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Hyungwon y Wonho se encontraban dentro de la habitación del omega a solas. No se habían dicho ninguna palabra, pero debían darse prisa, antes que la familia llegara a casa.

-Wonho, ¿Qué haces aquí? Puedo buscarme un problema.

-Tu me pediste subir a la habitación.

-Ya lo sé. Pero las sirvientas son muy cotillas y después pueden contárselo a mi padre.

-Fui a la biblioteca-dijo de repente Wonho, dejando confuso a Hyungwon- busque información sobre las tradiciones familiares, pero no viene nada sobre omegas masculinos.

-Ya. Porque los ocultaban e incluso algunas familias los mataban para no cargar con ellos. Como ellos dicen, yo no he sido presentado a la sociedad, obviamente a las ricas, por lo que yo para los demás no existo. Pero al final tengo un propósito para esta familia.

-No permitiré eso.

-¿Cómo?-pregunto Hyungwon desesperado por encontrar alguna solución.

-Te marcare, aunque sea en este momento.

Hyungwon se sentó en la cama desilusionado.

-No puedes.

-¿Qué me lo impide?

-Esta especie de collar. –dijo señalándoselo.

-Mierda, lo olvide-se quejo sentándose también en la cama, despeinándose el pelo- ¿Sabes dónde está la llave?-pregunto mirándolo con esperanza en los ojos.

-Si

-¿Dónde?-exclamo.

-En el cuello de mi madre. Y atrévete a tocarla, mi padre te mata.-dijo Hyungwon desanimado.

Ambos se quedaron en la cama, pensando cómo resolver este gran problema. Wonho no permitiría que le sucediera eso a su pareja. En cambio, Hyungwon pensaba que su tiempo se agotaba, cada vez tenían menos tiempo para poder librarse y ahora con el collar mucho menos, por culpa de su naturaleza.

-¿Puedo intentar algo?-le pregunto Wonho.

-Si.

-Acércate.-le pidió.

Hyungwon se acerco y Wonho estudio la especie de collar, el cual parecía bastante incomodo.

Trato de abrirlo a la fuerza, pero no podía.

-Me haces daño-se quejo Hyungwon alejándose.

Wonho suspiro.

-Es demasiado seguro. Tendré que conseguir la llave de alguna manera. ¿Sabes cuánto tiempo nos queda?

-Hoy vienen de la luna de miel.

-¡¿Qué?!- exclamo horrorizado Wonho.

-Pero mi celo no llega hasta dentro de 20 días.

-Entonces tenemos menos de 20 días para que puedas escapar.

Hyungwon asintió.

-Deberías irte-le dijo desanimado.

-¿Por qué?

-Mis padres deben estar al llegar.-contesto.

-¿Puedo hacer una cosa?

Hyungwon asintió.

Después de eso Wonho se acerco a él y junto sus labios suavemente, en un beso simple, pero muy delicado.

-Es mejor de lo que imagine-dijo Wonho sonriendo- volveré Hyungwon-le dijo para darle un pico mas y levantarse de la cama.

Hyungwon se sonrojo, pero le dijo:

-Embarázame tu antes.

Wonho se sorprendió.

-No. No permitiré que nuestro hijo acabe en manos de otros-dijo Wonho, para después abrir la puerta.

-Señor, bienvenido...-la sirvienta hablaba a un hombre.

Wonho inmediatamente cerró la puerta.

-¿Qué pasa?-pregunto Hyungwon preocupado.

-Alguien acaba de llegar.

-Debe ser mi familia.

-Saltare por la ventana-dijo Wonho avanzando hacia ella, mirando cuanta era la altura.

-No, Wonho, te vas a hacer daño.

-No es muy alto.

Le dio un último beso a Hyungwon y salto. Miro por la ventana y vio a Wonho corriendo fuera de allí.

Un minuto más tarde su habitación fue abierta. Era su madre, su vista fue directamente hacia la llave de su libertad en el cuello de esta. Tenía que conseguirla de alguna manera.

-Han venido tu hermana y su esposo. Debes bajar.

Hyungwon asintió en silencio y siguió a su madre hasta el salón. Ahí se encontraba la familia al completo, incluso su hermana, la cual sonrió al verle.

Hyungwon también le sonrió. Su hermana no tenia culpa de nada.

-¿Qué tal fueron sus días de Luna de Miel?-pregunto mi padre.

-Muy bien señor- respondió el esposo.

Seguramente su hermana ya no era virgen, ese era el pensamiento que se le pasaba a la mente de Hyungwon, además, de que a pesar de eso, no podría nunca darle un hijo.

-Hyungwon-le saco de sus pensamientos su padre-¿Cuándo llega tu celo?-le pregunto sin delicadeza, además, en frente de todos y pendientes de su respuesta.

-Dentro de 20 días -respondió con la cabeza hacia abajo.

Podría a ver mentido, si, pero era inútil, porque llegaría a los 20 días si o si.

-Bien, tenemos tiempo para preparar todo. Pronto tendréis vuestro primer hijo. Tened paciencia-dijo su padre, y eso ultimo a los padres de la pareja de su hermana.

Hyungwon sentía que podría morir allí. No quería ser utilizado de esa manera. A pesar de ser incluido por primera vez en reuniones, no le apetecía que fuera de esa manera.

Estuvieron como un par de horas, todos hablando con todos, obviamente con él no. El omega se mantenía tomando té y las galletas que estaban servidas.

Su hermana de vez en cuando lo miraba, pero no podía acercarse, ya que estaba sentada con la otra familia.

Lo poco que había escuchado Hyungwon de las diferentes conversaciones, es que los suegros también se quedarían una temporada, mientras llegaba el celo y nacía el cachorro. Después los cuatros se marcharían y volverían, para un segundo cachorro cuando lo vieran oportuno y por supuesto, los padres de Hyungwon estaban de acuerdo.

La reunión fue interrumpida por el sonido del timbre.

-¿Esperáis a alguien?-pregunto el padre confundido.

Todos negaron.

La puerta la abrió una sirvienta y Hyungwon se sorprendió por ver a Wonho allí. Lo dejaron pasar y entro hasta el salón.

Todos lo miraban a él, y el alfa parecía no tener miedo ni vergüenza.

-Agente, ¿Qué se le ofrece?-pregunto el padre algo confundido, pero le indico que podía sentarse en el sillón justo en frente, el único que quedaba libre.

-Tengo una petición.-dijo

El corazón de Hyungwon latía muy rápidamente.

-Dime- aun se encontraba confuso.

-Vengo para pedir la mano de Hyungwon. Es mi pareja destinada-dijo sin más

Sorprendiendo a todos los presente en aquella reunión e incluso a su propio omega, el cual quería que no se enfadaran después con él.

Fin 



del maratón. Hasta la próxima!

Tradiciones familiares (2won)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora