[Final]

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1 mes después

Gulf ahora tenía 8 meses y 2 semanas de embarazo, una semana más y ellos tendrían a su príncipe o princesa con ellos.

Mew venía llegando de hacer unas compras cuando escuchó que su amado Gulf estaba llorando. Rápidamente fue directo donde Gulf.

Lo vio ahí solamente con una toalla al rededor de su, ya gran pancita, y sentado en la cama. Mew corrió rápido para abrazarlo y llevarlo a su pecho, Gulf puso su cara entre el cuello y hombro de este.

—¿Qué pasa bebé?

—No me queda nada, ninguno de mis pantalones, ni camisetas, ni la ropa interior me queda. Ahora soy gordo y tú no me querrás así.

Mew sabía que un embarazo llevaba consigo esos cambios de humor y pensamientos. También sabía que debía darle mucho y amor y palabras bonitas para que no llegaran a pensar cosas como esas.

—Mi amor...

Mew decidió acomodarse mejor y así poner a Gulf a horcajadas de él.

—Te amo, Gulf. Mira el anillo que llevo puesto aquí.

Mew levantó su mano mostrando el anillo de compromiso.

—Este anillo simboliza que estaré para ti hasta que la muerte no separe. No me importa tu físico, Gulf. Te amo por lo que eres. Eres tierno, bondadoso, amoroso, siempre estás ayudando a los demás, piensas en los demás antes que ti mismo, te gusta ayudar sin esperar nada a cambio. Mierda, Gulf, te admiro a pesar de nuestras edades tú has cumplido más cosas que yo y eso me hace malditamente feliz. Imagina que idiota sería si te cambio por alguien más. Me importas tú, pastelito. Nadie más. Estaré para ti en esta etapa y en las que faltan. Porque eres y siempre serás el amor de mi vida, ¿de acuerdo?

Gulf esta a hecho un mar de lágrimas. Mew siempre lo hacía sentir mejor. Tenía miedo de pensar que ahora con sus cambios físicos Mew lo dejara de amar pero con sus palabras le quedó claro que Mew lo amaba tanto como él.

4 días después

La pareja estaba durmiendo tranquilamente cuando de repente uno de ellos comenzó a sentir molestias.

Gulf estaba comenzando a sentir contracciones pero él todo inocente pensó que caminando un poco se calmara el dolor. Pésima idea. Los dolores se intensificaron y maldecía a Mew internamente por sus sueño pesado. Había quebrado 2 lámparas y ni así Mew se despertó.

Con dolor en su vientre caminó hasta el lado de Mew y jaló su cabello.

—¡MEW SUPPASIT A TU HIJO O HIJA LE DIERON GANAS DE NACER AHORA!

Con dolor en su cabeza y emoción en su corazón, este rápidamente tomó la mochilita que prepararon para el bebé y otra mochila con ropa y cosas para Gulf.

Maldecían vivir en un edificio en estos momentos.

—Mew...me duele.

Mew no sabía que hacer, sabía que a su Gulf le dolía pero solo podía decirle lo que habían hecho en esas clases raras, donde la señora dice que hay que respirar y exhalar.

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