Si hubiera sabido que todo iba a terminar de esa manera...Hubiera hecho las cosas mejor desde un inicio.
Las cosas en preparatoria no eran nada faciles, pero para mi suerte tenia algo divertido que hacer, odiar a Anne era mi hobby favorito, la detestaba, no soportaba verla ni en pintura, sus pecas me revolvian en estomago, su cabello naranja me daba náuseas, todo de ella me daba asco.
Un dia común y corriente para mi, el maestro estaba dando sus clases aburridas, yo estaba distraido con mi lapicero sacando la puntilla y volviendola a meter, pensaba, me hacía preguntas respecto a mi futuro, y esa frase vaga que pasaba por mi mente muy a menudo "no quiero estar en mi casa", eso tenia una explicación, no era como la mayoria de adolescentes que mienten para tener un poco de atención sin saber que tener problemas en casa es una miseria, un infierno, al contrario, yo mentia diciendo que todo estaba bien, ni siquiera mencionaba los problemas con mi estupida madre, Anne no era la persona que mas odiaba, ese puesto lo ocupaba el ser que me dió vida, esa señora que no deberia tener el título de "Madre", mientras me sumía en mis pensamientos negativos acerca de mi miserable vida el profesor me gritó como de costumbre, clavando su plumón en el pizarrón enojado.-Tu lapicero es mas importante que mi clase señor Kaught?- me miraba a través de sus lentes sucios de grasa dactilar.
-No más importante, pero si más entretenido- lo miré con indiferencia.
-Si no te parece entonces pasa adelante a dar la clase- escupía cuando hablaba, eso me daba asco.
-¿Para qué?¿Para qué todo el salón me ignore como a usted?- me recargue en mi brazo recostandome.
-No todo el salon lo ignora, ¿sabes Dilan?- esa voz, chillona, estresante, Anne estaba de lamebotas como solía serlo.
-¿Tu qué te metes idiota?- la miré con desdén como siempre lo hice desde que la conocí, se le veian las raíces, su tinte barato le quedaba malisimo, ademas de su cabello crespo y maltratado, dios como odiaba solo verla.
-¡No le hable así a su compañera!- El traje café del profesor se arrugó ante la postura de este, estaba enojado, tanto asi que podría jurar que los pocos cabellos que le quedaban se erizaron.
-¿O qué, me sacará de su aburrida clase?, Si es asi entonces puedo enseñarle el repertorio de insultos que me sé- me recargue en mi silla tranquilo mientras lo retaba.
-¡Vete a la dirección mocoso irrespetuoso!- señalo a la puerta, me levanté, tome mi mochila y me fui con gusto.
Obviamente no iba a ir a la dirección, fui directo al baño, me encerré en un cubículo y saqué mi encendedor para poder fumar el medio cigarrillo que deje pendiente en recreo, me senté en el inodoro relajandome, volviendome a undir en mis pensamientos.
-Estupido Frank- maldecía a mi profesor mientras pensaba en voz alta.
Despues de terminarme mi cigarrillo lo boté, la estática del baño retumbaba en las paredes llenas de palabras obscenas puestas por otras personas, me lavé la cara para distraerme de mis ideas, me mire en el espejo unos minutos, mis ojos se veían cansados llenos de ojeras, mi piel era palida, mis labios se veian secos,mi ceja derecha con esa raja que me hacía ver como un delincuente según los adultos, mi cabello negro desordenado y con ese mechón rojo que hizo uno de mis amigos para ver si era bueno tiñiendo el pelo al igual que unas perforaciones en las orejas, pero al bajar mi mirada me repugne de mi imagen, sintiendome sucio...como el ser más despreciable del mundo, esa puta cicatriz color rojizo al posterior de mi barbilla, mi madre tuvo un arranque de ira y se desquitó conmigo, las marcas de quemaduras en mis brazos o inclusive ciertas salpicaduras de aceite en mi espalda y abdomen no me inportaban, pero la de la cara, me hace recordar todo lo que dijo de mi y de papá, me hacía sentir impuro...era lo que más odiaba de mí, deje escapar un suspiro pesado desviando la mirada a otro lado, me asquee, me llenaba de náuseas verme al espejo, me odiaba tanto.
-¿Que haces aqui?- una voz grave sonaba cruzando la puerta.
-Terminando de clonarte- tomé mi mochila y choqué hombros con Bill para despues salir del baño.
El amorcito de Anne igual me caía bastante mal, jugaba en el equipo de Basketball, era alto y según las chicas algo apuesto, pero siempre olía a sudor, me esfume de ahí, me senté en una de las bancas del patio quedandome ahi un buen rato mientras escribia cosas random en una libreta que yo mismo habia hecho, era de cuero puro color cafe obscuro, las hojas color amarillento se debia a que reutilice notas que nadie queria y debian de ir al basurero, prensar era bastante facil, mientras escribía un pájaro se quedó viendome lo mire unos momentos e intenté dibujarlo, me salió bastante bien, movia su pequeña cabeza de un lado a otro, me pregunté "¿La sangre de los pájaros será del mismo tono que el de los humanos?", yo sabia que la sangre de la mayoria de seres vivos era roja, pero generalmente varían los tonos, cuando iba a ponerle un dedo encima al animal, el timbre sonó auyentandolo, cerré mi libreta, la guardé y fui en dirección a la salida pero recordé que deje mi lapicero en el salón, no iba a dejarlo ahí, mi madre se molestaba cuando perdía útiles escolares, y eso era lo que menos quería, entonces subí mientras que los demás bajaban, el salon quedaba en el tercer piso choque con bastantes estudiantes mientras subía las escaleras, llegue al salón y se encontraban cuatro personas ahi dentro, Anne y otros idiotas más, decidi ignorarlos entrando yendo directo a mi lugar para tomar mi lapicero e irme de ahi, para mi fortuna no lo encontré, analicé cada rincon de mi banca y nada.
-Buscabas esto?- la estúpida pelinaranja tenía mi lapicero.
-Dámelo Anne- me paré frente a ella y extendí mi mano para que me diera mi lapicero.
-Pideme disculpas- se estaba haciendo la graciosita.
-Te dije que me lo des, Golfa- intenté quitarselo pero lo puso atras de su espalda.
-Ya te dije que tienes que hacer- alzó sus cejas mirándome.
Yo me cabreé, no estaba para sus estúpidas bromas, la tomé del cuello y la azote contra la ventana, provocando que soltara mi pertenencia.
-Sigue haciendote la chistosita y verás como te va- la amenacé y los demás salieron huyendo del salón.
-Eres un idiota Dilan, no hay razón para odiarme y eso es lo que te hace aun más tonto- respondió con trabajos.
¡Ella no sabía nada, ella era la tonta, la estupida, la retrasada! Abri las ventanas haciendo que estuviera a punto de caerse, estaba harto de ella.
-¡Vamos sigue hablando, perra!- le grité y ella forcejeó.
-¡Sueltala!- Alguien le dijo a Bill que yo y su novia estabamos teniendo una pequeña discusión.
-Esto no es asunto tuyo- hice más fuerza en mi agarre, empezando a dejar sin aire a Anne.
Bill se acercó rapido para meterme un puñetazo, solte a la castrosa para poder esquivar el golpe, ella empezó a toser cayendo al piso, su novio estaba en posición de defensa a lo que yo respondí igual, dando un par de vueltas soltando puñetazos al aire, le di dos limpios en el pómulo y uno en el labio, el me dió uno en el abdomen, pero realmente no me dolió, los golpes que me daba mi madre me dolian más, yo me reí levemente hasta que escuche un crujido, volteé y Anne se habia levantado pisando mi lapicero por accidente, Bill aprovechó y me dio un puñetazo en la nariz tumbandome.
Lo que recuerdo...es muy borroso, mi vista se nubló y vi sangre en el piso, me desmayé, cerré los ojos por unos segundos, y todo se volvio completamente negro. Eso fue el inicio de mi Limbo.
Me desperté en una camilla de hospital, mi nariz me dolia, mi cabeza palpitaba, y mi vista seguía levemente borrosa, no habia nadie en ka habitación, solo estaba yo, suspire hasta que escuché una puerta abrirse.
-Vaya que eres dormilón - Un doctor estaba enfrente con algo que parecía sostener hojas o documentos importantes -¿Tu madre está trabajando?-.
Solte un suspiro pesado y negué con la cabeza -No, ella está en casa, no creo que venga por mi-.
-Eso es un problema, no podemos darte de alta si alguien no viene por ti-.
Desvié la mirada, me hizo unas cuantas preguntas, las respondí y seguido de un "Descansa, veremos que hacer" se fue de ahí, yo estaba estresandome mientras culpaba a la estupida de Anne, estuve unas horas bastante aburrido no fue hasta que cayó la noche y unos hombres de traje entraron, algunos tenian lentes, otros tenian lo que parecían radios y otros más estaban armados, eso obviamente me preocupó, pensé "Todo esto por una pequeña pelea?".
-Dilan Kaught, puedes llamarme Lox, venimos de parte del gobierno, yo seré tu nuevo tutor- un señor algo musculoso con barba no muy bien rasurada y canoso me habló.
-¿De parte del gobierno? ¿Ustedes me quieren ver la cara de imbecil o qué?-contesté molesto pensando que era una mala broma.
El tipo enseñó una placa y unos papeles que parecían importantes, yo creí que venderían mis órganos, que me matarían o que eran mafiosos, pero al parecer en el papel estaba el mismo sello que estaba en el papel que mi madre firmó para que no la metieran a la cárcel, seguramente me habia vendido a estos tipos, o me habia dado en adopción, esa mugre bola de grasa aprovechó para no tenerme cerca nunca más, me había hecho un favor.
-Alista tus cosas, salimos en 10 minutos- salieron de la habitación y el Doctor me ayudó.
-¿Estarás bien?- me dijo preocupado.
-No lo sé, no me importa siendo honestos, cualquier lugar es mejor que mi casa..- me puse la ropa que tenia puesta, mi sudadera tenia sangre, pero no se veia mucho ya que esta era negra.
El Doc. asintió con ojos de pena, salí de la habitación tomando mi mochila y caminando en medio de todos esos hombres, no dije nada, estaba asustado, pero, no tenía escapatoria, hubiera ideado un plan como en las películas, pero el resultado sería el mismo, me matarán, nos subimos a una camioneta negra, custodiada por dos grises más, miré a Lox analizandolo, no dijo nada y yo tampoco, el camino fue silencio total, no podia ver nada por fuera, los cristales eran completamente negros, no sabía a donde iba, no iba a quedarme dormido con todos esos hombres ahi, yo seguia procesando lo que estaba pasando, pasaron horas y horas, yo tenía hambre, probablemente ya era de madrugada, el coche frenó y nos abrieron la puerta, estábamos al interior de lo que parecía una bodega, bajé esperando lo peor.
-Vamos a cenar, tengo hambre- Lox dijo sin mirarme caminando al frente, habia una puerta de metal, yo solo lo seguí.
Si esa era su casa era una casa muy rara, las paredes eran de metal al igual que los pasillos, pero al llegar a otro cuarto parecía una comedor común y corriente, algo antiguo y hogareño, la mesa era de madera ancha, era larga y habian bancos de la misma madera, además de que el plato del centro era pan y habian varias botellas de vino.
-Sientate Kaught- me ordenó.
-¿Planeas engordarme como pavo para después matarme?- yo seguía teniendo miedo, no creía nada de sus supuestas buenas intenciones, pero tenia mucha hambre.
-Para nada, sientate hijo mío- cuando esas palabras salieron de él, me dolió el corazón, eso era el amor que nadie me habia brindado.
Lo obedecí y me senté, habían muchos platillos, decidi solo comer carne y arroz, no agarré el pan ni el vino ya que estos nunca me habian gustado, el hambiente fue tenso, aunque por alguna razón me sentía a gusto, sentía que estaba a salvo, sin embargo mi sentido de alerta aún no se había ido.
-Terminando necesito que me ayudes en algo- me habló masticando pan.
-¿En qué?- lo miré.
-Es un, pequeño trato que te incluye- siguio comiendo tranquilo.
Asentí pero eso me asustó aun más, ¿Un trato? ¿De qué?, Si, iba a matarme, iba a morir, pero ¿A dónde iria? Nunca fui tan valiente como para quitarme la vida, y esta era una situación que me daba lo que yo quería, o al menos eso creía.
Terminó de comer, se levanto y me hizo señas para que lo siguiera y eso hice, caminamos por otro pasillo más hasta llegar a un gran laboratorio, habian más hombres de traje y algunas mujeres, todos me miraron, me puse nervioso pero lo disimulé.
-Dilan, mis amigos y yo, estamos trabajando en un proyecto para el gobierno- Lox puso una mano en mi espalda.
-Ya entiendo...¿para eso me tienes aqui? ¿Quieres que sea tu conejillo de indias?- lo vi con indiferencia.
-No lo veas de esa manera, si aceptas ayudarnos te pagaremos, podrás irte a donde quieras- quitó su mano y miró al frente.
Yo no planeaba aceptar, preferia morir instantaneamente antes de pasar por una serie de experimentos o torturas.
-Y podras vengarte de Shannon si asi lo deseas- camino un poco y se paró en frente de mi, sabía cómo tentarme, sabía que yo odiaba a mi mamá.
Y probablemente estarán pensando, porque querrían a un adolescente tonto, y ahí esta su respuesta... después de todo era un don nadie, con padres problematicos, un matón más, no eligieron a un tipo de la cárcel, o a alguien más, me eligieron a mi por ser joven y tonto, me eligieron por creer que no tenía la capacidad, después de todo yo sería el boceto de su "arte abstracto".
-Bien...- la venganza y el rencor me vencieron estrecheñé su mano y me encamino a una puerta que a diferencia de los demas era de madera.
Los demás seguían mirandome, noté a una de las mujeres con el ceño fruncido como si estuviera preocupada, los demás tenian rostros indiferentes, ¿asi se sentían las personas a las que yo miraba de esa forma? Recuerdo la sensación, como caer en un vacio...mientras todos te ven, es como si te dijeran directamente "no me importas", el rechazo ya venía incrustado en mi alma, a pesar de la sensación incómoda cuando regrese la mirada a Lox, este tenía unos papeles en la parte posterior estaba una línea que indicaba donde poner una firma, me extendió una pluma de tinta negra.
-Cuando entres asegurate de ponerte el uniforme que estara en el estante a un lado del pasillo que se encontrará en frente de ti-.
-¿Puedo llevar mi mochila?- aún tenía mi mochila en mi espalda, no planeaba soltarla, me preguntaba a que tipo de experimento me iba a enfrentar.
-¿Llevarás tus útiles escolares?- se burló.
-No, solo llevo una cosa que me importa-le aseguré, el "llevarás" me dio a entender que me trasladarían a otro lado.
-Bien, no veo por que no- me dió unas palmadas en la espalda.
Firmé los papeles, no me tomé la molestia de leerlos, creí que iba a ir a otro laboratorio o algo parecido pero cuando abrí la puerta y camine dentro había una serie de cuartos color amarillo sin muebles, parecian oficinas abandonadas, iba a voltear para preguntar algo pero la puerta ya no estaba, mire a los al rededores sin creer que la puerta había desaparecido.
-¿Qué carajos es esto..?- todo estaba pasando muy rapido, mi cabeza me seguía doliendo, las luces me mareaban un poco, estaba en shock, me puse en cunclillas poniendo mis manos al rededor de mi cabeza pensando en si esto era un sueño, si estaba imaginandolo todo, apreté mis ojos jurando que iba a despertar, despues de estar un rato así, me percate de que olía a humedad, abrí mis ojos mirando abajo, la alfombra era la que desprendía ese olor, recorde las palabras del hombre, tenia que ponerme el uniforme, lo primero que pense fue "mierda,¿ y si estoy expuesto a algo tóxico?", busqué el estante y en efecto ahi estaba, había un uniforme color grisáceo, una camisa con el numero "001" impreso en el pecho y varias botas negras, me empecé a cambiar y busqué unas botas que me quedaran, terminando deje mi ropa ahí pensando que el personal la lavaría o me la devolvería después, caminé un poco explorando el lugar, todos los cuartos se parecían, senti que algo me observaba, volteé hacía una esquina y de reojo vi algo esconderse, mi corazón se exaltó...¿estaba imaginando todo?, Mi respiración estaba inquieta y yo no queria ir a comprobar si de verdad había visto algo o alguien, segui caminando y esa sensación seguia ahí, empecé a caminar cada vez más rapido escuchando ruidos atrás mío, yo estaba asustado tanto que no me di cuenta que ya estaba corriendo, la curiosidad me suplicaba voltear pero yo no quería hacerlo, era como si una mosca gigante aleteara atrás de mi.
"¿Voy a morir?..."
Volteé un poco solo para escuchar palabras provenientes de esa cosa, no habia visto algo así antes, era horrible y estaba viendome, persiguiendome, deseé estar en mi casa...por primera vez.