EPILOGUE

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Los ojos de Taehyung estaban perdidos en el piso de la acera mientras apretaba las correas de la mochila que llevaba puesta a sus espaldas, demasiado concentrado como para poder reparar en la mirada que le estaba dando su pareja.

—Cielito —le nombró Jungkook y su mano fue a tocar con ligereza el mentón del castaño, levantando su bonito rostro angustiado—. Anímate, hoy regresas a la universidad y será genial —recordó la razón por la que estaban en esa parada de autobús, regalándole una bonita sonrisa de conejo. Entonces, cuando los ojos de Taehyung dieron con los suyos, la piel se le erizó en demasía, haciéndole reparar en que seguía tan enamorado como el primer día.

—Ya sé... es solo que...

—... que —le animó a proseguir y Taehyung soltó un suspiro.

—Me hace sentir mal que también tengas que hacerte cargo de esto, como con la deuda de mi madre.

—Hey —le detuvo y sus manos aprisionaron las mejillas de piel canela, que se sintieron calientitas ante su tacto—, no hace falta que hablemos de eso. Sabes que no importa, sabes que viviría una y mil vidas haciendo cosas por ti. Tus preocupaciones son mis preocupaciones y siempre estaré aquí para ayudarte en lo que sea, porque quiero verte bien, feliz y tranquilo. Así que olvida eso y anímate, cielo, por favor.

—Jungkook, no es sencillo animarme ahora...

—Claro que sí.

—No.

—Sí lo es, yo lo puedo hacer en un solo segundo —y, tal y como lo dijo, fue y plantó sus labios en los delgados que no lo esperaban, pero que le contestaron al instante, haciendo a Jungkook estremecer por obtener esa bonita respuesta, pues Taehyung no estaba muy a favor de las demostraciones en público y que se dejara hacer de esa bonita manera, solo hacía que su corazón quisiera estallar.

Por el otro lado, el castaño sintió que su pecho se aceleró de una manera maniática y que, en cualquier momento, podría caer al piso sin compasión: el pelinegro era su más tierno y lindo prospecto de amor.

Y la sonrisa con la que ambos se alejaron, fue suficiente para que Jungkook pudiera sentir que era el hombre más afortunado de la Tierra.

Rio un poquito y un par de besos más fueron a reafirmar su amor constante e incondicional en los labios de Taehyung, disfrutando de sus mejillas coloradas y la bonita expresión en su rostro, esa que tanto le encantaba ver.

—Eres precioso, mi cielo.

—Tú lo eres más —contestó Taehyung ante la sonrisa gigantesca de su novio, pero se desconcertó cuando, los ojos bonitos, se desviaron a mirar hacia la avenida, haciéndolo sonreír más.

—Ya sé qué cosa mejorará, exponencialmente, tu día —mencionó y la mirada que le insinuó al más delgado, le indicó que se girara sobre sus talones, encontrándose con ese autobús acercándose a ellos.

Jungkook tomó con suavidad su mano y lo guió a la entrada, subiendo y liquidando su pasaje a la brevedad, sintiéndose muy, pero muy suertudo al encontrar ese par de asientos vacíos, donde dejó a Taehyung ir primero para sentarse sobre la butaca que ambos adoraban y poder observar sus caligrafías impresas en el respaldo frente al suyo.

De inmediato, Taehyung se acurrucó a su costado y se aferró al brazo que aún sostenía su mano, solo para darle mucho amor y cariño a su pareja.

Un suspiro se le escapó cuando Jungkook también se inclinó hacia su cuerpo y recargó su mejilla en su cabecita rizada, riendo pequeñito y haciendo que, el mencionado, se preguntara la razón.

—¿Qué pasa? —cuestionó y su mano acarició la palma de la mano de Taehyung, mientras contemplaba el respaldo a la par.

—Amo a JK —respondió honestamente, llenándose de recuerdos maravillosos—. El mejor diseñador del mundo vino a iluminarme de colores.

—Cielo —soltó, Jungkook, conmovido y fue a dejar un besito en la cabellera castaña—. Yo quiero decir que amo mucho a TH. Mi psicólogo es la razón de mis sonrisas y no sabes lo satisfactorio que eso es.

—Amor —chilló Taehyung y de inmediato se sacó del abrazo para ir a plantar un beso en la mejilla del pelinegro—. Te amo mucho, Jungkook.

—Te amo mucho, Taehyung —contestó, para acurrucarse nuevamente y continuar, en tranquilidad, el más feliz viaje de su vida.

...

No te preocupes demasiado, mejor sonríe.

Nuestra vida, no es más que un viaje largo que tarde o temprano termina... y lo que tiene que ser, será; así que no lo transites en lágrimas; solo sonríe y deja que todo fluya, como lo hacen TH y JK, cada uno de sus días.

 y lo que tiene que ser, será; así que no lo transites en lágrimas; solo sonríe y deja que todo fluya, como lo hacen TH y JK, cada uno de sus días

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Notas De Autobús || KooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora