Tunnel vision ; Minsung

Capítulo 23

"Sabemos que eres una persona muy reservada", dice el entrevistador, y Jisung se muerde la lengua. Ha hecho suficientes entrevistas para saber que esto solo conducirá a preguntas personales, y quiere evitar eso, si puede. "Pero, vamos, a tus fans les encantaría saber cómo eres cuando estás en una relación".

Sorprendentemente, esa no es una pregunta tan mala. Él esperaba algo más cercano a 'boxers, o calzoncillos?' pero esto lo puede manejar. Se remueve un poco en su asiento, todavía sonriendo cortésmente y seguirá haciéndolo, incluso cuando le empiece a doler la mandíbula. "Depende", dice. "Si es casual, me gusta que sea privado, menos desordenado, ¿sabes?" El entrevistador asiente. "Pero cuando estoy realmente... cuando me preocupo por la gente, me cuesta mucho ocultarlo. Creo que si realmente estuviera loco, totalmente enamorado de alguien, querría decírselo a todos. Así que supongo que sería el tipo de novio que te consentiría. Intenta darte el mundo y presumirte. Y me encanta abrazar".

"¿Oyeron eso señoras?" el entrevistador arrulla. "Le gusta abrazar".

Jisung se encoge de hombros, ampliando su sonrisa. "¿Qué puedo decir? Abrazar es agradable."

"Ahora", el entrevistador se inclina hacia adelante, "Sabemos que estás soltero en este momento, pero hay una mujer muy especial en tu vida, ¿no es así?".

Jisung frunce el ceño. "Um, yo no-"

"Y resulta que la tenemos en una videollamada con nosotros", continúa el entrevistador. Jisung toma aire. Probablemente parece jodidamente aterrorizado en este momento, pero solo porque no puede entender de qué está hablando esta chica. "¿Qué mujer especial? Qué-"

"Hola cariño."

La cabeza de Jisung da vueltas. Hay una gran pantalla justo detrás de él, ha estado todo el tiempo que ha estado aquí, solo que antes había estado en blanco. Ahora, ve una cara familiar, sonriente y enorme, ampliada, y... "¿Mamá?"

Jisung tiene esta regla, por así decirlo. No llama a su madre a menudo. Es tan difícil para ambos, todo el tiempo. No ha habido una sola conversación telefónica entre ellos en cuatro años que no involucre lágrimas de uno de ellos en algún momento. Y siempre lo dejan sintiéndose hueco y vacío. Así que solo llama de vez en cuando, y luego, siempre que puede, sale en avión y pasa una o dos semanas en casa porque es... más fácil hablar con ella cuando sabe que no hay millas entre ellos. Cuando puede rodearla con sus brazos y saber que una de sus hermanas está a la vuelta de la esquina, o que su padre está en la sala de estar.

La última vez que había hablado con ella había sido justo antes de partir para la gira. Él la llamó, le dijo lo que estaba pasando, prometió ir a verla tan pronto como pudiera. Y ambos habían llorado, porque eso es lo que hacían, y después Jisung había pasado todo el día acurrucado en su cama, extrañando tanto el hogar y la infancia que dolía.

Y ahora tiene que hacer esto en la televisión en vivo. Sin maldita advertencia. Está enojado, pero más que eso, siente que las lágrimas ya le pican en los ojos y no han dicho ni diez palabras.

"Te extraño", dice su madre, y la multitud se llena de asombro y arrullos.

"Yo también te extraño," dice Jisung con voz espesa. Puede ver la cocina detrás de ella, y apuesta a que huele a especias y galletas, como lo hace en sus recuerdos. "Lotes."

Una mirada severa se apodera de su rostro. "¿Has estado comiendo?"

Jisung arruga la nariz. "Si, Mamá."

La multitud y el entrevistador se ríen, pero su madre dice: "Te ves delgado. Será mejor que te cuides, jovencito, o estás castigado."

"Sí, señora," dice Jisung. "Recordaré eso."