Capitulo 1

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UN DÍA NUBLADO


Estaba oscureciendo cuando salí de casa dando gritos, nadie me entendía, todos me echaban la culpa de todo, iba con una camiseta negra con un estampado de medio corazón y unos vaqueros ajustados con unas deportivas. Caminé bajo la lluvia, hacia la playa y me metí dentro del mar esperando que alguna ola me tragase, que mas me daba si no era importante para nadie...."Solo sirves para limpiar suelos" (esas son las palabras textuales) de mis queridísimos padrastros que al morir mis padres se hicieron cargo de mi. Les he preguntado que les pasó y solo me decían que todo era culpa mía.

Así que si me traga el mar. ¿Qué era lo peor que podría pasar?

-Que hagan una fiesta celebrando que he muerto, (dije con lagrimas en los ojos y susurrando cada una de las palabras)

Me iba acercando poco a poco al mar y me iban apareciendo recuerdos en mi cabeza (nada agradables) con cada paso que daba me sentía más segura con lo que estaba haciendo y era como si me liberase de una peso que lo iba arrastrando desde que nací.

Cada vez había más olas y cada una más grande que la anterior, avanzaba como si nunca me hubiese dado mido el agua cuando en realidad siempre he tenido miedo de las criaturas que lo habitan.

Cuando ya estaba apenas unos centímetros de mejorarme los pies me tiré hacia el mar y dejé que la corriente me arrastrase mar adentro, al principio mi instinto de supervivencia hizo que luchase por seguir en la superficie. Pero al cabo de unos minutos me case y deje de hacer esfuerzo alguno, todo se volvió negro y ya no conseguía respirar. Me siento en paz y tranquila con migo misma...

De repente oigo una voz que me susurra al oído mi nombre:

- Clary - Susurró

Eran una voz que nunca había oído. ¿Estaría en el cielo?

Me levante costosamente del suelo y al mirar a mi alrededor vi de nuevo la misma playa donde me había adentrado al mar pero... Parecía distinta, no había tantas tiendas y la gente llevaba un tipo de ropa un tanto peculiar, no entendía nada, pero al lado mío había un chico de mi edad que me volvió a susurrar mi nombre en el oído, este chico llevaba un traje y en las mangas como unos paños blancos, parecía que estuviese en el Siglo XIX.

De repente el chico me levantó y me llevó a su casa. No tenía ni idea de lo que había pasado, ni en si debía confiar en aquel desconocido pero de momento no tenía con nadie para confiar y el parecía que sabia quien era en realidad. (Todo era tan extraño) que se me había olvidado por completo que estaba en una época que no era la mía. Y en casa de un completo extraña que lo único que sabia de el era que me conocía... O por lo menos sabía mi nombre.

- Clary - dije a mi misma.

La Profecía{PAUSADA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora