✨Capítulo 3✨

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Mini maratón (parte 1/2)

La luz del sol entra por la ventana de la habitación, despertándome. Pestañeo unas cuantas veces, acostumbrándome a la luz cegadora de Los Ángeles, antes de incorporarme en la cama. Estiro el cuello y los brazos, masajeandolos un poco para intentar aliviar la rigidez que ha dejado en ellos dormir en el fino colchón de la residencia. Cojo el móvil de la mesita de noche para mirar la hora. Las diez y media.

La puerta del baño se abre en ese momento, dejando ver a una Violet ya vestida y con el pelo húmedo por la ducha.

— Buenos días — Bostezo adormilada

Masajeo mi cuello dolorido, haciendo una mueca.

— Buenos días — Responde alegremente — ¿Tú también has dormido mal? Tengo el cuello que parece una roca.

Asiento con la cabeza. Violet deja sus cosas en el escritorio, antes de girarse hacia mí.

— ¿Te apetece ir a desayunar a una cafetería por aquí cerca? — Pregunta — Me han dicho que hay una muy buena que está aquí al lado, dicen que sirven unos Donuts de chocolate para morirse.

Solo tardo un segundo en despertarme del todo. Mi tripa ruge.

— No se puede decir que no al chocolate — Contesto con una pequeña risa.

Violet asiente en acuerdo. Paso al baño a darme una ducha y asearme, vestirme y peinarme antes de coger el bolso y salir de la residencia junto a ella.

Caminamos sumergidas en una conversación relajada sobre cómo ha sido nuestra primera noche en la uni y cuánto se diferencia de nuestras casas. Unos minutos después, llegamos a una pequeña cafetería rústica cerca de la playa. Las paredes son de madera blanca, y hay un enorme ventanal desde el que puedes ver el mar perfectamente, haciendo la cafetería acogedora y moderna al mismo tiempo.

Aspiro el olor a sal y agua marina con una pequeña sonrisa. Adoro el mar.

Tomamos asiento en una de las mesas de la terraza, antes de pedir un capuchino y un donut de chocolate cada una.

— Cuéntame algo de ti — Le digo después de darle un sorbo a mi café.

Violet sonríe.

— No hay mucho que contar, la verdad.

— ¡Venga ya! Ayer escuchaste casi toda mi aburrida vida, seguro que la tuya es más emocionante. — Le digo divertida

— En serio Em, mi vida ha sido bastante aburrida — Se encoge de hombros — Lo único que ha tenido de emocionante fue conocer a los chicos.

Asiento, haciendo memoria. Recuerdo haber oído que ayer también les mencionó, pero no le hice muchas preguntas.

— Así que los chicos ¿eh? — Comienzo — ¿Cuántos son?

— Tres

— Y ¿por casualidad alguno de ellos no habrá robado tu corazón? — Le pregunto pícaramente

Violet se sonroja.

— ¡No puedo creerlo! — Exclamo. Ella ríe — ¡Tienes que contármelo todo! ¿Como se llama?

— Se llama Leo — Dice después de unos segundos — Nos conocemos desde hace años y es como mi mejor amigo.

No hace falta que diga nada más para que sepa que está enamorada, lo veo en sus ojos. Sonrío.

— ¿Estáis saliendo? — Le pregunto emocionada.

— Ojalá — Contesta con un suspiro — No sabe que me gusta

13 meses antes de perderteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora