serendipity au. km

dieciséis.

jungkook y jimin se encontraban en el auto del mayor, con una canción aleatoria en el estéreo que ambientaba el trayecto.

jungkook estaba raro.

jimin había llegado a la vida de él y sus amigos hacía dos semanas, pero no convivía con él a solas ya que lo evitaba a toda costa. desde la vez que su preocupación llegó a un límite no ants visto al pensar que pudo haberle pasado algo al estar solo en su casa, solo estaba con él lo justo y necesario. no sentía correcto que sus latidos se aceleraran al ver al menor utilizando el gorro que le compró o que sus manos empiecen a sudar cuando se quedan juntos en cualquier lugar al que salen con sus amigos o el sentimiento de pesadez al enterarse de jinyoung, un amigo del menor.

por otro lado, jimin estaba incómodo.

desde que había empezado a juntarse con jungkook y sus amigos (especialmente yoongi) sentía que le caía mal al mayor. se daba cuenta que desde que lo ocurrió cuando se quedó a velar su sueño, lo evitaba lo mas que podía. cediendole el lugar a hobi, yoongi o incluso su hermano cuando salía con taehyung y jin. así que hacía lo posible por no incomodar al mayor, hablándole para lo mas indispensable, y compartiendo el espacio mas justo. porque él tampoco se explicaba que cuando encontraba a jungkook mirándole, sus mejillas se tornaran rojas. o que cuando sus cuerpos rozaran, temblara. o el que soñara que estaba entre esos brazos tatuados y pecho fornido. porque nadie fuera de su familia había velado su sueño, tapado su espalda y acompañado despierto.

un carraspeo se escuchó en el auto. 

—tengo entendido que tienes tres deseos antes de... bueno eso. ¿cuáles son?— jungkook habló nervioso, apretando el volante en un alto para mirarle a los ojos.

—oh — jimin sonrió al interés, olvidando un poco con quién se encontraba— si, el primero era empezar la universidad, el segundo es hacerme un tatuaje y el tercero es viajar a tokyo. me encantaría hacerlo al último, viajar para terminar allá. 

jungkook estaba impresionado al como jimin hablaba de su "final" de manera tan tranquila, como si no fuese a dejar a su hermano, a sus padres, a jin, a sus amigos, a él destrozados. hasta se le veía ilusionado con la idea. 

—¿por qué estás tan feliz? — aunque no lo pretendía, su tono se escuchó molesto. como recriminando

jimin, sorprendido al tono de regaño, sonrió. 

—desde mis siete años he estado sufriendo, no sabes lo ue es vivir con nauseas, subidas y bajadas de peso, mareos, quimioterapias que te agotan. los tratamientos "milagrosos", miradas de lástima, personas que se alejan cuando más los necesitas... —la mirada triste de jimin no pasó desapercibid para el mayor.—amo a mi hermano, amo a jin, amo hacer amigos como ustedes, pero no es vida. — volteó a jungkook quién permanecía con el ceño fruncido. —no quiero vivir con miedo de recaer, no quiero que mi hermano pierda su vida cuidando la mia.

—¿prefieres que todos perdamos a una de nuestras razones para vivir?

la pregunta de jungkook sanjó el silencio en el auto.