El timbre del final del receso sonó, y las dos niñas, una pelirosa y una pelinegra corrieron presurosamente al salón de clases tomadas de la mano, el aula de primer grado seria su destino repleta de niños de entre seis y cinco años, se sentaron al igual que el resto de sus compañeros y se quedaron expectantes de su profesor que estaba a punto de contarles un cuento, el mismo maestro renegó del cuento de ese día ya que era un cliché muy popular, la princesa que es rescatada por el galante príncipe que se la lleva en su corcel a vivir felices por siempre, y aunque al maestro no parecía gustarle los niños y principalmente las féminas estaba encantadas con el relato, tiempo después sonó la campana de la salida el maestro se despidió de todos muy alegre, hasta que llego el maestro de 6to grado por él, eran, a los ojos de las niñas como la princesa y su príncipe parecía gracioso imaginarse a su maestro con vestido y su cabello castaño en peinado elegante, al igual imaginarse al otro profesor de pelo gris en una armadura cabalgando sobre su corcel.
Todos los niños caminaban juntos a casa, mientras como siempre la niña de pelo rosa tomaba de la mano a la niña de ojos perla, que a muchos les podía pareces raro pero a ella solo le causaban fascinación
-O-oye, crees que las cosas sean así como en el cuento del profesor- exclamo la niña tímida de pelo negro
-Claro que si, cuando besas a alguien es porque lo amas y quieres estar con esa persona para toda la vida- dijo la ojiverde con una sonrisa
-No seas ridícula Sakura eso no funciona así- dijo un rubio impertinente que escucho la conversación
-Por supuesto que si- reclamo la niña
-Nunca lo sabremos porque no conocemos a ninguna princesa- dijo un niño con cabeza de piña que se unió a la conversación, junto con el niño de marcas rojas en la cara junto a su perro, se pararon ya que estaban delante de la casa de la ojiperla
-Esperen un segundo, Hinata es una princesa- la señalo la pelirosa
-¿Po-por qué dices eso Sakura-chan?- dijo mientras su cara se ponía cada vez mas roja
-Sí, ¿por qué dices eso Sakura?- exclamaron el rubio, el cabeza de piña y el de marcas rojas
-Solo mírenla- la señalo con mucho orgullo y los niños solo la miraron intrigados- las princesas viven en un castillo, la casa de Hinata es enorme, las princesas son tímidas, Hinata es tímida, las princesas siempre son vigiladas por alguien atemorizante, el primo de Hinata es atemorizante
-Y valla que lo es- añadió Shikamaru
-Y por último las princesas son hermosas y valientes, Hinata también es hermosa y valiente- la pelinegra casi cae desmayada por todo lo que dijo su amiga
-Tienes razón, pero si Hinata es una princesa entonces quien la besaría- dijo Naruto mientras cruzaba los brazos
-Por supuesto que seré yo- grito el de marcas rojas mientras se acercaba a la niña
-Alejate de ella Kiba- grito la pelirosa que corrió hasta Hinata y le dio un beso inocente en sus labios. Los niños solo las miraron asombrados
.-¡¡¡¡QUE!!!! AHORA QUE VAS A HACER SAKURA LA HAS BESADOO-gritoneaba Naruto mientras que la Hyuga se estaba desmayando
-Pues nos casaremos Naruto no seas tonto- dijo la ojiverde- ¿cierto Hinata?
-Si Sakura-chan si me quiero casar contigo- la tomo de la mano- pero creo que primero tenemos que hablar con mi papa
-Ahora mismo -Dijo la pelirosa entusiasmada
Estaba muy tranquila y silenciosa la enorme casa Hyuga, Hiashi estaba en su despacho haciendo papeleo como de costumbre, cuando unos pasitos apresurados comenzaron hacer eco en casa, ciertamente su hija había llegado pero no estaba sola
-Pa-padre ¿podemos pasar?- el mayor levanto la mirada y observo a su hija al lado de una niña de cabello rosa
-Claro adelante- ambas niñas pasaron
-Buenas tardes señor- dijo confiada la ojiverde- vera hoy vine porque Hinata y yo nos vamos a casar
Quiso reírse, pegar una carcajada pero eso no sería correcto- Así que te quieres casar con mi hija- dijo finalmente
-Si vera, yo bese a Hinata y cumpliré con mi responsabilidad casándome con ella y Hinata esta de acuerdo conmigo- la Hyuga solo asintió
- Y no creen que son MUY jóvenes para casarse
-No me esta entendiendo, yo ya la bese, eso significa que debemos estar juntas para siempre
-Si padre, yo quiero estar con Sakura-chan siempre
-Incluso podrías vivir en mi casa- dijo emocionada la de pelo rosa
-Me parece que no puedo solo con esto ¿te parece si llamamos a tu padre Sakura?
-Adelante seguro que mi padre si entenderá- al cabo de unos minutos llego Kizashi, y después de una larga charla entre sus dos progenitores y ellas no podían hacerlas entender que no se podían casar, al menos no por ahora
-ES QUE USTEDES NO ENTIENDEN HINATA ES MI PRINCESA YO TENGO QUE ESTAR CON ELLA PARA SIEMRPE- Decía ya exaltada la pelirosa, la ojiperla procedió a explicarle a los dos mayores el cuento que su maestro les había contado ese mismo día
-Es por eso que Sakura-chan y yo nos tenemos que casar- concluyo, se quedaron sorprendidas cuando los dos hombres comenzaron a reír
-Muy bien ahora ya lo entendemos, pero ustedes dos aun no se pueden casar
-¿Entonces cuando?- pregunto la ojiverde
-Probablemente dentro de 15 años- dijo su padre
-Podemos esperar ¿cierto Sakura-chan?
-Si, mientras tanto escogeremos nuestros vestidos- las niñas corrieron al gran patio de la casa, mientras sus padres aun se reian de la situación.
-Eres lo más hermoso que he visto- decía la pelirosa mientras besaba a su esposa
-Basta Sakura-chan, haces que me sonroje – dijo mientras le contraria le quitaba la blusa
-Eres mi princesa- término de desnudar a su esposa- veinte años han pasado desde ese día que te dije que serias mi esposa y en estos veinte años no he dejado de pensar en ti como mi princesa
-Te amo Sakura- aproximo su torso desnudo al de su esposa y uniéndose en un abrazo
-Yo también te amo mi princesa- la beso dispuesta a pasar la noche haciendo el amor con su bella princesa
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