"¿Mi corta aventura termina aqui?...sigo viviendo en negación después de todo...nadie va a recordarme, ni llorar mi muerte...Eye...por favor despierta"
Mis pensamientos estaban llevándome al borde, sobre pensando a cada paso caminando directo a la puerta sin voltear atrás, la respiración de esa cosa me daba escalofríos, mi vista se nublaba y yo estaba perdiendo la poca fé que me quedaba, me sentía mareado y con ascos, la sensación más fuerte era el presentimiento de que había olvidado algo, mi corazón latio tan fuerte que me empezaron a dar taquicardias, no sabía si el Backroom siguiente iba a ser seguro, pero cualquier entidad era mejor que la que estaba detrás mío, además de su hostil presencia, tenía un olor insoportable, tome un aire, y con las pocas fuerzas que tenía empecé a correr en dirección a la puerta, esperando que esa fuera la maldita salida, extendí mi mano para poder ponerla en la manija, cuando la abrí, esa cosa me susurro algo que honestamente no me molesté en procesar, la azote cerrándola y lleve mis manos a mis rodillas con respiración agitada, casi me voy de hocico por los mareos, se les estaba volviendo costumbre perseguirme en cada salida, eso me estresaba, pensaba que así sería todo el tiempo, al mirar en frente para ver cuál sería el próximo nivel me saque de onda horrible, no había notado dónde estaba, era una ciudad enorme.
-¡Lo logré!, ¡Salí de los backrooms!- pegue un grito corriendo a la tienda más cercana.
-Hola?!, hola?!- mire a todos lados- Tal vez está ocupado, ¿le diré a todos?, No, nadie me va a creer, que tal si no hablan mi idioma-.
Un ruidito me hizo voltear abajo, era Eye, su pupila parecía enfocarse, agrandándose y achicandose, suspiré tranquilo sonriendo.
-Hey amigo...no sabes lo horrible que fue, ya estamos a salvo- le dije.
-No entiendo, ¿a salvo?- empezó a aletear saliendo de mi mochila, la acomode en mi espalda de nuevo.
-Logre salir, estamos en una ciudad- miré la tienda tranquilo.
-¿De qué hablas Dilan?, sigues en los Backrooms-.
En ese instante el sentimiento de tranquilidad se esfumó, intercambiando lugar con un estado de alerta, me sentí cansado de nuevo.
-¿Cómo?- lo miré.
-Nivel 11, Ciudad infinita- miro al rededor, saliendo de la tienda.
-Carajo...debí sospecharlo...- Salí tras de él mirando el cielo.
-Tranquilo, aquí no hay entidades hostiles, aún no hay gente-.
-¿Como que aún?- la curiosidad me invadió.
Eye solo me ignoró y cambio el tema de un momento a otro.
-¿Dónde estabas cuando te fuiste¿Entraste a un Backroom sin mi?- aleteo y yo caminé a su lado explorando las calles.
-No, no lo sé...- me quedé mirando al suelo, no recordaba nada.
-¿Como que no lo sabes?-.
-No lo recuerdo...-
Y no mentía, pero si evadi el hecho de que podía saber que pasó leyendo mi libreta, algo me decía que al menos eso tenía que guardarme lo para mi, así que no le dije nada. Pasamos a lado de un edificio con espejos dónde podía reflejarme, hacía mucho que no me veía, eso creo, no tenía noción de los días ni de las noches, igual, me seguía dando asco, solo noté mi cabello un poco más largo, y seguí caminando.
-¿Podemos entrar a los Edificios?- pregunté.
-A algunos, otros simplemente no tienen entrada ni salida, o tienen escaleras que te llevan a ningún lugar-.
Empecé a observar más a fondo los edificios para ver alguna entrada, dudaba bastante que la salida de ese Backroom estuviera en las calles.
Tenía algo de hambre, sentí como mi interior gruñó, podía tomar cosas de alguna tienda, el cansancio me estaba matando, mis pies me dolían y mis ojos querían cerrarse.
-Eye... necesito descansar un poco- paré en cuanto ví un hotel.
-Podemos entrar si quieres, no hay entidades cerca- el ojo aleteo dentro del hotel.
Estaba siendo más frío que de costumbre, quería hacerle tantas preguntas pero igual, su energía era tan intimidante que me límite a solo caminar callado, en cuanto ví un cuarto me aventé a la cama como de costumbre, cerré los ojos pensando, no quería seguir ahí, quería volver con mis amigos, quería molestar a la enana castrosa, quería mi vida de vuelta.
-El que estés en negación no te ayudará en nada- Eye seguía aleteando por ahí-
-Lo sé, pero es lo más humano que me queda-.
-Te noto menos hostil- se acercó un poco.
-Es por qué estoy cansado, deja de molestar y vete a hacer alguna otra cosa- me enoje sin razón y sumi mi cara en la almohada.
Todo me estresaba, incluído el sonido de las lámparas parpadear, bostece un poco mientras escuchaba como Eye se iba de la habitación sin antes decirme, "si te paras a explorar, ten cuidado con las puertas y ventanas", yo respondí un "ajá" desinteresado y me relajé disfrutando de mi soledad,miré a un lado justo a mi mano, desenfocando mi vista había una puerta, me levanté y entré para ver a dónde me llevaba, era un baño algo pequeño, con regadera, pensé por un momento "rayos en serio no quiero oler a los roba pieles" abrí el agua caliente y la miré por un rato, no sabía si era segura, cuando iba a meter el dedo Eye estaba en el marco de la puerta.
-Puedes meterte si eso quieres- me miró.
-Claro, pero no contigo observandome- bajé el cierre del traje hasta abajo de mi ombligo.
-Bien, esperaré afuera- se dió la vuelta y fui tras el para agarrar mi mochila y volverme a meter al baño para encerrarme.
Me quite la ropa como toda persona normal cuando se baña, había un pequeño shampoo de hotel barato, así que eso use para lavarme la cabeza y todo el cuerpo, me gustaba ponerme de espaldas y que el agua caliente cayera en mi, miré los mosaicos por unos segundos, algunas preguntas que quería hacerle a Eye vagaban por mi mente, pero tenía cosas más importantes que hacer, cuando termine de bañarme tome una toalla blanca con el nombre bordado del hotel "Celis", menudo nombre tan culero, limpie el espejo del vapor que había y me miré en el sin prestar atención a mi cara, solo a mi cabello, mis mechones rojos ya tenían la raíz negra de mi cabello, fruncí el ceño algo molesto, me cambié y salí de vuelta, se preguntarán porque metí mi mochila si realmente no tengo otro cambio de ropa, bien, Mi libreta está ahí, y si iba convivir con Eye todo el maldito tiempo, al menos quería tener algo de privacidad, así que preferí ocultarme eso y mis preguntas para mi, salí y el alado estaba viendo a la puerta del baño, me quedé perplejo unos segundos.
-¿Que miras hadita?- me burlé de él.
-Nada, solo esperaba que salieras, ¿Que tal tu baño?- seguía en un tono de voz serio.
-Bien, el shampoo no estaba tan mal, me preguntaba si podía agarrar cosas de las tiendas de aqui- me acosté en la cama.
-Si, pero no puedes llevarlas contigo en en trayecto- miró por la ventana.
-¿Por que?- arquee una ceja.
-Puedes provocar un fallo, además que solo tienes que llevarte cosas que se te indiquen-.
-Bien, ¿igual puedo comer algo más, como papas y refresco?- mi estómago gruñó.
-Si no tiene almendras, no, no puedes, a menos que quieras morir- me miró de vuelta.
-Vale..- tomé el control y prendí la tele, no había nada, solo estática.
Por un momento creí que al menos estaría alguna caricatura turbia, pero nada, suspiré, realmente no tenía sueño, no tenía ganas de dormir o algo por el estilo, solo tenía hambre y algo de sed, abrí mi mochila y tome una botella de agua de almendras, ignore el sabor, estaba sediento.
-Busquemos comida- Eye aleteo en dirección a la puerta de salida.
-¿Demasiado descanzo para ti eh?¿Que traes?- me senté en la cama y me puse la mochila.
-Nada, ¿Por qué?- me miró de reojo.
-Te noto más serio de lo habitual-.
-No eres el único que puede tener cambios bruscos de humor Dilan-.
Me quedé callado y me levanté para abrir la puerta, me aguante las ganas de decir "yo soy humano" simplemente empecé a caminar con una mirada muerta en dirección a las escaleras, después salir de ahí, y miré al rededor, estábamos en una calle diferente a la que habíamos estado cuando entramos, no me importo y empecé a caminar buscando una tienda de nuevo.
-¿Que es lo que quieres tomar?-me preguntó el mamón de Eye.
-Tinte y Decolorante- seguí caminando sin verlo.
-Tus necesidades de adolescente son raras-.
- ¿Te importa?- mi seriedad y estrés se hicieron presentes.
-Soy tu guía, te guste o no, me importa porque procuro que no haya secretos entre nosotros- sentí su mirada y me dió un escalofrío, ¿A qué venía eso?...la libreta...
Miré mis botas desviando la atención del tema para disimular un poco.
-¿Crees que haya autos aquí?- pregunté aclarando mi garganta.
-No, ¿sabes conducir?-me devolvió una pregunta.
-Un poco- límite mis palabras.
-Que bueno porque hay un Backroom dónde hay una carretera infinita- escuchaba sus alas de mosca revolotear.
-Hmm...¿crees que sea el próximo nivel?- pensé en las posibilidades.
-No lo sé, ojalá no, ya que no puedes salir del auto para nada, si lo haces, mueres- su signo de pregunta me miró por unos segundos.
-Vaya, menuda ficción, ¿para que hicieron este experimento si es tan fácil de morir?- dije sarcásticamente.
-No está muy alejado de tu realidad Dilan, la vida siempre ah sido así, es fácil morir, pero la gente lucha por seguir viviendo, porque les interesa, tienen una razón para hacerlo, aquellos que acceden a la muerte con facilidad, es porque sus razones eran nulas o simplemente rompieron su fé, tu vida diaria no era tan diferente a lo que estás viviendo ahora sí lo ves desde cierto sentido- habló como si de un filósofo se tratara.
-¿A que te refieres?- lo miré curioso.
-No es la primera vez que huyes de monstruos, Dilan- me miró de vuelta, esa mirada me heló la sangre, junto con eso último que dijo.
Mi mente estaba haciendo teorías al instante, al igual que el miedo y el nerviosismo se tomaron de la mano para aturdirme, hicimos contacto visual en silencio como por un minuto entero o tal vez más, me disocie pensando, olvidando me de lo que estaba pasando en mi entorno, fue como si me dieran una notícia de la cual ya tenía idea de que iba pasar pero era muy poco probable que sucediera, fue como si tocaran mi puerta para decirme que alguien falleció, como cuando haces un rompecabezas de mil piezas y no encontrabas la pieza faltante, tragué saliva y mis manos empezaron a sudar.
-Camina- desvío la mirada y voló enfrente mío.
Yo me quedé sin palabras y solo empecé a seguirlo, viendo el concreto, menuda mierda que acababa de decir, ¿así sentían los científicos cuando descubrían algo?, Vaya frase de doble sentido sin albur, quise reaccionar ante ese golpe mental volteando a otro lado, cuando ví algo que me dió gracia por el niño sentido que tenía.
-Que pendejos los que construyeron ese edificio- bromeé inconscientemente.
-Arquitectura moderna en su máximo esplendor- ambos miramos el edificio chueco que por si eso fuera poco, tenía otro edificio encima y mal puesto.
En la parte baja había una puerta a un jardín pequeñito, pero no tenía rejas a un lado o alguna protección para las plantas, literalmente era basto y flores adueñándose de una parte del asfalto y una puerta inservible, ya que podías pasar por los lados, seguí caminando tras del ojo pregunta, los edificios eran raros, algunos mal construidos, otros se veían geniales, algunos intenté abrirlos sin tener respuesta, las puertas no podían abrirse, y las pocas que abrí, no llevaban a ningún lado, iba a ser más difícil aún encontrar la salida, hasta que escuche a lo lejos un tono de teléfono viejo.
-¿Que es eso?- Eye miró a todos lados y yo hice lo mismo.
-Me dijiste que no había nadie aqui- lo miré algo confundido.
-Y no menti, no hay nadie aquí- miro en dirección de donde venía el sonido.
Empecé a trotar entre las calles buscando el edificio exacto de donde venía el sonido, preguntándome quien podía llamar a los Backrooms, mi atención estaba puesta en mi sentido auditivo siguiendo las ondas de sonido mientras Eye volaba tras mío, llegamos a un edificio gris de concreto algo descuidado, busqué la puerta pero no había nada más que unas cuantas ventanas chuecas, tome mi mochila fuertemente y la choque contra el cristal rompiéndolo, entre por ahí mientras buscaba en que piso estaba en teléfono que sonaba entre las calles debido al silenció, subí escaleras pero de pronto paró, me molesté por no ser tan rápido, pensando que tiré por la borda alguna pista de como salir de ahí, y como de costumbre cuando mi fe estaba por acabarse de nuevo, volvió a sonar, alzé la mirada y empecé a correr en dirección al sonido, como si de un gato persiguiendo su bola de estambre se tratara, era cuna oficina con papeles regados por todos lados, había computadoras y el teléfono era el único ahí, me tropecé con un cable por andar distraído, gatee hasta levantarme de nuevo y contesté el teléfono, sin hablar, escuchando estática por unos segundos, cuando abrí la boca Eye se puso enfrente mío y me miro fijamente con curiosidad hasta que di un pequeño brinco por oír una voz algo cortada a través del teléfono.
-¿Dilan?-.