Licentiate Suh

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Aclaración: No romance, solo un pequeño desahogo personal.

🏻🏼🏽🏾🏿

Ahí se encontraba nuevamente TaeIl.

Como todos los jueves a las 4:30 PM, frente a su terapeuta, John Suh.

Un hombre joven y atractivo, increíblemente bueno en su trabajo, a pesar de su corta edad. Era alguien paciente, muy paciente, siempre esperando que TaeIl estuviera preparado para hablar de lo que le sucedía, sin jamás agregar presiones, o verse frustrado por no poder terminar de comunicarse debidamente con TaeIl, simplemente esperando a que el momento indicado llegue.

Pero las últimas semanas, había notado actitudes extrañas en TaeIl, se veía inquieto, cansado, triste, algo parecía estar inquietándolo, pero este jamás hablaba de ello, y cuando parecía dar indicios de querer hacerlo, desviaba rápidamente el tema de conversación.

Esto lo frustraba cada vez más, ya que se cumplirían tres meses desde que empezó a tener a TaeIl como su paciente, pero nunca hablaban de algo más allá de su rutina, lo que hacía en la semana, pero nunca cómo se sentía al respecto, las pocas veces que lo hicieron, John había notado ciertas actitudes o pensamientos depresivos, pero con tan poca información que su paciente le daba, no podía dar un diagnóstico, siquiera tratar de armarlo.

TaeIl era reservado, cuidadoso con todo lo que le decía, el niño, de unos 16 años, siempre esperaba fuera solo, no había nadie quien lo acompañara, habían charlado de eso, de como es que ninguno de sus padres lo acompañaba, si bien, su chófer personal siempre estaba fuera del establecimiento esperándolo, no era ni una madre o un padre, o alguien que fuera de suma importancia para el niño.

El poco acompañamiento de sus padres, parecía afectarle emocionalmente, pues cuando lo hablaron, sus ojos se veían con lagrimas contenidas, y algún que otro momento su voz tembló.

—Hola, Illie.—Empezó la conversación el terapeuta, al ver que su paciente se quedaba quieto y callado en un lugar, pareciendo no querer iniciar la conversación, o no sabiendo cómo hacerlo.—¿Cómo estás? ¿Cómo has estado esta semana? ¿Has hecho algo? Cuéntame.

TaeIl solo lo miró fijamente y no contestó.

Se veía cansado, bajo sus bellos ojos había ojeras, producto de su falta de descanso, sus labios secos, a falta de hidratación, sus ojos, sus ventanas al alma, se veían cansados, lúgubres, él se veía triste, derrotado, con los hombros caídos, encorvado, sin su característica sonrisa de corazón, solo él, suspirando, viéndose miserable y fatigado.

—¿Illie? ¿Está todo bien? — Intentó nuevamente Suh.

—Sí, solo estaba pensando en algo, perdón, Johnny.

El terapeuta hizo un gesto restándole importancia.

—Y cuéntame ¿Cómo has estado? ¿Ha ocurrido algo en la semana que quieras contarme? ¿Bueno, malo?

—He estado bien, supongo. — Su mirada estaba pérdida, en un punto dijo de la habitación, evitando deliberadamente la mirada del terapeuta. — Discutí con mis padres... Ellos, ellos me dijeron que solo soy un dolor de cabeza, que sólo genero problemas. — Su voz titubeó. —¿Crees que es así? — Dijo, mirándolo a los ojos.

Al enfocar John su mirada en su paciente, pudo ver como estos estabas rojos por las lágrimas contenidas. El tema de sus padres era muy sensible para él al parecer.

—No, no creo que así sea, Illie, eres su hijo, y un hijo, por más que pueda tener sus "defectos" o sus malas actitudes a veces, porque es normal, somos humanos y podemos tener estas cosas, no quitan que sean una felicidad. No sé en qué contexto tus padres te dijeron eso, pero no importa, no creo que deban haberlo dicho. Y no creo que seas eso que te dijeron.

Love & Misery; One Shots | JohnIl Donde viven las historias. Descúbrelo ahora