06 Shot

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Se dice que para contar una historia, lo primero es regresar al inicio de todo, identificar cuando todo cambió. Volkov lo sabía, para poder enfrentarse al pasado debía regresar a DC. Así que pidió permiso por una semana, fue una sorpresa porque en los años que llevaba trabajando en el buró de LS, no lo había hecho, aunque fue difícil que aceptaran por el caso del Gobernador, se acordó que podría ausentarse porque ya habían entregado todo el material a la fiscalía, y que de presentarse algo muy urgente debería regresar, aunque claro Volkov no dijo que lo haría.

Las ciudades tienden a cambiar, pero la nostalgia de los recuerdos hacen de cada rincón de ellos un álbum de memorias, para Volkov que había patrullado en estas más de una vez en compañía de H, fue sentir el cuerpo estremecerse y en tanto la soledad calaba más al igual que aquellas memorias a las cuales había negado cabida a su mente.

Su primer destino por tanto era el buró, incluso cuando más que nunca volvió a imbuirse de esa coraza que lo volvía frío a los ojos de otros. Esta parecía más frágil que nunca. Quizá porque todos ahí vieron su cambio, de cómo el hermético y perfecto soldado caía en las redes del amor, vieron florecer una suavidad que no creían que poseía al lado de Horacio.

— Volkov, ¿Eres tu tío? Joder a los años macho.

— Parker.

Y ahí estaba enfrente de los amigos que dejó también en el pasado, intentó sonreír como antaño pero se le hizo incómodo, por lo que no hizo más gesto que un suave asentimiento.

— ¿Qué ha sido de ti, de Horacio? ¿Cómo les vá? Desde que se fueron las cosas cambiaron aquí, ya sabes fue repentino de tu traslado, o bueno no tanto teniendo a Maia, pero sí que lo fue que Horacio también lo fuera, todos sabían que era candidato a dirigir su propio equipo y quizá pronto director de las fuerzas especiales.

Volkov estaba ahora curioso, hace dos años esa fue la condición que prácticamente la familia de Horacio le obligó a decidir por él y ... en tanto si los escogía a ellos, su carrera estaba asegurada, pronto sería el más reciente director de la sección de fuerzas especiales, es más creía que ese punto Horacio habría escalado en su carrera, pero ahora estaba en LS como un agente. Y porque Parker hablaba como si ambos se hubiesen ido juntos.

— Mira se que debían irse juntos, pero no miento que prefiero tener a Horacio de jefe o a tí, que a Maia, aunque ahora con Ottis la cosa cambia.

Volkov estaba aún más confundido, y ¿Quien diablos era Ottis?, pero cuando iba a preguntar a Parker otro agente lo llamó y este se despidió solo diciéndole que lo llame si se iba a quedar en la ciudad, y que sería bueno volver a ver también a H.

Volkov aún cavilando en aquello se dirigió a donde sabía que sería la oficina de la directora del FBI de WDC, y justo ahí la vió, aquella que en su momento unió su lengua viperina a la crueldad del padre de Horacio para hacerle la vida imposible a ambos.

Era injusto como su vida había cambiado tanto, y ella siguiese como siempre, en un traje a medida, aquellos molestos tacones stilettos y esa perfecta cabellera rubia que parecía no despeinarse incluso si un huracán pasara a su lado. Y como si ella sintiera su mirada irritada, ella giró el rostro por el hombre; cuando lo vió vio, la molestia invadió sus ojos, sin duda Volkov no extrañaba estar en su presencia pero era necesario si deseaba respuestas.

— Retrasa la reunión una media hora, lamentablemente tengo visitas familiares no gratas.

Ordenó a la secretaría con aquella voz chillona, y luego caminó hacia su despacho, ni lo saludó o invitó a pasar, puesto para ella era claro que si él estaba ahí era para discutir de su ingrato hermano.

—¿ A qué debo esta molestía Volkov?

Pronunció las palabras la rubia, bien el más alto de la sala cerró la puerta del despacho. No tomó ni asiento y solo cruzó los brazos esperando respuesta del contrario.

No pretendí - VolkacioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora