La princesa y la dama de compañía

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Estaba nerviosa, estaba nerviosa como el infierno. Todo lo relacionado con el matrimonio me afectaba de una manera increíble.

La mayoría de mujeres que conocía, hijas de otros reyes, de otras tierras, lagrimeaban con cartas de amor y promesas de otros príncipes como verdaderas tontas. Yo en mi lugar recuerdo haber ocultado mi primera menarquía y continué haciéndolo durante años, hasta ahora. Ya no me quedaba más remedio, la sociedad esperaba por mí y ya me estaban tachando por todo lo que había demorado en "estar lista para el matrimonio".

Mi madre lo esperaba tan nerviosamente que la noticia la satisfizo al nivel de organizar un banquete y esa misma noche le dieron mi mano a un antiguo pretendiente que estaba esperando como estúpido a que yo diera la señal.

—My Lady... No podía seguir ocultándolo... Iba a quedar solterona de por vida...— intentó tranquilizarme la chica de ojos verdes la noche anterior a la boda.

—No me interesa... No quiero casarme... Ojalá y fuéramos similares, así podría enviarte en mi lugar como en las leyendas que cuentan a las niñas— ella negó lentamente mientras yo empezaba a llorar. Apenas diecisiete años no bastaban para mí. No quería entregarme a un hombre, no quería ser como mi madre, que decía "sí, señor" a todo.

—No diga esas cosas... Es hermosa... Su esposo se convertirá en un hombre afortunado y luego solo deberá dedicarse a la crianza de...— su discurso se vio interrumpido por mi chillido mientras iniciaba otra crisis de llantos.

—¡No quiero hijos!¡Mi madre me dio una explicación espantosa de lo que ocurre en la noche de bodas!. Será asqueroso, hastío y doloroso, prefiero morirme— protesté frente a ella como si fuera la culpable de mi situación.

Lauren era diez años mayor que yo, una chica hermosa y de la servidumbre. Con los ojos más preciosos que he visto en la vida, una piel increíblemente blanca y el cabello oscuro. Llegó a mi vida a los doce años, cuando mis padres creyeron que ya estaba entrando en la etapa de la presunción.

Siempre tan atenta, tan educada y tan preocupada que en ese momento me rodeó con sus brazos.

—Cálmese por favor, señorita, sus padres van a pensar que perdió la cabeza— mis lágrimas humedecieron la manga de su modesto vestido e intenté imaginarla llevando prendas  y peinados como los míos. Sería aún más hermosa.

—Tengo miedo... Lauren... ¿Alguna vez has besado a alguien?— ella se alejó de mí solo un poco, lo suficiente para ver únicamente sus ojos verdes y sentir su respiración mezclándose con la mía.

—Será simple, señorita, no piense más en eso— intentó tranquilizarme sin responder a mi pregunta, eso me llenó de dudas.

—Mi primer beso será en un salón lleno de gente, con un patán inexperto, no hay manera de no pensarlo— la regañé y por un momento vi como sus ojos se detuvieron en mis labios— Por no hablar de la noche de bodas. 

—Si puedo... Ser de alguna ayuda... My Lady...— su voz temblaba y en las últimas dos palabras dejó de mirar mis labios para establecer un contacto visual decente.

—¿Has besado antes?— cuestioné reformulando mi pregunta y ella asintió despacio.

—Un par de veces...— susurró casi con vergüenza, estábamos demasiado cerca y se le veía casi más nerviosa que yo misma.

—Entonces hazlo una vez más...— pedí invadida con la extraña sensación de que estaba haciendo algo mal.

Nadie me había dicho nunca que no podía besar a otra mujer, sin embargo, solo por el hecho de no haber oído hablar de ello jamás me invadía una sensación extraña de curiosidad y miedo.

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⏰ Última actualización: May 18, 2022 ⏰

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She loves control~Camren One Shots HOTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora