Solo fue un sueño.

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Era un día soleado.

Ambos estaban tumbados en la humeda arena de la playa, frente al mar, se escuchaban los pájaros cantar y las olas de la fuerte marea, se sentía la paz.

—Sabes que te quiero mucho,no? —le dijo el chico, sonríendo.

—Lo sé, pero yo te quiero
muchísimo más. —le respondió la chica, tumbada a su lado.

—Imposible.

—No. —dijo la chica, sonríendo. —A que no me pillas —hizo una mueca de burla y riendo se puso a correr cerca de la orilla.

—¡Ven aquí! Ahora veras, ¡cuando te pille te comere a besos! —grito, persiguiendola

—¿Premio o castigo? —río, salpicandolo con el agua salada del mar.

El chico tomo a la chica como un saco de patatas y finalmente la tumbó en la arena.

—¡Déjame! —gritaba, riéndose.

—¡No! Ahora te comere a besos —sonrió, se lanzó hacia ella de forma cariñosa para dejarle muchos besos por toda la cara.

—¡Para, me haces cosquillas! —reía ella a carcajadas.

El chico se detuvo por momento para finalmente mirarla a esos ojos avellana que tanto le gustaban.

—¿Qué? —dijo, mirando a el chico.

—¿Puedo besarte? —dijo, mirando sus labios.

Ella sonrió.

—Si querés... —no le dio tiempo a terminar la frase, sus labios estaban juntos y miles de emociones recorrían por sus cuerpos.

Un beso tierno y apasionado.

De golpe el cielo se puso nublado, nueves negras rodeaban la zona, la chica estaba sentada en la arena preocupada por no ver a el chico a su lado.

El chico se encontraba yendo dirección hacia el agua.

—¡Cheong san! ¡Donde vas! ¡Vuelve porfavor!

El chico seguía yendo en dirección hacia delante, ni siquiera se giró.

La chica corrió mojando todo su vestido blanco, y se paró delante de él.

—¡Cheong san! ¡Qué haces!?? —gritaba, desesperada.

El chico se hundió en la oscura agua y desapareció.

—¡Cheong san! ¡Vuelve! ¡Porfavor! —gritaba, llorando sin parar.

On jo se levantó con rapidez, toda sudada y con la respiración acelerada, las ojeras marcadas en su rostro por el cansancio.

—Solo era un sueño.

Se dijo a si misma, se tumbó mirando hacia el techo y luego cayó en un sueño profundo.

On jo

—Otra vez? Enserio? —dijo Mijin, escupiendo la comida que tenía en la boca.

—¡Oye! Come con la boca cerrada, que asco das. —como de costumbre, se quejó Hari.  

—Pues yo sigo pensando que si sueñas con él es por algo. —me dijo Hyorung, bebiendo de su batido.

Ya a pasado un año desde el ataque de los zombis, y todo, pero aún tengo pesadillas por ello.

Vivimos en un centro de cuarentena durante unos meses ya luego, me fui a vivir con Mijin y Hari lo cual ahora comparten piso.

Estos días no he visto a Su hyeok, ya que no he estado muy bien.

Narradora

On jo iba caminando hacia Su hyeok, después de recoger algunas cosas.

Le tocó el brazo, —Vamos?

Su hyeok la miró y sonrió levantándose.

Ambos fueron a pasear y a hablar de lo que les pasó en esos días que no se vieron.

—Su hyeok.

—¿Si? —respondió.

—Te voy a decir una cosa, pero no le digas a nadie, vale? 

—Esta bien, que cosa?

—El otro día fui a dejar unas cosas donde el árbol de los lazos y vi que alguien había encendido una hoguera en la terraza de la universidad.

—Dices que, Nam ra puede estar por aquí?

—Si, ella dijo que le gustaría hacer otra hoguera todos juntos.

—Es cierto.

—Iremos esta noche a mirar, puede ser peligrosos así que no le digas a nadie más.

—Esta bien.

𝖎𝖓 𝖒𝖞 𝖎𝖒𝖆𝖌𝖎𝖓𝖆𝖙𝖎𝖔𝖓..... [On Jo x Cheong San] Estamos MuertosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora