𝐔𝐧𝐨

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Mis ojos estaban cerrados. Estaba dormida. Estaba tranquila.

Me removía entre las sábanas de mi cama. Tenía un sueño tan profundo que era envidiable. Creí que seguiría así un largo tiempo.

Estupida.

Mi sueño fue interrumpido cuando sentí agua en mi cara. No gotas. Un vaso de agua vertía su contenido sobre mi. Y quien estaba vertiendo el líquido era mi querido hermano. Blaise Zabini.

Me levanté de golpe con la respiración entrecortada y con una posible hipotermia. Ah sí, y desconcertada. Muy desconcertada. ¿En dónde diablos estaba? Voltee a ver a la persona que reía a carcajadas a mi lado y me sorprendí un poco al ver quien era.

- Buenos días, querida hermana - dijo retomando el aire.

- Hola...- dije con un hilo de voz.

Blaise dejó el vaso vacío sobre mi mesa de noche y se dirigió a mi ventana y de un tirón a una cuerda abrió todas las cortinas dejando entrar demasiada luz. Cubrí mis ojos con mi mano para que se acostumbraran un poco a la luz.

- Baja a desayunar. Mamá y papá ya nos están esperando - Dejó un suave beso sobre mi coronilla y luego se fue sin más.

Lo logré. Aquí estoy.


Me levanté de la cama tan rápido como mi cuerpo recién despierto me lo permitió y entré a mi baño a secarme la graciosada de Blaise. En Pinterest se veía más pequeño...

Me cambié y tomé mi varita. La observé un rato pensando si hacer un hechizo o no.

Primero pensé "¿Qué puede salir mal?" y luego me respondí yo misma "Eres tú. Todo puede salir mal". Claro que tenía razón, yo siempre tengo razón. Pero el apellido Zabini me atacó y me dije "¿Qué es lo peor que puede pasar?" así que tomé una de las plumas que estaban en el suelo de la jaula de Greewel, mi lechuza.

- Disculpa, linda. Tomaré esto si no te importa.

Ella me miraba. Si pudiese hablar estoy segura que me diría "Deja eso ahí, ambas sabemos que esto saldrá mal" Hasta mi propia lechuza me juzga. Eso es genial...

Coloqué la pluma en medio de la habitación. Recordando las palabras del profesor Flitwick en la primera película, me puse en mi papel de Hermione.

- Wingardium Leviosa...

Por si te lo preguntabas. No. No especifique en mi guión que los hechizos me salían a la primera. Así que salió mal. Al menos no fue como a Seamus que la pluma le explotó en la cara pero empezó a volar por toda mi habitación en una velocidad anormal en una pluma.

No tenía la menor idea de que hacer. Empecé a buscar con la mirada algo que me fuera de ayuda, cuando sobre mi mesa de noche divisé mi celular. Corrí hasta él con cuidado de no estar en el camino de la pluma fugitiva. Cuando estuvo en mis manos lo desbloquee y busque la lifa app. Entré y lo más rápido que pude agregué en mi guión "Todos los hechizos me salen a la perfección al primer intento". Cerré la aplicación y bloqueé el teléfono. Tomé mi varita confiada. Me paré con firmeza y apunté mi varita.

- ¡Finite incantatem!

La pluma se detuvo de inmediato cayendo lentamente al piso.

No he estado ni una hora aquí y ya hice un desastre. Good for me.

Dejé la varita sobre mi cama y solo me llevé mi celular. Salí de mi habitación dejándome boquiabierta. La Mansión Zabini es más hermosa de lo que pensé. Tiene un aire victoriano. Es oscura y por donde sea grita dinero. Hay algunos cuadros por los pasillos, hay uno que llama mi atención. Es un retrato de Blaise y yo cuando eramos pequeños. Yo tenia puesto un vestido negro y tenia una mariposa azul en mi nariz. Blaise estaba de pie frente a mí, viendo la mariposa con curiosidad. Era un cuadro hermoso. Hasta ahora es mi favorito.

Divisé unas escaleras y baje por ellas hasta llegar a un gran recibidor.

Escuché la risa escandalosa de Blaise así que no fue difícil ubicar el comedor. Al entrar se me hizo un nudo en la garganta. Esos que amenazan cuando quieres llorar.

- Buenos días, princesita.

- Buenos días, mi niña.

Mis padres me saludaron con ternura. Me acerqué a ellos y les di un beso a cada uno en su mejilla antes de sentarme frente a mi madre.

- ¿Están emocionados? - Preguntó mi madre antes de llevarse su taza de té a la boca.

- ¿Por qué?

- No lo olvidaste ¿o sí?

Me quede en blanco.

- Ma, Krista olvida todo - hablo Blaise con obviedad.

- Eso no es cierto.

- ¿Ah no? ¿Qué sucede hoy?

Voltee a ver la pantalla de mi celular. Primero de Septiembre.

- ¡Hoy vamos a Hogwarts!

Mi padre rió por mi reacción y tomó mi mano.

- No cabe duda que eres mi hija.

Si supieras...

Desayunamos tranquilamente. Blaise hacía de vez en cuando uno que otro comentario que nos hacía reír a todos. Fue un desayuno feliz, familiar, cálido.

Hay un poco de cuerpo en mi felicidad.

Luego de desayunar subí a empacar mis cosas. Un rato después estaba lista. Lista para ir a Hogwarts.

Blaise asomo su cabeza y me dijo que era hora de irnos. Bajamos juntos y nuestros padres estaban en la puerta para despedirnos.

- Portate bien - hablo mi padre.

- Yo siempre me porto bien - respondí-

- Le hablaba a tu hermano.

Blaise entrecerró los ojos y abrió la boca haciéndose el ofendido. Un par de abrazos despues salimos y habia un auto clasico negro muy brillante esperandonos afuera. Nos subimos y emprendimos nuestro viaje.

Al llegar a la estación de King 's Cross, Jeffrey el chofer (si, un nombre muy de chofer) Llevó nuestras cosas hasta uno de los carritos y luego se despidió de nosotros. Blaise y yo nos encaminamos a la plataforma 9 ¾ e íbamos conversando. O más bien, él iba quejándose de que no quería regresar a las tareas y yo escuchaba.

De un momento a otro estábamos frente al pilar que debes cruzar para entrar a la plataforma. 

The Dark SideDonde viven las historias. Descúbrelo ahora