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El sonido de la radio se escuchaba en cierta habitación del segundo piso, exactamente en la casi oscura habitación al final del piso. El plan de redención no había dado frutos aún, debido a los númerosos rechazos que la población y la TV daban por su proyecto.
—¿En serio tiene que quedarse aquí? —La de cabellos blancos expresó su molestia a su pareja, la princesa del infierno. —Ya tenerlo como socio es muy peligroso. Peor es tenerlo casi cerca de nosotros. —Confiaba plenamente en su novia. Sin embargo, los rumores del llamado "Demonio de la radio" eran quien mantenía la preocupación al tope, ante cualquier amenaza que tendría que encarar Charlie.
—Todo va salir bien —comentó la rubia con una sonrisa, sujetando las mejillas de su novia—. Tan solo quiero el proyecto salga perfecto en la siguiente ocasión —expresó con un tono de tristeza, tras ya lo mencionado anteriormente.
Aún se mantenían los mismos empleados en el hotel, tras unos cuantos meses que Alastor apareció y trajo dos de sus compañeros. No hubo tanto avance, tan solo la única pareja de entre ellos yendo a algunas partes de otros anillos, para la publicación del lugar. Angel aún seguía trabajando para el estudio pornográfico, así que su presencia no estaba en la mayoría de ocasiones.
Un cuaderno de dibujos era lo que observada con mucho detalle Alastor, viendo varios bocetos de vestidos, personas y entre otros objetos. Descansaba sentado en la cama de la recamara, debido que recorrió por algunas zonas de los demonios caníbales, exactamente por la charla que tuvo con varias de sus fans. Guardó dicho objeto en el cajón de la mesita de noche, ahora cayendo fijamente su mirada en el calendario. Ya era Agosto y de cierta forma le traía una melancólica estar en ese mes, a pesar de lo sucedido que fue hace muchos años atrás. ¡Pero que importa, porque aún seguía sonriendo aún tras esos recuerdos dolorosos!
Sujeto su báculo con firmeza y de el vio todos los contratos que hizo ya estando en el infierno. La mayoría de estos eran de humanos codiciosos en búsqueda de poder y riqueza, mientras que los demonios eran más por protección y seguridad ante la misma agresividad que es muy común en el lugar del castigo eterno.
Se preguntaba cada vez si algún día podría verla nuevamente. Sabía que un alma podría reencarnar como máximo tres veces; ya sea con una característica física de la persona, fragmentos de los recuerdos de su vida pasada o ambas cosas. Aunque la última es la menos común de ver, ya que sería un 2% de posibilidad que suceda.
—Espero que se encuentre en el cielo —decía en su adentros, recreando un escenario en como sería si ella estuviera ahí, justo a su lado. ¿Le tendría pavor en lo que se convirtió? ¿Volverían a estar juntos después de los incontables asesinatos, engaños y manipulación que hizo para llegar en donde está? Tenía un plan de emergencia si llegase a caer lamentablemente aquí y juraba que va protegerla como su mayor tesoro.
Aún tenía que seguir con el plan inicial. Ayudar a Charlie con su proyecto de redención hacia los demonios. No va a negar que sintió curiosidad como iba a resultar a todo este "acto de amor hacia el pueblo". Sin embargo, si eso significa estar más cerca de la realeza, iba a tomar el riesgo necesario.
—¡Alastor, Husk necesita tu ayuda por aquí! —Llamó la pequeña Niffty, tocando tres veces a la habitación del mayor. -Ha este paso se tomará todo el vino el solo —exclamó.
—Si que es un gato muy solitario. —En la cama, había caído una hoja suelta en ella, habiendo en esta una pareja sonriente con una firma en la esquina de la hoja. El título atrás de esta era "Siempre contigo"
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≫ ────Nota de la autora──── ≪
¡Hola a todos! Primero, muchas gracias por darle una oportunidad a esta historia. Para quienes ya leyeron la historia antes que sea editada. ¿Qué les parece el nuevo cambio? Quisiera saber su opinión sobre ello, ya que me hace ilusión que les haya gustado.
Intentaré actualizar lo más que pueda. Ya que aún le tengo un cariño inmenso a este personaje por varias razones, y no es por ser furra ah-
Cuídense mucho y muchos abrazos virtuales para todos.
So... ¡Nos leemos pronto!
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