Capítulo 4

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Después de comer Sam y yo nos dirigimos a las taquillas y guardamos nuestros libros.

-¿Qué tal las primeras clases?- Sinceramente no veía la hora de librarme de este tío.

-No han ido mal, ¿Qué nos toca ahora?- Me pareció ver una sonrisa malvada en su cara, esto no me daba buena espina.

-Canto, y te va a encantar.-Volvió a sonreír como si estuviera planeando torturarme.- Ven, te presentaré a alguien.- Hizo una seña para que le siguiera y eso fue lo que hice. Igual si que iba a torturarme.

Llegamos a una pequeña oficina, un hombre de unos 35 años estaba sentado detrás de su escritorio y mirando concentrado a un libro, ni si quiera notó nuestra presencia.

-Señor Smith, buenos días.- Dijo Sam y el hombre levantó la cabeza y nos miró a cada uno, aunque luego se quedó mirando a Sam con una expresión seria.

-Sam, deberías estar ya en clase calentando con los demás.-Le dijo con una voz fría y luego dirigió su mirada a mi y sonrió.- ¿Y tu eres?

-Es Blaine, es nuevo aquí y estará en canto con nosotros.-¿Por qué me presenta? Podría haberlo hecho yo.

-Encantado Blaine....

-Anderson.-Dije rápidamente.

-Anderson.-Repitió.- Espero que tengas una buena estancia aquí, ¿Qué tal con tu voz?- ¿Qué clase de pregunta es esa?

-Mmmm, bien, supongo.- Dije dudando de mi respuesta y el sonrió de nuevo.

-¡Genial! Sam ve yendo a clase, tengo que presentar a Blaine.- Espera ¿Qué?

Sam se fue y yo me quedé con el señor Smith en la oficina mientras el recogía sus papeles.

-¿Me va a presentar delante de todos?- Le pregunté con un poco de vergüenza y recordando la cara de Sam, esa de "algo malo te espera".

-Por supuesto, pero no te preocupes, son todos buenos chicos.- Terminó de recoger todo y se encaminó hacia la clase, le seguí con un poco de miedo sin saber lo que me esperaba allí.

El señor Smith entró en una clase grande, era más bien una sala de coro, con un piano como protagonista y otros instrumentos a su alrededor. Había bastante jaleo y todos estaban hablando y gritando a la vez.

Vi a Sam hablando con esa chica de de baile, Rebecca. Ahora entiendo a Bianca, cosas de mujeres, ya sabéis.

Todos se sentaron al ver al Señor Smith, yo sin saber que hacer me quedé a su lado.

-¿A eso le llamáis calentar chicos?- Dejó sus cosas sobre el piano, dio una palmada y tomó una bocanada de aire mirando a los alumnos.- Tengo el placer de presentaros a un nuevo compañero, viene desde Colorado y se unirá a nuestra clase durante el curso. Es un honor tenerte aquí Blaine An....

No pudo terminar la frase ya que alguien entró corriendo por la puerta, parecía agitado y se detuvo justo a mi lado.                                                                                              -Siento llegar tarde- Dijo entrecortadamente y tomó un poco de aire, creo que aun no se había percatado de mi presencia.

-Es la tercera vez en la semana que llegas tarde Kurt, siéntate por favor.- Le dijo el señor Smith y el chico levantó la mirada y sus ojos se fueron directos a mi. Wow.

Me sonrió y luego se sentó al lado de una chica, no podía dejar de mirarle.

-Ya que has llegado tarde y te has perdido la presentación de Blaine, me gustaría que fueras tu quien le ayudara a preparar su primera canción para la semana que viene.- Sentí como poco a poco se me caía el alma a los pies. ¡No puede ser!

- Lo haré encantado señor Smith- Volvió a mirarme y a sonreír y yo olvidé como respirar.

-Perfecto, Kurt y Blaine podéis poneros a trabajar ahora mismo, los demás id calentando, que sé que no lo habéis hecho.- Todo el mundo se levantó de sus sillas y empezaron a tararear algunas notas musicales, mientras yo me quedaba petrificado sin poder moverme. ¿Mi primera canción?

-Kurt Hummel- Se había acercado a mi y me estaba extendiendo la mano. ¡Reacciona Blaine!

-Blaine Anderson.- Le dije un poco dudoso y estreché su mano sin poder dejar de mirarlo a los ojos.

-Será una gran semana Blaine.- Me dijo con una sonrisa y volví a quedarme sin respiración. Espero que esto de quedarme sin palabras y sin aire cada vez que miro a este chico a los ojos no se vuelva una costumbre.

Living in the darknessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora