2.- Eva y la Serpiente

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Hola! Aquí de nuevo N. Clover, les traigo el segundo capitulo de esta historia que espero les este gustando y sin mas rodeos disfruten!


-Ningún personaje de AHS me pertenece ni su historia original. Únicamente el pj Oc -


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Capitulo 2

Eva y la serpiente.


-Debe ser curioso traer eso debajo del vestido...- Decía de manera despreocupada el joven rubio sentado en la alfombra de la sala de aquel lúgubre y gran lugar. —La verdad es que resulta muy cómodo, Tate. Y se llama Petty Coat.- Respondió de manera amable la de cabellos de ébano mientras en su regazo tenia a ese dulce niño de cabellos dorados, quien tranquilamente bebía jugo de una taza entrenadora y se notaban los restos de un almuerzo en un pequeño toper de dibujos infantiles. –Podrías ponerte uno... - las risas se hicieron audibles en aquel lugar, tranquilas y divertidas, como si nada hubiera sucedido allí.

Después del encontronazo de hacía una semana en esa casa y de que Belphegor se hubiera desvanecido como si nunca hubiera existido, Tate comenzó a acoplarse a la presencia de esta, pues siempre iba a visitarlo. Ya fuera sola o con el pequeño niño, siempre pasaban horas hablando de absolutamente nada.  Aún existía la duda en su mente, ¿Por qué tan de repente había aparecido ella?, No era humana, de eso podía estar seguro, su aura era demasiado maligna como para no darse cuenta apenas entraba en la casa. Pues la casa al sentir el delicado toque del Tea Party de la joven de cabellos negros a la entrada temblaba, quizá no físicamente, pero si internamente. Y  todos los espíritus que residían allí se escondían,  gruñían con miedo, aun la casa misma lo hacía; trataba de esconderse.

-Pero explícame, ¿Incluso tu ropa interior?... ¿Es que no llevas bragas?!-  Tate fingía cubrirse los ojos con ambas manos avergonzado mientras se echaba hacia atrás y emanaba una sonrisa burlona –Tate, ya te los había mostrado. Se llaman Bloomers y sí llevo bragas debajo de estos. Lo único que pienso ahora sobre tu pregunta...- La chica noto lo adormilado que se encontraba el pequeño niño y lo acuno contra su pecho y lo comenzó a mecer, posteriormente continuo hablando –Es que en realidad quieres ver mis bragas.-  La chica sonrió de manera ladina a lo que el joven rubio se descubrió el rostro y desvió la mirada con un rubor en sus mejillas y una extraña expresión de amargura. Esta expresión no pasó desapercibida por Belphegor, quien por supuesto sabía por qué era... Tate Langdon seguía tristemente enamorado de Violet Harmon y aquel vago y estúpido comentario se la había recordado. Bel soltó una risita endemoniadamente dulce y se levantó con elegancia y cuidado  de no despertar al niño que llevaba en brazos –Ah la amargura... no afecte a este pequeño y dulce niño... Duerme y descansa ya...Que los sueños son tu reinado celestial.- acerco su mejilla a la rosada del niño durmiente, haciendo de esta una escena sacada de algún cuadro barroco, pues despedía un aura de cariño celestial que dejo cegado al pecador de cabellos rubios y mirada perdida en tristeza... Acto seguido la joven de cabello enrulado hizo una reverencia con la cabeza y se giró para irse. Sin embargo Tate se levantó de su lugar y dio algunos pasos hacia ella con una mirada suplicante y perdida –¿Regresaras?- le dijo en un tono dulce y desprotegido, Blephegor no regreso la mirada, tan solo se mordió el labio con satisfacción ahogando una sonrisa y deteniendo su marcha -...Siempre regreso...-

Mientras el atardecer se hacía presente ella caminaba, con un hermoso niño en brazos, un amor demoniaco.  El viento jugaba con el vuelo de su ropa y sus cabellos mientras ella seguía caminando. Sosteniéndole en brazos y cantando una dulce canción. El mundo lucia tan frágil ante su futuro y lo era... Pero debía esperar, tan solo esperar.

Una niñera infernalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora