Virgin ➳McLennon [OS]

Virgin

   No le había sido para nada fácil. Sinceramente había tenido que afrontar muchas cosas a lo largo de su vida, y a sus veintidós años lo que más le preocupaba era dos cosas: su virginidad y su orientación sexual.

   John era, entre otras cosas, un auténtio virgen gay.

   Se sentía atraído hacia los chicos desde su niñez, pero aquel gusto lo descubrió exactamente a los catorce años cuando su corazón comenzó a latir desesperadamente por un compañero de clases, el cuál ni siquiera sospechaba de lo que John sentía porque este no se atrevió nunca a decírselo. Con el paso del tiempo tuvo un par chicos con los que intentó relacionarse amorosamente, pero nunca logró llegar a nada.

   Y en ese punto de su vida, le daba mucho miedo ser rechazado y seguir siendo virgen. Quería tener su primera vez con cualquier persona en el mundo, pero tal vez era lo suficientemente tímido e introvertido como para proponerlo y buscarlo por su cuenta.

   —¿En qué tanto piensas? —George chasqueó sus dedos delante del rostro de John, logrando que aquellos ojos marrones lo miraran—. He estado hablando solo todo este tiempo...

   Fue entonces que se dio cuenta que estaba en el comedor de la universidad, rodeado de gente y con su mejor amigo delante de él, contándole seguramente sobre una más de sus peleas con Pattie, su novia.

   —Ah, lo siento... —le contestó, tomando entre sus manos la lata de zumo de durazno para dar un sobro—. Estaba pensando en otra cosa... Sigue hablando. ¿Qué estabas diciéndome?

   George soltó un suspiro y lo miró con reproche.

   —¿Otra vez pensando en eso, eh?

   —No sigas, por favor... —John le suplicó—. No quiero hablar sobre eso.

   —Es que no entiendo por qué todavía si tienes la respuesta en manos sigues preguntándote que hacer con tu vida sexual —George, que lo había aconsejado mil veces, soltó un bufido—. Sólo ve a un club gay y ponle el pene dentro al primero que veas.

   Lennon se sobresaltó. La mera idea de hacerlo con alguien desconocido le ponía los pelos de punta.

   —¡No, no! ¡No! ¡Qué asco! No sé el proceder de esa persona... Y ni siquiera sé si se baña todos los días o no...

   —Entonces ve por el camino largo —volvió a sugerirle—. Búscate a alguien con quién iniciar una relación.

   —Estoy enfocado en mis estudios. No tengo tiempo para relaciones ahora.

   Fue entonces cuando George rodó los ojos con fastidio.

   —Entonces déjame buscar a una persona para que puedas tener sexo sin compromiso.

   El rostro de John se tiñó de un rojo violento debido al rubor que aquel comentario le ocasionó. Y pese al semblante de George, John estuvo casi seguro que había murmurado, para sus adentro, algo como: "sí..., definitivamente eres virgen..."

   —¿¡Qué!? ¿¡A una persona!? ¿¡Para mí!? ¡No, George! ¡Qué verguenza!

   —Es más común de lo que crees —le dijo, intentando convencerlo—. John, por amor al cielo, tener sexo sin compromiso es más común de lo que crees. La gente se lo toma muy normal. Y con respecto a su orientación sexual, te digo que las cosas han cambiado... No hay tanto rechazo ahora...

   —Sí, pero de todos modos me cuesta que la gente lo sepa.

   —John, la gente deduce tu homosexualidad y lo virgen que eres.

   —¡Basta, eso me da verguenza! —le exclamó—. Estoy en la universidad... Y ya es para que haya tenido mi primera vez.

   —Eso es estúpido —George abrió su boca para refutarlo—. No debes tener tu primera experiencia sexual cuando las personas lo digan o lo crean correcto, sino cuando tú decidas hacerlo.