_____ es una chica de 12 años de pelo mediano, castaño que se va a estudiar a Japón de intercambio, pero las circunstancias la hacen descubrir un juego de realidad virtual llamado Sao que decide probar y quedara atrapada en él hasta que alguien sea...
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27 de octubre del 2024
Llevaba dos tazas de humeante café caliente sobre las dos manos, me senté al lado de Kirito en el sillón y eché un vistazo a su mano. Sostenía la nota escrita en un pergamino que nos había dado Mahokl ayer.
Leyendo desde la parte superior de los artículos materiales enumerados, teníamos:
●Lingotes de Solidita: 30
● Lingotes de Acutita: 20
● Troncos de Teca Vieja: 10
● Tendones de Dragón Greatrock: 8
● Legendaria Grasa de Oso: 8
Los dos primeros eran lingotes de metales raros, el del medio era madera, probablemente muy rara, el cuarto era un material obtenido de los dragones de tierra, y el quinto era un elemento de un nombre verdaderamente nostálgico.
____: -El último de ellos es eso, ¿verdad?... en el 4° piso- Dije tendiendole su taza, él la tomó.
Kirito: -Debería serlo- Dijo acariciando un poco mi mejilla con cariño -Y pensar que vamos a estar peleando contra ese oso con aliento de fuego otra vez, ¿eh...?- Dejo un pequeño beso antes de dar un trago a su café.
Sonreí levemente, recordando esos días en los que era una misionera y me cobré ese favor de la primera espada decente del azabache. Ambos teníamos un nivel 15 y ahora rondamos el 90.
La «Legendaria Grasa de Oso» era un material raro necesario en la construcción de góndolas para moverse a través del 4° piso, el piso de lagos y vías fluviales. El oso gigante con aliento de fuego por todas partes, «Magnatherium», lo soltaba, pero fue un desastre cuando lo desafiamos en nuestro primer encuentro.
Por más fácil que fuera a resultar eso, la idea de que una posible ballesta entrará en desarrollo si le llevábamos los materiales, no me dejaba tranquila.
Kirito: -¿Qué pasa?- Preguntó notando cómo sostenía la taza y examinando mi rostro.
____: -Hmm... Estoy feliz por conseguir el noventa por ciento de descuento en la mesa... ,pero ¿en serio está bien que nosotros recojamos estos materiales...?-
Kirito entendía a lo que me refería, había una extraña contradicción en las acciones de Mahokl. Después de todo, ella desocupo su taller y se trasladó a Zumfut en los pisos inferiores porque ella no quería construir esa arma de composición, la «balista», que ella descubrió personalmente, o eso era lo que había explicado.
Kirito: -Va a ser trascendental si lo de la balista es real y utilizable. No sabemos si podemos llevarla a sala del jefe del laberinto, pero por lo menos, yo creo que va a cambiar la forma de ver el área del jefe. Puedo entender que la inquietud de Mahokl se basa en eso... si esas personas del gremio Alianza del Dragón Divino de las líneas delanteras o la Fuerza de Liberación de Aincrad descubrieran que ella era la única capaz de crear la balista, nunca la dejaría en paz-
