ᴇɴ ᴘᴀᴜsᴀ
Donde Jongho es un estudiante de Arte, que está enamorado de uno de sus compañeros, siempre plasma sus emociones en sus pinturas y desea poder algún día decirle sus sentimientos a Yunho.
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🌃 Rom...
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Jongho en ese momento quería que la tierra de lo tragara, quería esconderse y que nadie lo viera, pensó que ese día era de mala suerte, pero también sería una gran oportunidad para acercarse a su adorado Hyung.
¿Qué era lo que pasaba?
Hoy estarían en taller, todos fueron divididos en pareja, para el trabajo que harían en ese momento, Jongho se había quedado sin compañero, pero estaba dispuesto a trabajar solo, hasta que la puerta fue abierta dejando ver a nada mas y nada menos que a Jeong Yunho.
Y si, al final el profesor emparejó a Jongho con el rubio, ahora estaban sentados uno frente a otro, el tema de hoy era el retrato, así que se dibujarían el uno al otro.
Mientras Jongho estaba demasiado nervioso por estar frente a su crush, Yunho saltaba de la felicidad, era el primer acercamiento que tenía con su menor sin que este huyera de él.
—Hola, Jongho, es un placer ser tu compañero de taller, hagamos nuestro mejor esfuerzo en el ejercicio de hoy. —Yunho le sonrió al pelirrojo.
—H-hola, Hyung… —un nervioso Jongho jugaba con el lápiz que tenía en su mano.
Ambos empezaron con su trabajo, ya que se tenían que retratar, sus miradas se cruzaron varias veces, Jongho con el pasar del tiempo se sentía más cómodo y menos nervioso, estaba más concentrado con que el retrato de Yunho saliera bien.
Yunho levantó su vista, quedándose unos segundos apreciando cada uno de los detalles del rostro de Jongho, contando algunos lunares, perdiéndose totalmente en la belleza y encanto del otro, pero el menor se dio cuenta de que lo veía, pero por suerte no lo evito, al contrario, solo le sonrió.
El rubio vio que un mechón de cabello cubría un poco la frente del pelirojo, así que estiró su mano y con delicadeza movió el suave cabello.
—H-Hyung… —Jongho con asombro vio al rubio, ya que en ese momento estaba acomodando un poco su cabello.
—Tranquilo, Jongho, solo estaba acomodando tu cabello, así puedo dibujarte mejor. —Yunho no resistió y pellizco la mejillas del menor, para luego sonreírle dulcemente.
Al final de la clase, todas las parejas intercambiaron sus retratos, felices por los resultados obtenidos.
—Jongho, ¿hay algún problemas si no intercambiamos nuestros dibujos? —Yunho giro a ver al más pequeño. — ¿Puedo quedarme con tu retrato? Tu también puedes quedarte con el mío. —
— ¿En serio, puedo quedarme con su retrato? Por mi esta bien. —Jongho claro que aceptaría, de verdad quería el retrato de Yunho, así que no dejaría escapar esa gran oportunidad.
