Capitulo 2

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Narra Adrián:

No tenía ganas de entrar a clases por lo que deseché la idea de ir al salón y me dirigí hacia la cancha de futbol americano. No tenía muchos ánimos de nada por lo que solo me senté en las gradas a mirar al cielo y pensar. Todo el mundo pensaba que mi vida era perfecta, pero, no tenía ni un pelo de perfecta: estaba agotado con los entrenamientos, Cintia me tenía cansado con sus cambios de humor y su toxicidad, a mis padres los veía a penas y solo tenía 2 verdaderos amigos. Cuando sonó la campana que anunciaba el almuerzo decidí irme y juntarme con los demás.

-chicos, ya conocí al nuevo juguete de la escuela, me toco aguantarle todo el turno de química, por dios es toda una nerd- dijo Cintia a penas nos vio- es asqueroso vivir la vida rodeada de libros y estudios y no disfrutar la vida. Yo prefiero irme de fiesta, el sexo y beber, no entiendo cómo puede la gente ser así tan vulgar. Apuesto lo que sea qué es virgen.

Yo digo lo mismo- la secundo Alexander. Anda como un perro faldero detrás de ella, loco por meterse en sus pantalones. Eso no me interesa pues ella es solo mi entretenimiento del momento

─ Sabes que Cintia terminamos, estoy harto de ti- al fin salieron esas palabras de mi boca

Eso es porque ya tienes una nueva víctima- volvió a hablar Alexander

─ No me puedo creer que quieras molestar a la pobre chica desde su primer día, eres imposible- hablo por primera vez Lukas desde que habíamos comenzado esta conversación

─ Es la primera vez que te veo defender a una nerd- le solté de una y sin pensarlo – ¿acaso te gusta?

─! claro que no me gusta idiota¡, por dios ¿por quién me tomas?

Después de un rato la pesada de Cintia no dejaba de insistir en lo nuestro a tal punto donde simplemente le grite

─déjame en paz, ya no eres mi juego favorito, es que no te das cuenta – vi en sus ojos lo mucho que le dolía. Estoy siendo sarcástico, nuestra relación siempre se basó en lo que pudiera decir la gente, en nuestras salidas a fiestas y sexo

─ estoy convencida que esto es simplemente porque quieres jugar con la nueva, y es más te apuesto que no logras ni follártela- esta era la verdadera Cintia, una verdadera arpía y no la princesita inocente que le mostraba al mundo

─ trato hecho, es más lo grabare y te enviare las pruebas y te puedo asegurar que caerá en menos de dos meses. - le dije con toda la confianza del mundo y me levanté del asiento y me fui

En el turno de deporte, fui a los vestidores y al entrar Lukas me miraba con reproche, se perfectamente que no le gusta la idea de la apuesta, pero a mí me vale. Los chicos estaban hablando sobre un nuevo bar que habían abierto hace poco en las afueras de la ciudad llamado Hell Bar, y al cual querían ir esta noche. Obviamente al verme entrar me invitaron y claro que acepte necesitaba despejar mi cabeza y un poco de alcohol podría ayudarme a salir del lio en el que me había metido, pues no solo era lo que había hablado con Cintia, sino que también habíamos hablado con la nerd en el almuerzo y mis ganas de cumplir esa apuesta aumentaron.

Horas después ya estábamos en la entrada del bar, por su fachada parecía un bar exclusivo además de tener una zona vip. Nada más entrar se sentía el olor a alcohol emanando por todas partes, era simplemente perfecto

Me acerque a la barra a pedir una bebida y no muy sutilmente una chica con un vestido plateado el cual no dejaba nada a la imaginación se comenzó a acercar y a bailarme algo pegado, y vamos hombre que no soy de piedra. Par de tragos después ya estaba comiéndome a besos a la chica y no es que recuerde mucho después de eso

Amanecí sin ropa y completamente solo en la habitación de un hotel, admito que eso hirió un poco mi ego de hombre, pues ninguna chica que hubiese pasado una noche conmigo se había ido así

Me levante, pague la cuenta no me quejaba había sido una buena noche. Al revisar mi celular tenía alrededor de cinco llamadas de Alexander y como diez de Cintia por dios que no se cansaba de joder. Tenía mucho dolor de cabeza por lo que me fui directo a mi casa y me volé el día de clases.

La Dama de RojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora