Capitulo 3

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Narra Natasha :

Al salir de casa echa una furia olvide coger mi teléfono, pero no quería regresar a esa casa. Como salí más temprano de lo habitual la escuela todavía estaba cerrada, por lo que solo me senté en un parque que quedaba a un par de manzanas.

Llevaba alrededor de 20 minutos sentada aquí y me moría de aburrimiento, hasta que escucho como alguien habla a mis espaldas.

— La nueva por mi zona, ¿A qué se debe el honor? - dijo ya un poco más cerca el chico con el que me tope en el pasillo

— ¿Tu zona? - dije en tono sarcástico, antes de medir mis palabras

─ Pero si hablas, pensé que eras muda, y respondiendo a tu pregunta si mi zona mis padres son los dueños de este parque – dijo con altanería

─ que creído te lo tienes, pero bueno ese no es mi problema y yo ya me iba- dije levantándome del banco donde estaba sentada

─espera, ¿no quieres que te acompañe hacia la escuela? - dijo algo alterado al ver que ni el más mínimo caso le hacía a su presencia

─ por que tan siquiera piensas que quiero tu compañía, no soy tan estúpida como para caer en otra broma, así que no, no quiero tu compañía

─ok perdón si te moleste, no fue mi intención- dijo y algo en sus ojos me hizo saber lo desconcertado que se encontraba

─si, si me molestaste, ya he perdido suficiente tiempo contigo así que adiós. -es que este tipo no aceptaba un no por respuesta

Me dio gracia la cara de trauma que se le quedo al ver que realmente me había ido.

Habían pasado unas horas y ya me encontraba en la cuarta clase del día, la cual compartía con cierto chico insoportable y acosador, pero para mí buena suerte se saltó el turno.

Se había acabado la escuela y lo que más odiaba del día era tener que regresar a casa, y hoy más que nunca pues no tenía ni la más mínima intención de volver a hablar con ese tipo tan ruin al que algún día llamé padre. Me preparaba para salir cuando en uno de los pasillos me cruce con troy, parecía que esperaba a alguien

─ ey que tal- dijo al verme, me pareció extraño, pero no le iba a dejar hablando solo

─ es conmigo- dije algo incrédula

─si ves a alguien más en este pasillo- dijo como si fuese lo más obvio del mundo

─pues bien, ya me voy- dije con la intención de romper el silencio

─ ¿puedo acompañarte?, claro si quieres- sonrió al decir eso parecía sincero

─ si claro, porque no- en todos los sitios a los que iba me humillaban por ser una marginada, e iba a hacer todo lo posible porque la historia no se repitiera aquí también

En el camino a casa fuimos hablando de cosas triviales y en cierto punto de la conversación me pidió mi número, se lo di, no sé por qué, pero lo hice

─llegamos aquí vivo- dijo cuándo pare delante de mi casa

─ que coincidencia yo vivo a dos calles de aquí

Nos despedimos y entre a casa y por primera vez en estos meses me alegre de que no hubiese nadie

En la noche estaba recostada en mi cama cuando entra un mensaje a mi teléfono, era un número que no conocía

-hola

-Hola

— ¿Quién eres?

No creo que eso interese mucho en estos momentos

Solo quiero advertirte que tengas cuidado

¿Qué? ¿cuidado por qué? Me estas asustando

Mi única intención es advertirte que no confíes en nadie de tu escuela, quieren hacerte daño

¿Quién eres? ¿de qué hablas?

Por favor responde

Nadie contesto mis últimos mensajes y me aterré al no saber qué diablos pasaba, o de que me estaban hablando, y lo peor era que al marcar a ese número simplemente daba que no existía

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⏰ Última actualización: Jan 08, 2023 ⏰

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La Dama de RojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora