─ Todos en bonten saben que dos de sus compañeros se gustan desde hace mucho, por lo que sanzu y rindou aprovechan que los pelinegros comparten habitación temporalmente para darles una droga que los llevaría a demostrar sus sentimientos de una forma...
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Desde su primer encuentro ya había pasado un tiempo, tres meses para ser exactos. Al principio fue un poco vergonzoso estar juntos pues ambos recordaban lo que habían hecho.. fue así hasta que un dia sanzu y rindou confesaron que los habían drogado esa noche, por ello se llevaron un buen golpe por parte de kakucho que la verdad es que estaba más molestó que kokonoi.
El peliblanco solo planeaba algo, quería repetir lo que habia pasado aquella noche pero esta vez completamente conscientes, quería saber si kakucho lo había hecho porque quería y no por el impulso que supone que la droga le dio. Hajime quería crear la oportunidad perfecta para confesarse y rogaba ser correspondido, estar dándose miradiras e indirectas ya no le gustaba nada, quería a hitto para el, ya había sido demasiado paciente.
El plan era llevarlo a cenar a un restaurante y proponerle matrimonio, ya había estado planeando la cena con ayuda de ran, después de todo ya se conocían hace como 10 años, vivían juntos, trabajaban juntos y ambos se gustaban desde mucho tiempo, ya era hora de formalizar esa extraña relación y sacarle el título de "somos algo pero no somos nada" además quería tener una razón para celarlo sin parecer un psicópata que quería matar a cualquier zorra que se le acercaba cuando salían todos juntos a una discoteca.
En cuanto a kakucho.. nunca se le paso por la cabeza confesarse, le confundía un poco el comportamiento de kokonoi pues últimamente parecía mostrar interés pero siempre se lo encontraba con ran susurrandose entre ellos, abrazados y demasiado cerca para su gusto, por esa misma razón se había retractado de acercarse como quería.
Quizás estaba en algo con ran, después de todo siempre supo de cierta atracción que tenía el haitani con el peliblanco por más que ya había pasado un tiempo de eso, no dejaba de lado el hecho de que hubo algo en algún momento y hitto no quería entrometerse, solo debía aceptar que serían amigos y que la noche que pasaron aquella vez solo fue el resultado de ese droga, koko ya no lo necesitaba para más.
— Oye kaku! – un entusiasmado peliblanco llegó a la cocina en donde hitto estaba tomando un café, le extraño un poco ver a hajime fuera de la oficina tan temprano.— ¿Sucede algo? te veo.. contento – habló dejando su taza encima de la mesada mientras que veía de arriba abajo al bonito ojioscuro frente a el.— Aún no sucede..– murmuró acercándose al pelinegro quién abrió sus ojos con sorpresa por el repentino movimiento.
— ¿Que te parece ir a cenar.. tu y yo, juntos.. en un restaurante? – propuso con una leve sonrisita mientras dejaba tenues caricias con su dedo índice en el pecho contrario, kakucho arqueo una ceja sin entender.— ¿Por que querría eso? – cuestionó fríamente a lo que koko hizo un pucherito con sus labios.— Ay porfavor no seas así, es hora de cambiar el ambiente, además.. de todos los demás prefiero salir contigo – confesó hajime y verdad no le faltaba, los demás eran simplemente "ellos"
Kakucho suspiró, no creía ni en una sola palabra que salía de la boca de kokonoi, aparentemente era más celoso de lo que creía.— ¿Y que pasa con el haitani? – cuestióno alejando al peliblanco de su agarré, hajime se le quedó mirando con total confusión.— ¿Que tiene que ver el? – preguntó con una ceja levantada a lo que hitto soltó "tss" y simplemente quiso evitar el tema.— Kakucho, espera..
