Capítulo cuatro: Gracias, equipo 7

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Los siguientes personajes no me pertenecen. Son de su creador; Masashi Kishimoto.

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Al día siguiente...

El equipo 7 despertó temprano, tuvieron algunas dificultades para lograr que la peli-rosa saliera de la cama, pero cuando lo lograron y todos desayunaron, fueron al bosque, cerca del río; donde tendrían su entrenamiento.

— ¿Qué haremos, Kakashi-Sensei? —Preguntó el chico hiperactivo.

— Bueno, Naruto. Hoy van a aprender a escalar un árbol —informó tranquilo, inmediatamente notó la decepción en sus dos alumnos masculinos, por lo que añadió— Sin las manos... —Los dos lo miraron incrédulos.

— ¿Y cómo se supone que haremos eso? —Cuestionó el Uchiha.

— Justo así —respondió el Jounin metiendo las manos en sus bolsillos y empezando a escalar el árbol usando tan sólo sus pies. Tanto el rubio como el azabache lo miraron con sorpresa, uno más notorio que el otro.

— ¡¿Cómo hace eso, Sensei?! —Exclamó el Uzumaki con emoción.

— El secreto está en concentrar una cantidad exacta de chakra en la planta de los pies y estos se adherirán a la corteza del árbol permitiéndoles escalar —señaló él y lanzó un Kunai a cada uno de ellos— Usen estos para marcar a donde logran llegar con cada intento. Si quieren comer algo, deberán escalarlo para antes del final del día —añadió con seriedad— ¡Empiecen!

Al instante, los tres corrieron a el árbol frente a cada uno de ellos. Naruto, en lugar de subirlo, embistió al árbol. Sasuke, subió lo más que pudo hasta resbalarse por ver la estupidez de su compañero, tal distracción hizo que él cayera de cabeza al suelo. Y Sakura, ella llegó hasta una rama alta en la cual se tiró a reírse de sus compañeros, mientras su Sensei los veía con una gotita estilo anime en la cabeza.

— Naruto, debes trepar el árbol, no atravesarlo. Sasuke, si no te concentras de nada servirá que lo intentes —regañó frotando su sien— Y Sakura, si no tienes cuidado con tus carcajadas, caerás. —Añadió elevando la vista, donde aún la chica luchaba por calmar su risa.

— Ay, bueno, ese no cuenta por ser el primer intento —dijo el Jinchuuriki frotando el chichón en su frente.

— Hmp —musitó el azabache de brazos cruzados y ojos cerrados, mientras por su cabeza se asomaba un gran chichón.

— Ustedes son tan tontos —se burló Sakura secándose una lágrima que se le escapó después de tanto reír. Metió las manos en sus bolsillos y subió hasta la cima del árbol, inmediatamente después bajó y se puso frente a su Sensei— Mi padre me enseñó a hacer esto a los tres años. Sensei, ¿no tiene algo más difícil? —Preguntó esperanzada.

— Mm ¿y si intentas caminar sobre el agua? —sugirió el mayor mientras sus otros dos alumnos los veían con atención. Sakura bufó y caminó hacia el rio hasta estar sobre el agua, llegó a la otra orilla y se devolvió sin problemas. Los ojos de Naruto se llenaron de emoción y admiración, Sasuke frunció su ceño por los celos y Kakashi sonrió con nerviosismo, al ver que no podría enseñarle nada básico a la femenina de su equipo.

— Lo aprendí justo después, Sensei —informó.

— Bueno, Sakura, tú has terminado por hoy, por favor ve a la casa de Tzuna-san para que le ayudes en lo que necesite —pidió rascando la parte trasera de su cabeza. La chica suspiró y se dispuso a irse a la casa.

— ¡Espera, Sakura-chan! —Llamó el rubio deteniéndola, ella lo miró— Sakura-chan, por favor dame algunos consejos, ¿sí? —Susurró frente a ella.

Yo soy una ŌtsutsukiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora