13 meses antes de perderte

✨Capítulo 2✨

— Señorita, ya hemos llegado. — Dice una voz suave a mi lado.

La azafata me despierta nada más aterrizar en Los Ángeles. Pestañeo unas cuantas veces, despertándome, antes de incorporarme en el asiento, algo confundida. Bostezo un par de veces mientras mi mente trata de recordar torpemente dónde me encuentro. Cuando lo hago, tardo algunos segundos más de los necesarios en desperezarme del todo, todavía saliendo del sueño en el que estaba metida.

Salgo del avión caminando como si estuviera dentro de una burbuja, supongo que aún algo dormida. Mientras camino entre las personas del aeropuerto, todo se siente tremendamente surrealista. No es hasta que siento el calor del sol de Los Ángeles en mi piel, cuando empiezo a sentir que todo es real.

"Estoy aquí. En mi primer año de la universidad." Pienso emocionada

Sujeto el mango de la maleta con fuerza, mientras una gran sonrisa se forma en mi boca.

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El taxi se detiene en frente de la puerta de la residencia de la universidad. Mi hogar durante el próximo año. Me bajo después de pagar a la taxista, antes de pararme a observarlo todo. Respiro profundamente.

La residencia es un enorme edificio de piedra blanca, luminoso y con ventanas. Está rodeado de un gran campo de césped que da paso a un recinto lleno de edificios iguales, a través de caminos de piedra. Es bonito. Hay algunos universitarios sentados en el césped y al rededor de las fuentes, aunque aún queda algo más de una semana para comenzar las clases.

Avanzo en dirección a la puerta principal, cada vez más nerviosa y emocionada a partes iguales. Nada más entrar, el olor a ambientador inunda mis sentidos, relajándome. Me detengo un momento para respirar profundamente, antes de caminar tranquilamente hacia el mostrador. Cuando me paro frente a la mesa, una chica de unos veinti tantos años me recibe con una sonrisa. Le sonrío de vuelta.

— Buenas tardes, ¿En qué puedo ayudarla? — Pregunta amablemente.

— Hola, quería pedir la llave de mi habitación. Es la.. 234. — Digo, tras mirar el papel.

La recepcionista asiente, tecleando algo en su ordenador.

— Nombre, por favor. —

— Emma Tanner. —

— Sí, aquí estás. Habitación compartida, 234 — Dice, entregándome una llave.

Tengo que haber escuchado mal.

— ¿Compartida? — Repito como una idiota.

— Sí, eso es lo que pone aquí. —

— Tiene que haber un error. En el formulario puse la opción de habitación individual. — Frunzo el ceño confundida

— Me temo que tu habitación es compartida. ¿Rellenaste el formulario en Marzo? — Pregunta, también confusa ante lo que ha podido pasar.

Niego. La recepcionista hace una mueca.

— Puede que haya sido eso. Suelen tener prioridad las personas que rellenan el formulario en Marzo frente a las que lo hacen en Junio — Explica — De todas maneras, puedo ponerte en espera por si se libera alguna habitación a última hora.

Niego, no queriendo causarle más molestias.

— No te preocupes. — Le digo

La recepcionista me sonríe.

— De acuerdo. Para cualquier cosa, estoy aquí. Que pases un buen día.

— Gracias. Igualmente —