, me despedí de mi madre y Jordan y yo emprendimos el viaje.
Cuando llegamos al aeropuerto estabamos agotados.
-Bueno, ya queda menos. Nuestro hotel está cerca del museo... No me acuerdo de su nombre. Bueno, que nos lleve un taxi.
-Vale. ¡Ay! Que nervios y que contenta estoy.
El avión despegó y la adrenalina pudo conmigo. Nada podía ir mejor.
Al llegar, madre mia... Había gente por doquier.
-Bienbenida a Amsterdam señorita Johnson. -Dijo Jordan bromeando.
No me aguanté las ganas de darle un beso en la mejilla así que lo hize. ¡Oh, dios! Su piel es tan suave... Él sonrió cuando le di el beso y yo reí después.
Cogimos un taxi al hotel y cuando llegamos, ¡aquello era enorme!
Uno de los que trabajaban allí nos enseñó nuestras habitaciones y yo aprobeché para deshacer la maleta, mientras que Jordan no pudo resistirse a ir a bañarse a la piscina.
Cuando terminé de acomodarme en mi habitación me puse un bikini y me fui con Jordan a la piscina.
Cuando llegué estaba en el agua y yo me senté al borde de la piscina, dejando que mis piernas se mojaran.
Se acerca Jordan nadando y me dice:
-¿No te vas a bañar?
-No, quizá más tarde.
-Está bien. -Me contesta con esa hermosa sonrísa que tiene.
Nos dimos las manos, mirandonos...
Y cuando me quiero dar cuenta, ¡estoy dentro de la piscina!
-¡Eres tonto! -Dije riendome.
-Eso por no meterte conmigo antes. -Me contestó sacandome la lengua.
Después de la piscina, Jordan propuso ir al cine y me pareció bien.
Llegamos a nuestras habitaciones y nos arreglamos. Me duché y me vestí. Cogí mi bolso, mi móvil y la cartera.
Al salir de la habitación, Jordan estaba esperandome en la puerta. Dios... ¿Como hacía para que toda la ropa le quedase bien? ¿Y el desodorante? Mejor no hablar del desodorante. Era un olor como a... chocolate.
Me extendió el brazo y le di la mano.
-Que guapa estás hoy.
-¿Hoy nada más?
-No. Es siempre, pero hoy es cuando me he dado cuenta de la hermanastra tan guapa que tengo.
Me reí.
-¿Qué película vamos a ver?
-No lo sé, que tal... ¿una de miedo?
-¿De miedo? No quiero tener que salir de la sala porque te asustaste.
-JA,JA,JA. -Dijo de mala gana.
Me reí bajito. -Venga va, vamos a la de miedo.
Compramos las entradas, la bebida y las palomitas y nos dirigimos a la sala donde se rodaba la película. Pero resulta que me entraron muchas ganas de ir al baño.
-Jordan.
-Dime.
-Tengo que ir al baño. Voy en un momento y ahora vuelvo, tu ve ocupando los asientos.
-Está bien, no tardes.
Fui lo más rápido que pude pero llevaba unos tacones demasiado altos aunque al fin llegué. Entré en uno de los servicios y cuando terminé me lavé las manos.
Salí y al girar la esquina me choqué con un joven y me disculpé.
-¿Donde vas tan sola guapa?
No le respondí ni le miré y seguí andando. Pero me cogió del brazo y me acercó a él en un intento fallido para besarme. Encuanto lo intentó le di una bofetada en la cara y él me tiró al suelo furioso. Me asusté por lo que pudiese hacerme aquel tipo. Estaba sola y no había nadie a los alrededores.
-No te conviene enfadarme bombom.

Enamorada de mi hermanastroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora