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capitulo 33

Bostezando somnoliento, Izuku abrió el ojo con ojos adormilados y sus pestañas revoloteando. 

La suave luz del sol se filtraba en su habitación y la de Shigaraki, despertándolo lentamente, empujándolo suavemente para despertarlo. Gimiendo roncamente, Izuku enterró su rostro más profundamente en su almohada, el suave material le hizo cosquillas en la nariz. No quería levantarse todavía, quería dormir hasta tarde. 

De repente, un par de brazos se envolvieron alrededor de su cintura por detrás de él, luego tiraron de su espalda contra un pecho duro. “Jugador 2, ¿estás despierto?”

"Sí", suspiró Izuku, con la voz sin aliento, "Estoy despierto".

Podía sentir las manos de Shigaraki apretándose alrededor de su cintura mientras el Alfa empujaba su nariz contra el cabello de Izuku, oliéndolo. Ronroneando suavemente, Izuku se movió un poco más cerca de Shigaraki, empujándose increíblemente más cerca del villano. 

"¿Como dormiste anoche?" Shigaraki murmuró en el cabello de Izuku, besando la parte superior de su cabeza. 

"Dormí bien", murmuró Izuku, su ojo se ajustó lentamente a la luz de la mañana, "aunque olvidé lo fría que estaba la base".

La base temporal de la Liga no tenía calefacción adecuada ni nada realmente adecuado. La electricidad, el agua y otros servicios públicos eran defectuosos en el mejor de los casos y no existían en el peor. A veces la base no tenía electricidad durante toda una semana y otras veces funcionaba bien. Ese era solo uno de los muchos beneficios de vivir en un edificio viejo y destartalado. Nunca sabías cuándo todo dejaría de funcionar o cuándo volvería a funcionar. Tampoco era como si la Liga pudiera simplemente contratar a un técnico para arreglar cualquier cosa. Todos estaban solos. 

Después de vivir en los dormitorios de la UA durante casi un mes, Izuku se había olvidado por completo de todos los problemas de la base, su mal estado. Izuku ya echaba de menos el sistema de calefacción superior de UA. 

Sin embargo, Izuku tenía algo más para mantenerlo caliente, algo que era mejor que un calentador básico. Suspirando suavemente, Izuku se dio la vuelta y enterró su rostro en el pecho de Shigaraki, acariciándolo. Su compañero le dio todo el consuelo y la calidez que Izuku podría desear. Shigaraki era como un osito de peluche gigante, un osito de peluche que era agradable y acalorado y podía devolverle el abrazo. 

"¿Qué estás pensando?" Shigaraki suspiró en el cabello de Izuku, su aliento le hizo cosquillas. 

"¡Estoy pensando en el gran oso de peluche que eres!" Izuku arrulló en broma, "¡mi gran oso de peluche villano!"

"Ah, sí", se rió Shigaraki, acercándose a Izuku, "soy un osito de peluche bastante villano. Quiero destruir a todos los osos de peluche héroes hasta que no quede ninguno. ¡En mi mundo perfecto, ningún oso de peluche será discriminado por la cantidad de pelusa o botones que tenga! Todos los osos de peluche serán iguales”.

Riendo en voz baja, Izuku se estiró y pasó sus dedos por el cabello de Shigaraki con cuidado. “Todos los osos de peluche deben ser tratados por igual. Me alegro de que podamos estar de acuerdo en algo”.

“La discriminación contra los osos de peluche es una plaga en este país que necesita ser resuelta”.

Luego, los dos se miraron en silencio antes de estallar en carcajadas, sus cuerpos temblando. Inclinándose, Izuku besó ligeramente a Shigaraki en los labios. Shigaraki, sin embargo, solo levantó una ceja ante el gentil gesto de Izuku, ante su pequeño e inocente beso.