Una niñera infernal

1-. Belphegor Morningstar

Hola! soy N.Clover y esta es la primera vez que me animo a subir un fanfic por aqui. Pues no me quede satisfecha con el final d ela primera temporada de AHS y decidi darle un poco mas de historia. Enrolado con un OC que cree especialmente para esta historia tendremos a un Tate que quiza se vea envuelto en las llamas del inferno... Sin mas que decir espero les guste y un saludo.

-Ningun personaje me pertenece a exepcion del personaje OC-

-N.

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Capitulo 1 Belphegor Morningstar

-Sucedió hace tanto tiempo, mientras leía novelas oscuras. Ese día descubrí que las balas eran frías, en una lluvia en el instituto.-

Era un curioso vecindario, la gente marcaba la época diferente a la que aquellas casas se habían quedado, detenidas en aquel viejo tiempo. Una joven de cabellos de ébano, de caireles largos caminaba por la acera, enfundada en un vestido negro y blanco de detalles victorianos y un curioso escudo bordado en el cuello alto de botones del vestido. Sus zapatos repiqueaban sobre el suelo mientras con su mirada buscaba una dirección, sus manos ocupadas por una maleta y una nota era todo lo que la acompañaba. Mientras caminaba por la acera y antes de llegar a su destino giro su rostro, y observo allí algo que maravillo sus ojos -The Murder House!- pronuncio animada mientras sus ojos paseaban por toda la fachada del lugar. Continúo su camino después de soltar una pequeña risita y pronto se encontró en una de aquellas curiosas casas.

-AH querida!! Qué bueno que llegaste a tiempo, no te perdiste cierto?- Constance era la dueña de aquella casa y su nueva patrona, quien enseguida la llevo a la mesa y sirvió té -Tu ropa siempre es tan adorable mi niña- decía animada mientras servía el té y la pequeña joven hacia una caraba con la cabeza tomando después la taza y bebiendo el líquido de ella con suma elegancia -Es encantador estar de vuelta por aquí señorita Langdon- Constance rio avergonzada y le sirvió tarta. Una charla amena y tranquila hizo que el tiempo pasa volando y de un instante a otro la joven de cabellos de ébano se encontraba en su nueva habitación dejando sus cosas y en un instante mas caminaba a aquel cuarto...

-Bueno... les dejo para que se conozcan...- Era un cuarto infantil que parecía muy puro y hermoso, la joven a la salida de Constance observo el lugar y al pequeño niño rubio que yacía mirándola con macabra curiosidad -Hola...- dijo ella mientras se acercaba y tomaba asiento en la alfombra frente al chico, acomodando sus enaguas que esponjaban el vestido -Soy tu nueva niñera- pero aquel niño no parecía interesado en las palabras pues sin más se acercó súbitamente a ella y la jalo del cabello para mirarla más de cerca... Lo que vio allí ese pequeño niño le hizo enseguida recostarse en el regazo de una joven que sonreía de par en par.

Pronto anocheció y el pequeño ya había sido alimentado, bañado y dormido. -El padre.- dijo la joven en un tono curioso y decidido mientras frente a un espejo se acomodaba el moño de su cabello que hacia juego con su vestido -Debo ir a verlo.- y sin más y con un enorme suspiro Constance le dijo dónde y como encontrarlo.

Llevando con ella un candelabro entro en esa casa deshabitada por la puerta de la cocina, encendió las velas y comenzó a recorrer el lugar. Nada la asustaba... pero sentía que la casa trataba de esconderse de ella... -Tate...Tate..- decía la joven recorriendo la casa con un silencio sepulcral -Tate... Tate...- su vestido esponjado rozaba los muebles a medida que exploraba la casa -Tate...- y allí estaba, aquel joven rubio, mirándola con sospecha desde un sofá en el viejo consultorio sentado con las manos recargadas en la barbilla...

-¿Quién eres?...- su voz era gruesa y mostraba sospecha...

-Una simple niñera...- contesto ella con voz suave acercándose a lo que la tencion en el hambiente aumento -Cuido al bebe...-

-...- Tate lo analizo un momento y se levantó para darle la cara a la joven -Dime tu nombre.

Pero lo que Tate vio allí casi le hace morir de nuevo de la impresión... Pues los ojos que vio en ella eran de un rojo tan carmesí que mostraban las mismísimas llamas del infierno...

-Belphegor Mornigstar...-

-Continuara-