Capítulo 02.Mientras espero a que termine mi turno estoy sentado en una de las mesas leyendo. Así de cansado es mi trabajo. Sonia, mi compañera está en el mostrador con su celular. Son casi las cuatro de la tarde y Lindsay no me ha mandado mensaje diciéndome nada sobre nuestra cita de hoy para comer, así que supongo que no vendrá.
Por una parte estoy aliviado porque el lunes que nos vimos fue demasiado incómodo y no quiero que sea así hoy, pero la otra parte está triste porque quiero verla y que todo sea como antes.
Como si el universo me escuchara la campanilla de la entrada suena y cuando levanto la vista su inconfundible cabellera pelirroja aparece frente a mí.
- Hola, hola. – Dice mientras camina hasta la mesa donde estoy sentado. Dejo el libro que estaba leyendo poniendo el separador para no perder la hoja en la que me quedé.
- Hooola. – Digo alargando la o para sonar entusiasmado.
- Perdón por ya no avisarte sobre hoy pero pensé que no iba a poder, al final me desocupé y aquí estoy. – Se disculpa.
- No te preocupes, que bueno que sí pudiste. – Le respondo para tranquilizarla. Veo el reloj en la pared y veo que son las 4:05. – Dame cinco minutos en lo que me cambio y ya regreso.
- Okay. – Me sonríe. - ¿nos quedaremos aquí?
- Si te parece bien, por mi genial. – Le digo despreocupado mientras agarro mi libro de la mesa.
- Por mí también está bien. – Coincide.
- Entonces ya regreso para ordenar. – Le digo finalmente y me doy la vuelta para ir hacia los casilleros y cambiarme de ropa.
Mientras me cambio de ropa pienso en que no fue tan incómodo como la vez pasada, por lo menos eso ya es un punto a favor.
Cuando termino de cambiarme meto todo en la mochila cuidando de no doblar ni una hoja del libro, podré maltratar cualquier otra cosa pero mis libros los cuido como si fueran mis hijos.
Veo que mi celular emite el sonido de mensaje nuevo y la pantalla se ilumina. Lo tomo de la banca en donde lo dejé y veo de quién se trata.
De: Charlie Evans
Hola hijo, ¿cómo va todo por allá?
¿Mi padre? La verdad es que se me hace raro que me mande mensaje cuando hace semanas que no hablamos en lo absoluto. Miro por unos segundos más el mensaje con el ceño fruncido y decido no responder, me guardo el celular en el bolsillo de mis jeans y cierro mi mochila.
Cuando salgo y cruzo el mostrador veo que hay alguien más sentado en la mesa con Lindsay. No diviso bien de quién se trata hasta que estoy a unas mesas de distancia. Es Matt.
Matt Collins es mi mejor amigo. Lo conocí cuando llegó a este pueblo de Maine hace cuatro años, cuando iniciamos la preparatoria. Matt es un chico alto, de pelo castaño, ojos marrones y cuerpo musculoso por el ejercicio. Cuando llegó aquí estaba tan perdido el primer día de escuela que lo ayudé cuando nadie más lo hizo. – En parte porque me pareció realmente guapo. – desde entonces hemos sido amigos. Al principio éramos muy unidos y yo quería pasar el mayor tiempo posible con él porque me atraía bastante, después de un tiempo me di cuenta que en realidad no iba a suceder nada con él así que mejor lo dejé pasar y me centré en la amistad. Cuando entró al equipo de americano nos distanciamos un poco, ya que comenzó a juntarse con los demás chicos del equipo, esto hizo que su popularidad aumentara y que las chicas comenzaran a babear por él.
Todo el mundo creía que Lindsay y él iban a terminar juntos, porque prácticamente son los chicos más populares de la escuela. Aunque soy amigo de los dos yo no soy el ser más popular para ser sincero, paso más desapercibido, aunque eso está mejor para mí. Prefiero mantener un perfil bajo a ser el centro de atención todo el tiempo y estar en boca de todos.
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Solo un beso [En proceso]
Romance«A veces hace falta solo un beso para cambiarlo todo» ***** Dos chicos, una enorme ciudad y mil cosas nuevas por hacer. La aventura de crecer y descubrir quién eres y qué es lo que quieres en la vida. Joshua Evans no es precisamente el chico más po...