Eren trató de comunicarse con Mikasa una vez más, sería su noveno intento y en vano, como todos los anteriores, y aun así albergaba esperanza de ser respondido. Le bastaba con que solo le oyera por cinco minutos. No, con sólo uno era suficiente, tampoco es que quisiera estarla molestando mucho, él con ella ya había hecho demasiado, no quería darle más desdicha.
Pero aún así, sólo ansiaba con desesperación ser escuchado una vez más más. Solo una.
—Miki, por favor...
Y de nuevo, nadie atendió.
Bufó, pero luego inhaló profundo porque ansiaba hablar con ella pero sucumbir ante la desesperación no haría más que empeorar las cosas. Derrotado se dejó apoyar contra la pared de su habitación, esperando por un mensaje que nunca llegaría. Uno que le confirmara que sus intentos por llegar a Mikasa eran recibidos, así fuese con molestia y coraje. Pero nada, no conseguía nada.
''Hola, soy Mikasa, ahora estoy ocupada pero si necesitas decir algo importante puedes dejar tu mensaje después del tono, ¡gracias!''
Frustrado, apretó el dispositivo móvil entre sus manos, pero sin resignarse todavía, las esperanzas eran lo último que podía perder en un momento así. Aparte de que estaba usando su teléfono sin permiso, si su madre llegaba a pillarlo sería su fin pero valía la pena el intento. Después de todo, colarse en el despacho de su papá, sacar su teléfono y volver a su habitación sin levantar sospechas debería de ser considerado todo un logro, pero eso sí, si resultaba siendo en vano, no podría más que echarse a resoplar y por la rabia tal vez tirar su teléfono por una ventana.
—Miki, soy yo... —Murmuró Eren cerrando los ojos con fuerza y apretando el puente de su nariz con cansancio—, solo... Llamaba porque no he podido hablar contigo en días, pero ya no lo soporto más... Necesito aclararlo todo. No me gusta que estemos así.
Una pausa. Oyó pisadas del otro lado del corredor, lo que le hizo callar de golpe y contener el aire, pero cuando estas pisadas se hicieron lejanas, se permitió tomar aire y proseguir.
—En serio lamento mucho, mucho, que las cosas entre nosotros salieran tan mal... Porque, sí, todo fue mi culpa. Desde el comienzo he tenido la culpa de todo... —Reconoció con pesar, su mano temblando, y su voz queriendo fallarle. Pero no, se mantuvo fuerte—, y no me siento orgulloso ni feliz de lo que pasó, me he sentido terrible, aun sí no recuerdo mucho, sigue siendo mi culpa... Porque yo nunca te di el lugar que merecías, y puedo entender tu frustración, porque estabas en todo tu derecho... Te di por hecho, como sí, no importaba cuantas estupideces hiciera, porque al final te tendría siempre ahí. Y eso estuvo mal... Porque no te traté como la mejor amiga que eras para mí. O bueno, lo que en realidad, eres para mí.
Eren guardó silencio, meditando en lo que hacía. ¿Quería qué así fuese su disculpa?, ¿en un mensaje que puede la chica ignorara?, no... Eso no, era lo mismo de siempre, estaba tratando a Mikasa como alguien más del montón, ella no merecía eso, merecía más, y no se estaba esforzando en lo más mínimo.
Sacudió la cabeza.
—Lo siento, pero necesito verte... Necesito decirte a la cara lo mucho que me importas... Lo que mucho que yo te... —Suspiró, no acabando la frase—, cuanto te vea, te lo diré. Espérame.
Espérame, porque justo ahí, colgó la llamada y se armó de valor para hacer una estupidez.
× ¦ 🐚 ¦ ×
Una vez dentro del auto, la mujer al volante le sonrió a Annie a través del espejo, un gesto que a duras penas trató Annie de imitar para no verse muy descortés. Eso sí, era consciente no lograría mucho, la mala impresión ya estaba —eso suponía—, luego de que la viera discutiendo con Armin hacía solo unos minutos.
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Ocean Eyes | Aruannie
Fanfiction¿Qué sucede cuando juntas a la chica de mala reputación con el chico nerd de la escuela? Probablemente las cosas acaben en desastre ante la combinación de dos personas con personalidades tan disparejas. A primera vista, nadie creería que Annie Leonh...