Capítulo 11

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Jordan no se lo pensó dos veces antes de actuar, se veía con muchas ganas pero también noté por sus dulces y suaves movimientos, era como que no quería hacerme daño ya que era mi primera vez. No había minuto en el que se le olvidase de darme un beso, como diciéndome que esto iba en serio, que no solo me quería para esto, que me quería de verdad. Pongo la mano en el fuego a que con ninguna lo había hecho así, era la típica escena de película, esa perfecta donde se ve que se quieren tanto que se te pone los pelos de punta. Era una sensación escalofriante. Él cada vez iba aumentando de velocidad mientras mis manos agarraban las sábanas a punto de sacarlas de su agarre. Mis gemidos cada vez eran más frecuentes y esto me incomodaba, cosa que a él parecían excitarle.

De pronto él paró y me montó encima suya. Yo estaba como: "no me tendré que mover yo ¿no? Porque no tengo ni jodida idea de como se hace." Luego me di cuenta de que él estaba llevando las riendas y me calmé. Y empezó a moverse, con ligereza, pero a una alta velocidad, mientras yo soltaba mis entrecortados suspiros en su cuello.

Me incorporé, de manera en la que pudiésemos vernos bien las caras. Mi pelo era movido por todo aquel movimiento, me cosquilleaba la espalda y esto me relajaba. Él se incorporó, de forma que sus labios y los míos estaban a centímetros, sonrió y me besó. Él se veía cansado ya, así que me puse bajo él y dio sus últimas fuerzas en acabar lo empezado. Esta vez, se estaba moviendo lo más veloz que pudo. Al parar, me dio el último beso en la frente y se hizo hueco en la cama, a mi lado, y al final, acabamos por quedarnos dormidos.

-Por la mañana-

PVO Jordan

Los rayos de luz que entraban por la ventana me acabaron despertando. Me incorporé y la vi allí, a mi lado, dormida... ¿Lo habíamos hecho de verdad? ¿No lo estaba soñando? Me pellizqué el brazo para ver si era verdad, ¡ouch! vale sí, era verdad. Sonreí. Había desvirgado a la niña de mis ojos. Sinceramente, no esperé sentir tanto al hacerlo con esta chica. Me tenía súper pillado y eso me encantaba cada día más. Todas las que veía con buen cuerpo acabaron en mi cama la primera noche, pero con ella no, es más, fue conocerla y era incapaz. Mis amigos me tomaban por gallina y débil. Pero no lo soy, simplemente no me salía tener con ella algo pasajero.

- Buenos días princesa...- le susurré al oído a la vez que una tonta sonrisa salía de mi.

Se giró muy despacio y mientras se desperezaba me dijo: "Buenos días." Volví a sonreír, aunque, un sonido llamó mi atención, em...bueno, más bien una melodía. Nadine y yo nos miramos mientras estábamos escuchando atentamente. Y lo supe, reconocí la melodía instantes después.

- ¡Nadine! -me alteré.

- ¡River flows in you!

Me puse mis boxers y bajé corriendo las escaleras mientas dejé a Nadine arriba vistiéndose. Al acabar las escaleras, me quedé... bueno, no se cual palabra usar. El jodido piano estaba tocando solo. Las teclas se pulsaban solas y la música seguía sonando. No se ni como ni porqué, pero en la sala empezó a hacer mucho frío, y eso, ¡que estamos casi en verano! Y por si fuese poco...

- ¿Moras? ¿Son moras a lo que huele? -Nadine se extrañó.

- Sí.-me giré para verla.- Mi abuela siempre impregnaba la casa de este dulce olor, decía que le recordaba cuando a era pequeña y su madre se echaba su preciado perfume de moras, cuando iban a salir al mercado a comprar, todos los sábados.

- Quiere decir eso... ¿que tu abuela está aquí y para colmo, tocando el piano?-dijo irónica.

- Extraño, pero sí, creo que sí.

- Jordan, ¿esto no será una de tus bromitas no?

- Nadine, ¿como coj**** voy a hacer que el piano toque solo? ¿y el perfume? ¿de dónde lo saco?

- Yo que sé, supongo que me parece más creíble que esto... Pero Jordan, acabo de caer y darme cuenta, ¿porqué está tocando la canción que según tú, tocaba cuando tenía malas visiones? ¿quiere eso decir que nos va a pasar algo malo?- me agarró de la mano.

- Es probable, ¿nos estará avisando?

- Imagínate que de vuelta a casa nos pasa algo...

- No te preocupes, iré atento a la carretera.

Terminó la canción y de golpe, el frío y el aroma a moras desaparecieron. Puse los paños rojos sobre las teclas y cerré la tapadera que las esconde. Subimos a vestirnos, recoger nuestras cosas y hacer la cama.

Salimos de la casa y cerré con llave mientras Nadine ya se había montado en el coche. Arranqué y di la vuelta dirigiéndonos ya camino de vuelta a casa. Me acordé de que habíamos dejado a nuestros padres medio enfadados cuando nos vinimos aquí. Espero que ahora ya estén más calmados, porque por ninguna razón pienso separarme de Nadine.

- ¿Vamos a tú casa o a la mía?- pregunté.

- Pásate por la mía primero, tengo que dejar la mochila.

- Está bien, oye, ¿como crees que estarán nuestros padres?

- Pfff... Ni idea, supongo que muy preocupados. Además, tengo el móvil apagado, me habrán llamado varias veces.- dijo sin dejar de mirar a la carretera.

- Seguramente, bueno de todas formas ya le explicaremos.- intenté consolarla.

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Hola, se que este cap a sido muy cortito, pero el 12 es mucho más largo, así que he pensado en subir los dos porque me viene mejor que estén separados. Espero que os haya gustado, ahora mismo me pongo con el 12.

¡Un besazo!


Enamorada de mi hermanastroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora