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JiSung y MinHo. Dos chicos adolescentes que se conocen desde que el mayor rondaba por los 15 años y el menor por los 13, una historia un tanto extraña, ya que nunca se habían visto, por lo que se conocieron virtualmente hasta caer en cuenta que vivían por los mismos rumbos.
Verse era complicado, puesto a que pertenecían a distintas escuelas, pero de alguna manera lograron pasar más tiempo juntos hasta sentir que sus emociones ya no eran las mismas, pues habían cambiado, un día de citas (para ser más precisos dos años después) decidieron confesarse y su relación dió un paso, pasando de mejores amigos a novios.
Nunca habían experimentado alguna sensación como las que pasaban al lado del otro, pero les gustaba lo bien que podían congeniar en muchos aspectos, les gustaba bromear con el otro y después pedirse disculpas con pequeños besitos inocentes que se fueron corrompiendo una ocasión que sin querer Lee apretó la cintura de JiSung, con cientos de pensamientos sobre aquel jadeo que soltó su lindo novio junto a pensamientos que jamás pensó tener aún cumpliendo sus 15 años.
Durante algunas semanas estuvo notando cambios en la actitud de Han, mejillas rojas, sudor aún en temporadas de frío, voz ronca y respiración agitada cada vez que lo observaba salir del baño, y cada vez era más frecuente, estaría mintiendo si no ha imaginado que con ese lindo rostro lo deja completamente excitado y pidiendo por su pene para llenarlo con su linda boquita, y no sólo su boca... que ganas.
Un día como cualquier otro JiSung tenía en su día visitar la casa de su novio, al estar ahí se dispusieron a ver películas, reír y comer un rato, hasta que el cielo comenzó a tornarse oscuro, esa ocasión los padres del menor no llegarían a su casa, así que podrían dormir juntos para después ir a sus escuelas la mañana siguiente.
Claro, nadie pensaba que empezarían a darse besos que parecían pedir algo más que solo unas sonrisas inocentes.
Las manos de MinHo acariciaban la delicada cintura del mayor, bajo suspiros pesados y besos que pedían más de ambos, se separaban y solo tomaban un poco de aire para volver a besarse, hasta que el menor tomó la iniciativa de acariciar el suave cuerpo de su chico de una forma más tentativa.
⏤M-minho.. ¿qué tratas de hacer?⏤ Preguntó hecho un lindo desastre, con los labios rojos e hinchados.
⏤Lo que por tanto estuvimos deseando, ¿O acaso no lo quieres?⏤ Responde con una sonrisa que deslocó al mayor, quien con vergüenza se acercó para subirse en su pecho y besarlo una vez más.
Las manos de MinHo pasearon por la delicada anatomía de su chico, llegando hasta sus glúteos donde apretó robando agudos jadeos que lo hacían sentir más necesitado, devorando la "inocente" boca contraria, junto a chasquidos que resonaban en la sala que se encontraban, las películas pasando a segundo plano.
