Más Allá De Esta Realidad (Kirito Y Tu) -En Pausa Por Revisión Y Adornos-

Supervisar y existir no es tan fácil como parece

Diego: —¿Asi que quieres que hable con ella?—

Colgábamos de cabeza en un pasamanos de un parque cercano a la casa, aunque las pantorrillas me estaban empezando a doler.

____: —No es que yo lo quiera, es que deberías. Parece un poquito loca por la aceptación de sus papás—

Diego: —Sabrá dios a quién se parece—

Fruncí el ceño y le pegue en el pecho con mis manos, haciendo que se balanceara de más y cayera de cabeza en el pasto.

____: —Cállate, tú estás igual—

Diego: —¿Quién dijo que hablaba de ti— Me quedé en silencio —En fin, voy a citarla quizás dentro de dos días—

Asentí satisfecha, pues al menos la vería antes de empezar las clases, e hice un esfuerzo por llevar mi mano hasta el barandal rojo para luego soltar todo mi peso. Caí de pie en el suelo y le di una mano al rubio para levantarse.

____: —¿Café y pan?— Propuse para cenar

Diego: —Café y pan— Confirmó

Tomo su bicicleta de la banca en dónde la había apoyado y se subió para luego subirme yo en parrilla, agarrándome de los bordes de esta.

Diego comenzó a pedalear a ritmo calmado.

____: —Mañana tenemos que ir a hacer la despensa, no hay nada más que té y café en la alacena—

Diego: —Tu y yo sobrevivimos del té y el café—

____: —Si, pero tus cuatro hermanas no, idiota—

Diego: —Cierto—

Pasamos por una escalera y me agarre más fuerte a los tubos.

____: —Siento que ver a todos diario va a ser extraño—

Diego: —Ya se, pero Daniela abrió su bocota—

Me reí.

Daniela es la hermana mayor de Diego, tiene 26 años, gana un buen dinero aunque aún vive con sus papás pues quiere estar con sus hermanas.

____: —Daniela solo quiere verte más seguido, aunque no debió decir que vinieran todos a conocer Japón—

Diego: —Abrió su bocota— Insistió

____: —Callate, tú eres igual—

El de raíces castañas rodó los ojos y siguió pedaleando.

Llegamos a la cafetería y nos bajamos de la bici, para dejarla atada a un árbol. Él pidió un té, yo tenía más ganas de un café. Nos sentamos junto a la ventana y vimos como comenzaba a nevar, aunque no nos preocupo porque nuestro edificio estaba cruzando la calle.

Este era un café en el que pagabas por hora y en el que había muchos juegos de mesa, jugábamos Uno ahora mismo.

____: —Siento que no le voy a caer bien a el papá de Kazuto— Dije tirando un dos amarillo.

Mi amigo frunció el ceño mientras bajaba la taza y echaba un dos azul.

Diego: —¿Te hizo mala cara?—

Negué y avente una tarjeta verde.

____: —No, solo que se ve demasiado serio y pues no se—

Diego: —Tu tranquila, ____— Aventó un más dos —Le caes bien a todos los adultos, eres bien doble cara con ellos—

Le di un trago a mi café y avente una carta verde.

____: —Si no eres así en esta vida, lo más seguro es que te terminen odiando todos—