Tunnel vision ; Minsung

Capítulo 38

La habitación del hotel es, sin duda, enorme. Minho solo había especificado una bañera de hidromasaje y un televisor, por lo que Jisung solicitó la habitación más cara del hotel en el que se hospedaban. Y caro es, pero por una buena razón. Tiene un dormitorio completamente separado, una sala de estar con un sofá y el baño es del tamaño de todo el departamento de Minho. Hay una bañera gigante con chorros y suficiente espacio para cuatro personas, cómodamente, una ducha, un lavabo largo, un pequeño espacio privado para el baño. Hay un balcón y grandes puertas correderas que dan a él. La cama es enorme, con dosel, un edredón de seda negra y almohadas rojas. Toda la pared trasera de la habitación del hotel está hecha de paredes de vidrio del piso al techo, cubiertas con cortinas de seda roja. Y le está costando unos ocho mil dólares la noche.

"Jisung," dice Minho cuando entran, luciendo más que un poco atónito.

"Lo sé", admite Jisung. "Es más exagerado de lo que esperabas, pero". Se encoge de hombros.

El botones entra en la habitación con sus maletas y rápidamente les pregunta si necesitan algo. Jisung dice que no, gracias, y le da una propina antes de cerrar y bloquear la puerta detrás de él.

"Es demasiado", decide Minho, y aún no ha explorado toda la habitación. "Demasiado. ¿Cuánto te está costando esto?"

Jisung envuelve sus brazos alrededor de Minho desde atrás, sus labios encuentran la nuca de su cuello. "No tanto como estaría dispuesto a gastar en ti," murmura Jisung contra su piel. "Esto no es nada, Minho. Y no me digas que no tengo permitido tirar mi dinero y gastarlo en ti, porque eso es una mierda. Trabajo duro por mi dinero, y debería poder gastarlo en lo que quiera, o en quien quiera. Y quiero gastarlo en ti. Me hace feliz hacer eso. Así que deberías aceptarlo y seguir adelante".

Minho gira en sus brazos, inclinando la cabeza sobre el hombro de Jisung. "Gracias, entonces."

"Feliz cumpleaños, hermoso", dice Jisung en su cabello. "Vamos a explorar esta habitación de ocho mil dólares. Estoy esperando algunos chocolates en mis almohadas."

Comienza a moverse hacia el resto de la habitación, con la mano de Minho en la suya, pero Minho está clavado en el lugar. "¿Que acabas de decir?"

"Um, ¿chocolates?"

"Ocho mil— ¡ Jisung!"

Jisung gime. "¡Es una noche, Minho! Y no me dejaste llevarte a Costa Rica, así que creo que este es un compromiso bastante bueno".

"Tienes miedo de volar", señala Minho. "¿Por qué demonios te dejaría hacer eso?"

"Solo digo", argumenta Jisung. "Esto es discreto en comparación con alquilarnos una isla entera para pasar el fin de semana solos, ¿verdad? Así que supéralo y ven a ver la cama conmigo".

Minho mira pero toma la mano de Jisung, dejando que Jisung lo arrastre a través de la habitación mientras murmura, "Ocho mil malditos dolares, mi alquiler completo por medio año en una noche, maldita sea, Jisung", en voz baja.

El dormitorio es tan bonito como se prometió. Es una habitación grande y espaciosa con una alfombra blanca y esponjosa, y las luces son regulables, capaces de emitir un brillo suave y cálido en la habitación. Hay una chimenea, la cama gigante y la puerta del baño ridículo. "Bañera de hidromasaje", dice Jisung mientras empuja la puerta del baño para abrirla. "Justo como lo pediste".

"Eso no es un jacuzzi", dice Minho sin expresión. "Esa es una piscina caliente. En un baño."

Jisung lo besa, empujando a Minho hacia la cama. "Es tu cumpleaños", dice. "Un día. Es un día, no te pongas como Bella Swan conmigo por esto".