Lut: Entre la Vida y la Muerte

Un poco de Cruciatus

Capítulo 4 

El tiempo y el clima cada vez era mucho peor para el colegio deDurmstrang. Cada estudiante no solo debía abrigarse con susacostumbrados uniformes, sino que junto a ellos debían llevartambién túnicas de pieles que les ayudaran a sobrellevar el frío. 

Los días habían transcurrido muy rápido. Diciembre ya estabaen la entrada de los días, mostrando el arrasador frío, con lasimpetuosas nevadas que fácilmente le daban un aspectoescarchado a los montes y los valles, mientras el lago seconvertía en una plataforma de un blanco grisáceo. Para biende Lut, Rufus se había curado del "mal hechizo" que habíarealizado, la verdad sólo duró un día en la enfermería desde loacontecido. Y aunque tan solo había sido un día, Lut le extrañó,pues casi no compartía con el resto de la clase y la razón era,por ser tan sobresaliente en las clases, algo que molestaba amuchos, pues le exigían a los demás aún más por su causa. 

Lut caminaba congelado por los pasillos solitariamente.Nuevamente llevaba días sin saber de Viktor, pero no tantocomo para recibir más besos del chico. Aquella habitación deduelo no solo les servía para mejorar sus prácticas con respectoa las artes oscuras y la defensa de ellas, sino que tambiénfuncionaba como el lugar intimo de los chicos, los cuales nopasaban de simples y castos besos, acompañados con risas yjugueteos inocentes. 

Aquello era nuevo para ambos y que estaba siendo bonito en descubrir juntos. Sin embargo, Viktor era quienmás tenía dudas en su mente. El chico no estaba acostumbradoa aquello. De hecho, tan solo no quería pensar en lo que sus  padres harían si supieran lo que estaba haciendo. Por otraparte, estaba Hermione, en verdad a él le gustaba la chica,pero... el chico ceniza le hacía sentir tan bien... y lo que mejor legustaba era la facilidad que este tenía para hacerlo sentir tannecesario en su vida. Es como si él fuera lo más importante paraLut, y eso le gustaba demasiado a Viktor. 

—Hey... ¿Qué haces tan solo por los pasillos? te vas a congelarsi sigues así —comentó sorpresivamente Rufus, tomando a Lutpor el hombro. 

Lut le miró con súplica, y respondió. 

—Creo que ya estoy a punto de perecer un Hombre de lasNieves. Es increíble el clima de este lugar... nunca habíasoportado tanto frío, Rufus. 

—¿Qué te parece si vamos por una cerveza de mantequilla enel comedor? usualmente para estos días suelen servirlas paramantener calientes los profesores y estudiantes —AgregóRufus con una sonrisa, mientras miraba a Lut con fascinación. 

—¿cerveza de mantequilla? Extraño, en hogwarts solo lo disfrutabamos cuando íbamosa Hogsmeade.

Rufus se encogió de hombros.

—Tal vez no tienen tanto frío como acá —sugirió en respuesta.

—Definitivamente —afirmó—. Está bien vamos —contestó, dejándose llevar por suamigo. 

Rufus llevaba a empujones a Lut, ya que al parecer, al pequeñochico las piernas no le funcionaban de forma correcta porquedaba traspiés con todo. Cuando llegaron al comedor,efectivamente estaban sirviendo en enormes tarros las cervezas de mantequilla para cada estudiante.Ambos chicos hacían la pequeña fila de estudiantes paraesperar su turno, donde Lut no paraba de intentar de calentar  sus manos, aun cuando llevaba guantes. Algo que les pareciógracioso a varios chicos, mientras que las chicas con aspectosrudos le miraban con el ceño fruncido, como si aquel acto erade debilidad. Sin embargo, poco le importó a Lut aquellasexpresiones. 

Cuando al fin llegó el turno de los chicos, estos fueron asentarse en un ala del comedor donde habían pocosestudiantes. Fue un alivio, para el pequeño chico, sentir como labebida realmente funcionaba para el frío, actuando de formamuy rápida y grata.