5

2 0 0
                                    

Era una noche hermosa. No había casi ninguna nube y se podian apreciar las estrellas, era una vista bellísima. Hacía un poco de frío, pero se disfrutaba igual. Estaba en el balcón tomando una copa con agua, imaginando que era vino.

Estaba leyendo "el secreto de Rose" era interesante, me sentía muy identificada con la protagonista. Era una mujer que amaba su trabajo y no le importaba tener que hacer sacrificios con tal de lograr lo que se proponía. Pero como siempre en toda novela, llega alguien a su vida y se enamora. Pero esta vez ese amor no fue correspondido, y habla de lo difícil que es soltar a alguien que logro ser parte esencial de su vida pero hay que dejar ir y olvidar. Por obvias razones me sentía identificada con la protagonista.

Este fue un mes lleno de momentos y emociones, super distintos y raros. Pasé por casi todas las emociones feliz, preocupada, enojada, triste y enojada otra vez.

Si bien dije que me iba a tomar un descanso de la organización no puedo dejar de trabajar en el Vanilla. Es un club de stripers, pero también para ir a tomar unas copas. Soy una persona bastante impulsiva y no pensé en eso a la hora de decidir lo de mis vacaciones.

Mañana tengo que ir a arreglar algunos asuntos del club y tengo que buscar mi auto al taller. Fui a mi habitación y me puse mi pijama de stich. Abrí las cortinas del ventanal y apague las luces.

***

Es un nuevo día y debo hacer un montón de cosas. Pero aquí sigo en mi cama tapada hasta el cuello sin ganas de levantarme. No me siento del todo bien pero de igual forma me levanto. Me dirijo al baño a tomarme una ducha y hacer mis necesidades.

Salgo rápido con una toalla a mi alrededor cuando escucho mi teléfono sonar. Como todas la mañanas era una llamada de Rick.

- Hola. Buenos días.- hablo mientras me camino a mi cama, donde esta mi ropa que había elegido antes.

- Holaa! Cómo estás? Que haremos hoy? Estamos aburridos con Isa. Cielo esta en la guardería, nos dijeron que tenemos que llevarla para que se vaya adaptado.

- Oh, supongo que si quieren pueden acompañarme hoy. Va?

- Donde nos vemos?

- Vengan a mi casa y de aquí vamos al club. Tengo que arreglar unos asuntos.

- Estamos yendo. Prepara algo para ir comiendo, tenemos hambre.

- No sé cocinar. A menos que te quieras morir por mi comida compremos algo en el camino.

- Si, creo que eso va a ser lo mejor. La verdad me gusta mi vida y estoy bastante cómodo con ella.

- Okay, te espero. Apúrate. - Hablo con una sonrisa. Es sabido por todos los que me conocen que soy muy mala cocinando. Una vez había puesto a calentar una pizza que estaba en mi heladera y terminó como un carbón. Y desde ahí empecé a pedir comida hecha.

ReconstruyendomeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora