«Puedes quitarme mi casa,
todos mis trucos y trajes,
pero hay una cosa que jamás podrás quitarme:
Yo soy IRONHEART, y Tony Stark es mi padre».
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❝Yo te amo 3.000 millones, papi.❞―Ela.
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CAPITULO DOS
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MALIBU, CALIFORNIA
MAYO.
2005.
TONY STARK ESTABA ANSIOSO, y bastante sentimental. Cada día veía a su pequeña princesa avanzar más, y crecer más.
Eleanor Stark estaba a sus 13 días de su cuarto cumpleaños. Tony antes de su hija solía celebrar su cumpleaños en increíbles fiestas que formaría para días, bebería como un barril sin fondo, y se llevaría a la cama, cuantas mujeres quisiesen.
Pero desde el nacimiento de su hija, Tony había reducido estas, empezando que el y su hija compartían el mismo día de cumpleaños, una cosa que hacia que a Tony se le llenara el corazón hasta hincharse en su pecho, y lo pondría modo sentimental. También se pondría un poco gruñón, porque el multimillonario insistía en que su pequeña no paraba de crecer, y hacerlo más viejo.
Eleanor Stark era sin duda el orgullo y la felicidad de su padre. La niña de casi 4 años, era un rayo de sol, siempre estaba feliz, y sonriente. Siempre parecía iluminar la vida de quienes la rodearon. Y esta para la conmoción de Pepper, y el ego de Tony, compartía más rasgos de su padre, que de su madre.
Eleanor estaba desarrollando una personalidad amable, y muy risueña, pero también cuando se enojaba, solía fruncir el ceño, y darle a Tony la misma mirada que Pepper le daría cuando sabía que había hecho algo mal. La niña también había demostrado que heredo los rasgos de todo un Stark, al ser tan lista como su propio padre.
Así que para Tony, ver a su princesita estar en su laboratorio, en la mesa que había acoplado en su laboratorio para su hija, y ella estaba con un par de destornilladores, mientras ajustaba algunos cables, y armaba una placa de circuito personal. Tony sonrío. Eleanor le recordó a sí mismo en gran medida. La niña desde que había dado sus primeros pasos, y palabras, a Tony le resultaba difícil separarse de su lado, y gracias a que viajaría por largos días, que lo mantendrían fuera de casa, al regresar acapararía a Eleanor por completo.
Así que desde muy pequeña, Tony había acoplado un lado en su laboratorio que era solo de Eleanor, era su espacio, habría una gran mesa llena de instrumentos, cables, placas, y circuitos, a Eleanor le encantaba reparar cosas, o al menos eso hacia la mayoría de las veces, mientras Tony trabajaría en algún nuevo proyecto, Eleanor ayudaría a su padre, o trabajaría en sus propios proyectos.
Happy solía traerle a Ela equipos del ejercito de salvación, que ella se esforzaría en reparar, contaba desde radios antiguos, teléfonos, computadoras, e incluso reproductores DVD.
