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Rápidamente paso el tiempo, todos ocupados arreglando todos los detalles para la boda de mi hermana. Mientras tanto yo, deseando que nunca llegara ese dia y ya solo quedaban dos días para la boda.

Si salía de mi habitación, todos corrian de un lado a otro ultimando los detalles.

Mis padres aun discutían sobre si yo debía acudir a la boda.

Mi madre decía que como sere quien cargue los cachorros de mi hermana y aquel hombre, debería ir. Pero mi padre se mantenía que no he sido presentado a la sociedad, por lo que seria mayor vergüenza para la familia, que en la boda se enteren que su hijo es un omega.

Por lo que al final se decidio que me quedaría encerrado en mi habitación, mientras todos celebran, ya que mi padre es el alfa, es quien manda.

Sin darme cuenta, ya solo faltaba un solo dia para la gran boda del año.

Mi hermana se había probado el traje por la mañana y yo antes del almuerzo me había encerrado en mi habitación.

Las ganas de llorar vencieron y acabe llorando en mi cama. La razón. Que había empezado a tener calor y molestias.

Habia olvidado que tendría el celo justo mañana y esto solo era un aviso de mi desdicha.

Que oportuno era.

Era la fecha perfecta para los demás.

Aquel alfa me embaraza en la boda con mi hermana, ellos se van de luna de miel, y a los nueve meses ya tienen sus cachorros.

No pare de llorar hasta quedar dormido, encogido en mi cama, siquiera baje a almorzar y tampoco se preocuparon por mi.

Cuando desperté ya era oscuro fuera. Lagrimas traviesas resbalaban por mi mejillas. Me asome por la ventana.

¿Asi será mi vida, siempre?, me pregunte a mi mismo.

-No puedo conformarme mas-dije en voz alta.

Me limpie las lagrimas bruscamente, con un arrebato de valentía y fui a mi armario.

Me quite el pijama, que no me había quitado desde la mañana y me puse ropa ancha y comoda.

Me deslice fuera de mi habitación y corri por la casa tratando de no ser visto, hasta llegar a la puerta trasera.

Estaba decidido a escapar, a salir al exterior, y no volver.

Pudo salir fácilmente de la casa, gracias a que nadie suele fijarse en mi, además que estaban muy ocupados con la boda, que se celebraría en la casa.

No se por cuanto tiempo camine por la callejones oscuros, deseaba salir a una calle principal, pero no encontraba ninguno.

-Mierda-murmure al sentir un dolor.

Lo había olvidado por un momento, que me entraba el celo mañana, o en pocas horas, ya que ya era de noche. Además hacia frio, abrace mi cuerpo con los brazos para tratar de entrar en calor.

Ha sido el peor momento para escapar de casa, pero era el ultimo momento, no puedo arrepentirme. Me dije a mi mismo, tratando de evitar que el pensamiento de " me he perdido y no tengo ni idea de volver a casa".

-Mira que tenemos aquí-una voz se escucho por una calle por al lado donde pasaba.

"Huye" grito mi lobo, quien mi sorprendio, ya que nunca aparecia o me hablaba, aunque ahora con el celo quizás es normal.

-Que bien huele-dijo otra persona, caminando hacia mi

-Ven aquí vamos a divertirnos-la ultima persona hablo.

Eran tres.

Mi lobo decía que corriera que huyera, pero estaba paralizado.

Cuando estaban a pocos pasos para alcanzarme, me gire y empece a correr.

Los tres hombres rieron y comenzaron a correr detrás mia.

Me sentía la presa de ellos, aunque realmente era asi.

Mi lobo quería salir, nunca lo había hecho antes, pero no podía dejarlo salir, si lo hacia rompería toda la ropa y cuando volviera estaría totalmente desnudo.

-¡Hey! Solo vamos a divertirnos-rio uno de ellos.

¿Por qué tuve que salir de casa?

Mirando por donde podía escapar vi a lo lejos una avenida principal, quizás allí no se atrevan a tocarme por todos los coches y personas.

Aunque es de noche, pero aun había un par de personas.

-¡Ah!-grite al sentir como uno casi tocaba mi espalda.

No tengo tanta resistencia y velocidad como ellos.

No se, como lo hice, pero evite que me atrapara y tire algo a su cara.

El callejón estaba oscuro y no quería saber que era, pero el gruñido que escapo de su garganta no fue normal.

Poco después gire la calle, por fin estaba en la avenida.

Pero ahora tras de mi había corriendo tres lobos, se habían transformado, me iban a alcanzar, cuando, por mirar hacia atrás, tropecé con mi propio pie, cayendo al suelo.

Las lagrimas, no tardaron en aparecer al sentir un cuerpo de esos tres cerca mia.

Cuando de repente, un gruñido mucho mas alto que el anterior y una voz los apartaron.

-¡Fuera de aquí!-ordeno aquella voz.

Los otros tres lobos, los cuales ahora me daba cuenta eran betas o alfas inferiores, en comparación al que tenia en frente. Los lobos lloriquearon y se fueron con corriendo asustados.

Solo veía sus pies, aun en el suelo, levante la mirada, para ver un alfa enfadado y muy serio. Además, vestido de uniforme de policía.

Él me miraba sin inmutarse, quizás mi olor no le atraiga, pero a mi su olor, mas bien a mi lobo lo revoluciono.

-Marcame. Reclamame-grito mi lobo, tomando el control de mi totalmente.

Tradiciones familiares (2won)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora