Bulma Y Vegeta (Entre Líneas) Tomo II

Capitulo 12

POV Bulma

Abracé a mi hijo y lo revise varias veces para saber que estaba bien, no pude evitar gritar al ver el estado de su armadura, se notaba  que le dispararon y que le  atravesó el cuerpo.

- Madre, ya estoy bien, no sufras.

- No me digas eso, hijo mirate!

- Madre sé que te preocupas, pero de verdad, creeme. Lo que no sé es de mi padre.

- Vegeta está en la habitación.

- ooh ya veo.

- Hijo cuéntamelo todo, con detalles por favor.

- Si lo haré, pero (sonrojado) podrías esperarme a qué me bañé.

- oh, o si por supuesto, mientras encargaré mucha comida, ustedes los sayayin después de las batallas tienen mucha hambre.

Cuando Trunks subió a su habitación se encontró con Vegeta que lo esperaba cerca de las escaleras.

- Padre hay algo que aún no le he dicho a mi mamá.

- Lo sé, tu ki es inestable. Que pasa?

- bueno es que difícil.

- Habla de una buena vez, no se cómo será ahora tu madre en el futuro, pero a esta mujer, que está aquí no le podrás ocultar algo por mucho tiempo.

- sí. El señor Goku decidió que no regresaría a la vida, es decir, que no quiere que lo revivan.

- hump! Ya veo...

- Además cuando todos los muchachos le preguntaron el porque, él dijo que por mi madre por...

- Por tu madre? Que dijo ese imbécil de Kakaroto!!!

- no, no lo mal entiendas, él solo contó lo que mi madre le había dicho hace mucho tiempo... que él solo atraía a sujetos con malas intenciones y que sí él no estaba, la tierra estaría más tranquila y que él seguiría entrenando en el otro mundo.

- mmm, bueno tendrás que escoger muy bien las palabras y la forma en que le contarás todo a tu madre.

Un sorprendido Trunks solo asentía con la cabeza...

- escuchame bien, tú mamá ya ha vivido demasiadas cosas, para que ese imbécil de Kakaroto la haga sentir responsable por sus estupidas decisiones. Así que ya sabes, piensa antes como se lo diras a ella.

- si padre.

Vegeta se dió la media vuelta y volvió a su habitación, frente a su hijo no quiso expresar nada, pero la decisión de Goku le había sorprendido.

- Ese imbécil deja a su familia y decide quedarse en el otro mundo entrenando, no entiendo, o sea, si bien tiene una arpía por esposa eso no justifica tal decisión, y deja a ese chiquillo también, tonto Kakaroto ni aún muerto dejas de fastidiarme con tus estúpidas decisiones.

Ya estaba entrada la noche y Trunks mientras terminaba de cena, junto a su madre le relataba todos los acontecimientos e incluso le contó acerca de la reacción que tuvo Vegeta, cuando a él lo asesinaron. También le contó la decisión de Goku omitiendo que él la había mencionado.

Algunas lágrimas cayeron en el rostro de Bulma.

- Madre no sufras, por favor -

...Mientras pensaba... Además si mi padre te ve mal es capaz de matarme de nuevo...

- no te preocupes estoy bien, ahora ve a descansar, nos vemos mañana, haremos una celebración para despedirte e invitaremos a todos nuestros amigos.

- muchas gracias mamá, nos vemos mañana, que descanses.

Bulma se despidió de su hijo y fue a buscar una caja pequeña que tenía en un mueble, en la oficina del primer piso. Una vez sola ahí, comenzó a revisar cada una de las fotografías que tenía.

Se había ido su amigo, con quien había vivido tantas aventuras... Cada retrato era un golpe en el alma de Bulma, hasta que encontró una foto en la que salía Goku, Gohan bebé y ella en Kame House.

- Estúpido Goku, como se te ocurre no querer que te revivan, que no piensas en tu hijo, en tu esposa, en tus amigos... Estúpido, estúpido!!!

Comenzó a darle golpes a la mesa y la pequeña herida que tenía en la mano volvió a abrirse.

- Estúpido!

Vegeta alarmado por los golpes, la observaba desde las escaleras, no sabía que decirle. Él sabía que la noticia la afectaría y le molestaba que ella estuviese así y que además mostrará afecto por Goku.

Bulma insulto, gritó, lloró, maldijo, peleó y cuando ya estuvo más tranquila, se sentó y comenzó a quedarse dormida fue ahí cuando recién Vegeta apareció y la llevó a la habitación.

Cuando Bulma se vió en la habitación junto a Vegeta, algo comenzó a alterarla, su respiración se aceleró al igual que sus latidos y hasta su rostro cambió...

- Mujer! Dime qué te pasa

- Vegetaaa!

- qué mujer, habla!

- tu no harías eso cierto?! Dímelo sayayin, habla!!!

- hacer qué? Que tienes?

- dime qué si algo pasa y existe la posibilidad de revivir volverás a mí...!!! Júramelo Vegeta!!!

- Qué!! Mujer no estes de fastidiosa y descansa ya.

- Vegeta!!!

Bulma se levantó y sacando las pocas energías que le quedaban, tomó con sus manos la polera de Vegeta e hizo que este la mirará fijamente.

- Vegeta por favor!!! Responde

- Mujer...

- Por qué?! No respondes!!! Dime, revivirias verdad?!

Vegeta incómodo por la preocupación, se dió la vuelta. Mientras las lágrimas de Bulma caían por su abatido rostro y se aferraba a la espalda de él con sus puños.

- Vegetaaa!

- Bulma... Yo... Nunca te he prometido nada! porque un príncipe de los sayayin hace promesas que no sabe que va a cumplir... Si que no esperes palabras.

- qué!!! Pero... Ve-ge-ta

- No te puedo hacer promesas que no siento...

Las rodillas de Bulma flaqueron y cayó lentamente al suelo. Al sentirla así Vegeta, la levantó suavemente y la sentó junto a él en la cama.

- Mujer! Eso que me pides no lo puedo prometer, pero te puedo decir que...

- qué?

-  que a pesar de ser una fastidiosa y tener un niño  consentido que llora demasiado, (sonrojado) que... Por ahora, no pienso irme a ningún lugar...

- Vegeta...

- Además no aguantaría tus gritos y berrinches si me voy así.

- jajaja sii!! Sayayin tú me haces algo así y le pido a Sheng Long que me lleve dónde estés y te traigo aquí, así tenga que amarrarte.

- lo sé... Mujer ya duermete, mañana el chiquillo vuelve a su tiempo.

- sí!! Le haré una celebración e invitaré a nuestros amigos. Y no me mires con esa cara que tendrás que estar presente porque para él es importante.

- ya como sea. Pero no me pidas que les hablé.

- con tenerte cerca Vegeta yo soy muy feliz.

- (sonrojado) ya mujer! No hables cursilerías

Esa noche al dormir Bulma abrazo toda la noche al príncipe... Y él más tranquilo se sintió como hace mucho tiempo en paz.

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